Brasil vive una fuerte confrontación de proyectos y luchas sociales que reflejan, por un lado, los planes de la gran burguesía y por otro, la necesidad de los trabajadores, campesinos y la juventud de lograr cambios a su favor. Las élites impusieron el impeachment y un gobierno reaccionario con Temer, aprovechando la crisis del PT y el abandono de su proyecto original. A la vez hay una búsqueda de nueva alternativa a la izquierda del PT y no a su derecha.
Por eso el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) avanza y da pelea en las elecciones municipales de octubre. Entre la crisis del PT que eligió un camino de ajuste, corrupción y asociación con grandes corporaciones y la derecha que es más entrega y ataque al pueblo, emerge desde la izquierda una tercera opción, que disputa con fuerza en Porto Alegre, Río de Janeiro, San Pablo y otras ciudades. Como uno de los símbolos y mejores experiencias de esta construcción, está la candidatura a prefecta de nuestra compañera Luciana Genro en Porto Alegre, que encabeza las encuestas y preocupa a la casta política.

En Argentina, hagamos algo nuevo y amplio desde la izquierda

La experiencia del PSOL es la de un partido amplio de izquierda, donde conviven diversas corrientes en su interior, defendiendo sus posiciones, debatiendo y polemizando, pero preservando un proyecto común frente a los viejos partidos. Tiene un funcionamiento interno que le permite andar en unidad y ganar espacio político. Es una experiencia que, más allá de puntos fuertes y debilidades a superar, es un ejemplo a seguir, mostrando que en unidad y sin sectarismo se puede disputar con posibilidades.
Por este camino bregamos en Argentina. Desde el MST, además de apoyar a Luciana y a nuestros compañerxs del PSOL en Porto Alegre y demás ciudades, queremos conformar aquí también una nueva y amplia herramienta política de la izquierda política y social, frente al ajuste macrista que enfrentamos en la calle y frente a la debacle del FPV. Es hora de terminar con falsos hegemonismos y peleas de secta, y poner por delante un proyecto común desde la izquierda, un programa común y una lucha común contra toda la casta política, cómplice de las grandes corporaciones.
Invitamos a nuestras/os lectores y a toda la militancia popular y de izquierda, a sacar conclusiones de la experiencia positiva que refleja el PSOL en Brasil. A seguir un camino similar aquí para que aportemos a una nueva Latinoamérica, emancipada, antiimperialista y anticapitalista. No hay tiempo que perder y hay mucho por ganar. Con las organizaciones y referentes que así lo quieran, el MST se pone a disposición de dar pasos en una nueva construcción unitaria.

Palabras de Luciana Genro

Vivimos en un momento de emergencia social en Brasil y en nuestra ciudad. La crisis económica y la crisis social se agravan. El pueblo enfrenta enormes dificultades.

En Porto Alegre, los números no mienten:

* 350 mil personas viven en zonas irregulares[i], desatendidas por la intendencia y con servicios públicos municipales de baja calidad;

*Cerca de 200.000 personas están desempleadas en el área metropolitana;

* 50 mil familias  viven con un ingreso per cápita de R$ 440,00 reales [ii]

* 70.mil  jefas de  familia, en su mayoría mujeres jóvenes, tienen  ingresos de sólo R$880.[iii]

Estos números  muestran  que a los representantes políticos  les interesa mantener una situación que les asegura sus privilegios y reproduce infinitamente las desigualdades

Detrás de los números fríos, son las personas reales que viven día a día con los salarios devaluados, transporte público caro y la salud pública en franca decadencia.

Necesitamos renovar la política, el país y la ciudad.

Tenemos que superar obstáculos y construir nuevos caminos. La lucha por la emancipación del pueblo va mucho más allá de los límites de la ciudad, pero con la elección a la prefectura[iv] se abre una ventana de oportunidad.

 Si bien es verdad que el gobierno de la ciudad aislado no puede resolver todos los problemas, también es verdad que puede mejorar la vida de las personas, avanzar en la construcción de una ciudad acogedora, segura y democrática.  Y con esto mostrar el valor político de un gobierno distinto al país entero

El grupo político que hoy gobierna la ciudad la convirtió en un gigantesco aparato burocrático lleno de omisiones. Los políticos que forman parte de este pacto de gobernabilidad sacrifican los derechos del pueblo, pero garantizan los privilegios de los poderosos de siempre y ponen sus intereses privados encima del interés público.

La apropiación de la ciudad por su pueblo sólo ocurrirá si los movimientos sociales y las organizaciones populares se unen para romper las barreras de la burocracia y la arrogancia que separan a los ciudadanos comunes de los gobiernos elegidos.

