El gobierno de Macri atraviesa un duro momento. El revés en cuanto al tarifazo, la caída en las encuestas, y la multitudinaria marcha federal son claras muestras de esta realidad. En este marco, gobierno y oposición ensayan “mesas de diálogo” para garantizar la gobernabilidad.
Luego del revés de los tarifazos en la corte, el gobierno de Macri busca un nuevo camino para garantizar la gobernabilidad, es decir, garantizar la continuidad del ajuste y el rumbo de normalización capitalista del país. En las últimas semanas ha lanzado un “diálogo multisectorial” con vistas a lograr acuerdos con la oposición, los empresarios y la burocracia sindical. La agenda incluye tarifazos y política energética, Presupuesto 2017, reforma educativa, reforma laboral y narcotráfico. Este último tema sirvió para lograr juntar a buena parte de los “opositores” en tecnópolis con la presencia de Massa y una decena de gobernadores en su mayoría del PJ. Ante un escenario caliente, la oposición acude con paños fríos.
PJ: movimientos para una “oposición constructiva”
El nuevo escenario político ha acelerado los movimientos en el conjunto de la oposición, que juega a sostener al macrismo para que siga haciendo el trabajo sucio del ajuste y en simultáneo apuestan a las elecciones legislativas del 2017 para reposicionarse.
El PJ es una pieza central de esta dinámica. Se han acelerado las reuniones y reagrupamientos. Los gobernadores e intendentes, el llamado “poder territorial” del peronismo, han sido protagonistas claves de estos encuentros. Urtubey de Salta, Peppo de Chaco, Bordet de Entre Ríos, Manzur de Tucumán, Bertone de Tierra del Fuego, entre otros, impulsan una “segunda renovación” peronista. Otro tanto hacen varios intendentes del conurbano encabezados por Insaurralde. También juegan fuerte en este rompecabezas Jose Luis “Barrick” Gioja y Miguel Pichetto, presidente del bloque de senadores del FPV.
El denominador común de estos espacios es la apuesta a construir lo que denominan como una “oposición constructiva”. Es decir, sostener en lo fundamental la gobernabilidad y el ajuste macrista, criticando sus formas y ritmos, pero no sus objetivos. Por su influencia en el parlamento, estos sectores son centrales para hacer pasar los ejes fundamentales de la política nacional. Lo demostraron, por ejemplo, con el papel que jugaron para que se apruebe el acuerdo con los fondos buitres. También intentan poner paños fríos al clima de movilización social, saliendo abiertamente al cruce de la protesta social.
El debate sobre el presupuesto 2017 promete ser un nuevo escenario de protagonismo de estos sectores para asegurar la gobernabilidad. Varios gobernadores justicialistas ya han adelantado su apoyo al mismo, pidiendo a cambio que se libere a las provincias para endeudarse sin aval de la nación. Las provincias así siguen también el plan de ajuste nacional, recortando “gastos” en salarios y cubriendo el déficit con endeudamiento.
Massa: el hombre del “consenso”
Desde el comienzo del gobierno de Macri, Sergio Massa se mostró como un hombre de diálogo y consenso, apostando fuerte a la gobernabilidad. En las últimas semanas volvió a recuperar protagonismo. Con diálogos con Stolbizer y el PJ/FPV, intenta posicionarse como jefe natural de una oposición responsable.
Ensaya críticas puntuales a la “falta de sensibilidad social” del gobierno, pero es en todo lo esencial un campeón de la agenda política de normalización capitalista del país. Ya en marzo fue clave para el acuerdo con los fondos buitres. Hace pocos días con Pichetto del FPV adelantaron el apoyo de ambos bloques al Presupuesto 2017. En el congreso de UNA, donde también estuvieron De la Sota, Donda y Stolbizer, los discursos giraron en torno a la necesidad de construir una “oposición responsable” y llevarle “tranquilidad” al gobierno nacional. Más claro imposible.
Hay otro camino
En este marco, desde el MST – Nueva Izquierda sostenemos que existe otro camino. Frente a la política del gobierno de Macri y la complicidad de los “opositores”, defendemos la unidad de acción de los trabajadores en las calles para derrotar el ajuste. Al mismo tiempo, es necesario construir una herramienta política amplia y anticapitalista para enfrentar a esta casta “normalizadora”.
Luis Meiners