MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Bicentenario. Macri entregador

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En los días previos al Bicentenario, Macri se dedicó a recorrer el mundo pactando la entrega del país.

Macri dejó en claro, de arranque, que su gobierno estaría al servicio del saqueo imperialista de la Argentina. Entre sus primeras medidas le quitó las ya irrisorias retenciones que pagaban las corporaciones megamineras y agrarias, y apresuró el pago a los buitres. Esto último con el acuerdo y los votos del PJ en el Congreso. Pero en los primeros días de julio, en una gira express por Chile, Europa y EE.UU., pegó un salto abrupto en esa orientación.

En Chile rumbo al TPP

El 20 de junio Macri llegó a la ciudad chilena de Puerto Varas para participar como «observador privilegiado» de la cumbre de presidentes de la Alianza del Pacífico, conformada por México, Colombia, Perú y Chile. Sostenido por EE.UU. como contrapeso del Mercosur y garante de sus intereses en la región, este bloque es además la pata latinoamericana del Tratado Transpacífico (TPP).
La participación de Macri en la cumbre de Puerto Varas es un paso en su expresa intención de sumar a la Argentina al TPP, un acuerdo de libre comercio diseñado por el imperialismo yanqui para facilitar el saqueo de los países firmantes por parte de sus corporaciones. El tratado se ubica por encima de los Estados nacionales y sus leyes. Permite, por ejemplo, que las corporaciones enjuicien y cobren indemnizaciones de los Estados si éstos aprueban leyes que consideren que afectan sus ganancias.
También impone los derechos de propiedad intelectual, permitiendo la censura de internet sin posibilidad de intervención judicial, y la restricción de producción de medicamentos genéricos, encareciendo la salud pública. Además impone desregulaciones laborales que limitan el margen legal de los trabajadores para defender sus derechos. A esta burda entrega de soberanía nos quiere llevar Macri.

Hacia un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea

Las siguientes paradas del itinerario de Macri fueron Bruselas y Berlín, donde se reunió con funcionarios de la Unión Europea (UE) y con la canciller alemana y jefa de la UE Angela Merkel. Allí buscó avanzar en negociaciones por otro acuerdo de libre comercio, en este caso entre el Mercosur y la UE. Merkel elogió a Macri por el pago a los buitres y el tarifazo y apoyó la iniciativa de avanzar en acuerdos comerciales, eso sí, en términos que beneficien a la burguesía europea.
Entrevistado por los medios después de la reunión, Macri no dejó lugar a dudas sobre el carácter del acuerdo que busca con la UE: «el planteo claramente es: ellos tienen serias ventajas en todo lo que es el aparato industrial, fabricación de bienes y servicios. Nosotros tenemos ventajas en el sector agrícola. Entonces todo tiene que estar sobre la mesa para buscar balances y equilibrios».
Así busca Macri profundizar la ubicación mundial de Argentina como proveedora de materias primas, y el modelo económico agroexportador que nos mantiene sometidos al imperialismo.

Abriendo la puerta a las transnacionales

Después de la reunión con Merkel, Macri se juntó con los CEO de Mercedes Benz y Volkswagen antes de volar a EE.UU. a entrevistarse con los magnates de Coca Cola, Apple, HP y Disney, entre otros, en la selecta conferencia corporativa de Sun Valley. En estas reuniones, Mauricio les ruega a los empresarios que inviertan en Argentina, e intenta convencerlos de que esas inversiones les van a convenir: «Vine a decirles que las puertas de Argentina están abiertas», dijo en el almuerzo con los industrialistas germanos.
Macri dejó entrever exactamente qué significa esto en una conversación que sostuvo durante una caminata protocolar en el centro de Berlín con uno de los diputados que lo acompañó en el viaje, el presidente del Bloque Justicialista y dirigente del SMATA Oscar Romero. «No podemos perder esa fábrica. Depende de ustedes que podamos bajar los costos», se le escucho a Macri decirle a Romero.
Es decir, las inversiones vendrían a condición de reducir los salarios de los trabajadores argentinos, entre otras medidas que le garanticen las ganancias a las corporaciones que vengan.

Rifando el territorio

Como si todo esto fuera poco, Macri encontró un momento entre Chile y Europa para pasar por la Rosada y firmar un decreto que modificó la Ley de Tierras, flexibilizando la compra de tierras por parte de extranjeros. Esto acelera la extranjerización del territorio y la entrega de los bienes comunes de nuestro país, donde ya hay propietarios como Luciano Benetton, que posee 1 millón de hectáreas en la Patagonia, o el amigo personal del presidente Joe Lewis, que tiene 12.000 hectáreas.
Festejando el bicentenario con su querido Rey
Para cerrar su gira de entrega con un broche de oro, Macri eligió como invitado de honor al bicentenario de la independencia al mismísimo Rey de España. A él, su «querido rey», le aseguró que los próceres de la independencia seguramente se angustiaron al separarse de España. Parece que Macri busca remediar su propia angustia cipaya con la pretensión de recolonizar el país. Pero los trabajadores y el pueblo argentino, verdaderos herederos de la gesta independentista, se van a plantar en su el camino.

Federico Moreno

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