La respuesta tiene que ser la lucha, la movilización y la articulación de los movimientos para que las ciudades sean nuestras.

Precisamos derrumbar las puertas de las instituciones que están distanciadas del pueblo.

Junio de 2013 mostró que lo que parecía imposible no es imposible.

Para llegar ahí nos hemos inspirado en los mejores ejemplos en el mundo de hoy. En España, los municipios de Barcelona y Madrid muestran que es posible gobernar con una plataforma anticapitalista, democrática y ciudadana.

El fenómeno Bernie Sanders, del Partido Demócrata de Estados Unidos, un candidato en contra de los intereses de Wall Street en el corazón del capitalismo, calo en  los corazones y las mentes de millones de estadounidenses, mostrando que lo imprevisible ya no es más imposible, porque nuevas posibilidades se abren.

Nosotros también podemos.

Lo nuevo en Brasil es que parte importante de la ciudadanía no está dispuesta a resignarse frente a las injusticias y se organiza para defender sus derechos.

Si bien el sistema político intenta limitar la participación popular al momento de las elecciones, la movilización social del pueblo insatisfecho puede cambiar la relación de fuerzas en favor de la democracia real, en la cual  la creación de nuevos poderes democráticos es esencial para la transformación del poder político.

Aquí en Brasil presenciamos  la primavera carioca[v] de 2012, que llevo a Marcelo Freixo al 30% de los votos para la intendencia de Rio.

En 2013 este proceso dio un salto con las grandes movilizaciones callejeras en la lucha que se desató contra el aumento de tarifas de los transportes.

Nosotros desde el  PSOL  de Porto Alegre estamos orgullosos de haber sido una parte importante tanto de las manifestaciones en las calles como de la  acción judicial victoriosa, encabezada por mí, Peter Calles, Fernanda Melchionna y Roberto Robaina.

Estamos seguros de que 2013 no fue en vano. Sus ecos recientes fueron las ocupaciones de escuelas.

En todo  Brasil y en especialmente en nuestra Porto Alegre van a seguir resonando  las demandas por transporte, educación,  salud, vivienda y el derecho a la ciudad. Derechos que no han sido satisfechas por los gobiernos y están más vivos que nunca como necesidades del pueblo y en la lucha de los activistas.

Las elecciones municipales colocan, una vez más, el debate sobre la urgencia de cambios estructurales. Sin embargo, estos cambios sólo pueden hacerse a través de un proceso que cree un gobierno popular conquistado y construido desde abajo.

Por supuesto, los problemas estructurales del capitalismo no pueden resolverse con los modelos de gestión presos a los límites de los municipios.
Sin embargo, si pensamos en una lucha política anticapitalista que se desarrolle a escalas mayores, nacionales e internacionales, es innegable que la disputa por la ciudad es parte de la construcción de un nuevo proyecto de poder.

Así, construir un modelo político de transición entre la barbarie capitalista cotidiana y un país donde prevalezca la justicia a partir de una organización democrática de la mayoría, empieza por elaborada sobre qué tipo de ciudad queremos.

Esto es dar la discusión central de cómo movilizar a los ciudadanos para construir su proyecto de vida independiente.

Los próximos años serán de crisis económica y por lo tanto la escasez de los recursos públicos. En este contexto, es aún más importante llamar a los ciudadanos para definir las necesidades, definir las prioridades y poner los intereses públicos en primer lugar.

 Porto Alegre tiene una historia de lucha y aquí, en tiempos económicos difíciles, conseguimos  experimentar, innovar, y aprendimos de eso. Y como las luchas y los sueños aún siguen latentes en la realidad, vamos a conseguir experimentar e innovar de nuevo. E ir mucho más allá.

El gobierno municipal puede y debe hacer frente a las políticas nacionales de apriete, desmantelamiento  y precarización  de los servicios públicos, poniendo el interés público por encima de los intereses de las grandes corporaciones, que ven en la ciudad sólo una posibilidad de negocio y no un polo activo de ciudadanía y calidad la vida.

Es tiempo de valentía, de superar obstáculos y construir nuevos caminos. Las elecciones municipales 2016 abren una oportunidad para hacer frente a este reto y podemos poner a Porto Alegre una vez más a la vanguardia de la construcción de los cambios que Brasil necesita.

[i] Ndt: zonas sin urbanizar con condiciones precaria de vivienda y servicios
[ii] U$U: 134,42 (27-07-2016)
[iii] U$U: 268.85 (27-07-2016)
[iv] Gobierno municipal.
[v] Originario de Rio de Janeiro