El viernes 19 de agosto, con cinco móviles y policías de civil, el gobierno nacional desalojó y clausuró un taller de la ex ESMA, en donde el escultor Andrés Zerneri y otros artistas trabajaban en el Monumento a la Mujer Originaria. El sábado 20 se realizó allí un acto de repudio, al que asistieron Osvaldo Bayer, Alejandro Bodart y otros referentes.
Bodart señaló: «Macri no quiere a la mujer originaria, porque defiende al genocida Roca. Así lo expresó el PRO cuando en la Legislatura porteña presenté el proyecto de ley para reemplazar el monumento actual y cambiarle el nombre a la Diagonal Sur. Me solidarizo con los artistas, repudio el desalojo policial y la ideología reaccionaria que lo sustenta.»