Mauricio Macri logró que comencemos a unirnos en la calle sectores que venimos de transitar experiencias muy distintas. Con todos ellos queremos debatir fraternalmente que hace falta construir un proyecto político nuevo, de izquierda, programáticamente anticapitalista.
En las multisectoriales y movilizaciones contra los tarifazos nos encontramos con muchos simpatizantes del gobierno anterior. Ayer, después de mucho tiempo, volvimos a marchar juntos sindicatos, comisiones internas, dirigentes sindicales combativos y la izquierda contra el ajuste y la complicidad de la burocracia sindical. En distintas actividades reivindicativas, ambientales o de género confluimos con distintas organizaciones sociales y muchos compañeros independientes con ideas progresistas y de izquierda.
La hoja de ruta que pretende seguir el gobierno de Cambiemos para poner a nuestro país «a tono» con los requerimientos de EE.UU. y las corporaciones nos obligarán a profundizar la movilización en común. Tenemos que aprovechar el acercamiento que estamos logrando y comenzar a explorar si es posible o no trasladar esa unidad en la acción al plano político.
Lo viejo no va más
Una conclusión, relativamente fácil de sacar si tomamos en cuenta lo que está sucediendo, es que yendo de furgón de cola del PJ en cualquiera de sus variantes o de otras expresiones políticas tradicionales se termina siendo funcional a Macri y la derecha.
También es importante tener cierto grado de valentía intelectual para asumir las deficiencias estratégicas que llevaron al fracaso de cada una de las experiencias «progresistas» que se dieron en nuestro continente, incluida la de nuestro país.
Y en el mismo sentido, atreverse a cuestionar los vicios que arrastra gran parte de la izquierda, que por sectarismo y negarse a unir lo que tendría que estar unido, también termina siendo funcional al sistema que se dice querer combatir.
El programa que hace falta
La unidad detrás de un nuevo proyecto político como el que creemos que hace falta solo puede construirse en base a sólidos acuerdos programáticos y de método.
No basta, por ejemplo, con ponerse de acuerdo en el rechazo a los tarifazos: es fundamental debatir si estamos de acuerdo en la reestatización de las empresas públicas y su funcionamiento bajo un estricto control social.
Está muy bien rechazar el acuerdo con los fondos buitres, pero hay que avanzar en el cuestionamiento a toda la deuda externa ilegítima ya que necesitamos esos recursos para crear empleos, construir viviendas, fortalecer la salud y educación públicas, entre otras urgencias.
Tenemos que discutir un modelo productivo alternativo al extractivista. Qué hacer con la banca y el comercio exterior. Una reforma impositiva. Cómo democratizar la justicia. De qué forma depurar las fuerzas represivas. Cómo garantizar salarios, jubilaciones y planes sociales que permitan una vida digna a los trabajadores y sectores populares. La protección del empleo. Y todas aquellas medidas que den respuesta a las necesidades más acuciantes de la mayoría de la población.
Y para que un proyecto nuevo sea realmente superador de todo lo anterior y haya respeto por las divergencias es preciso que se construya en base a un funcionamiento profundamente democrático, en donde todo, incluidas las candidaturas, se resuelva sin imposiciones de ningún tipo.
Ayudanos a dar esta pelea
Superar las trabas que vienen impidiendo la unidad de la izquierda y el campo popular es una tarea y una pelea que es necesario dar. Y mientras más seamos, sin duda mayores posibilidades de éxito tendremos.
Si vos estás convencido de que la unidad y la construcción de un nuevo proyecto político amplio, unitario y de izquierda es una necesidad, ayudanos a librar esta batalla. Te invitamos a sumarte a nuestro partido, el MST-Nueva Izquierda. En tu barrio, tu lugar de trabajo o de estudio podés darnos una mano.
Alejandro Bodart