Foro de explotadores. El grupo que se reunió en Hangzhou (China) está integrado por: Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia del lado de los industrializados y otros once países emergentes. Manifestaron que van a «trabajar conjuntamente» contra la corrupción, el cambio climático y el terrorismo. Lo cierto es que se dedicarán a los negocios en el sistema financiero.
Pocos deciden por muchos. Obama y Putín anunciaron que no acordaron un alto al fuego en Siria, con lo cual siguen bombardeando, matando y provocando el drama de los refugiados y el pueblo kurdo. Así las potencias deciden sobre los destinos de los pueblos a los que oprimen de acuerdo a sus intereses estratégicos.
No es líder, es cipayo. Macri fue a dar la imagen de un líder regional que no es. En el concierto de los poderosos, el rol asignado y asumido por el ingeniero es el del cipayo que pone a su país en venta. Por eso fue a rendir cuentas diciendo «resolvimos la situación con los Holdouts». Traducción: hicimos lo que nos exigieron. Le sacamos al pueblo argentino millones de dólares de salud, educación, trabajo y vivienda para entregárselos a ustedes, ahora inviertan. Más entreguista imposible.
La bendición del amo. No sorprende que Obama le haya dedicado un párrafo a quien le soba el lomo, resaltando: «Lo felicito por el éxito de las medidas que está llevando adelante». Así palmeó al vendepatria argentino por los despidos, el tarifazo y el ajuste. Los yanquis siguen desplegando una política para recuperar el terreno perdido en América Latina, de la mano de gobiernos neoliberales serviles.
Un competidor ambicioso. China, en disputa con los yanquis, pretende extender su poderío y congraciarse con los usureros internacionales. Por eso, su presidente Xi Jinping expresó: «Celebramos el avance de la Argentina con el tema de la deuda soberana y le damos la bienvenida nuevamente a los mercados internacionales.» En el régimen explotador y opresor de Pekín no queda un ápice de comunismo.
Saqueo renovado. Y vienen por más. Xi Jinping le planteó a Macri: «Con los recursos naturales que tienen van seguro a un futuro promisorio. Espero que su gobierno pueda ofrecer buenas perspectivas a las empresas chinas que inviertan en la Argentina». Quieren el petróleo, los recursos ictícolas y los alimentos que necesitan, en condiciones ventajosas.
Cueva de Alí Babá siglo XXI. Además de los eventos abiertos, Argentina tuvo encuentros bilaterales con Rusia, España, India y Australia. Y paralelamente se realiza el Business 2016, donde los funcionarios se encuentran con los CEOs de las corporaciones. Es en estas instancias cerradas donde se reparten las ganancias y las riquezas que les roban a los pueblos.
País en venta. Ante los fracasos del segundo semestre Macri fue a conseguir inversiones a costa de poner a la Argentina en venta. Aunque anunciaron el desembarco de Huawei, la construcción de dos represas y una central nuclear, de los contactos previos en Qatar y luego en Hangzhou, sólo derivaron buenas intenciones y resultados limitados.
El pirulín de las inversiones. No hay que dejarse engañar con las dulces promesas del progreso con inversiones. Si vienen, lo harán con garantías de superexplotación, salarios de hambre, limitando derechos laborales, con subsidios, ventajas impositivas y corrupción. ¿No basta la pésima experiencia de las empresas privatizadas para saber con qué «yapa» vienen las inversiones? Las empresas no sacarán a los trabajadores y el pueblo adelante, sólo harán multi millonarios a sus patrones.
Hacia el TPP. Para Macri son muy importantes los negocios con los orientales. También con la Comunidad Europea por la vía del Mercosur, a condición de achicar el proteccionismo y lograr exportaciones con valor agregado. Sin embargo, son movimientos tácticos en función de la estrategia fundamental que es ingresar al Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), el acuerdo de libre comercio con la Alianza del Pacífico que es la línea matriz del imperialismo yanqui.
Antiimperialistas y anticapitalistas. La reinserción macrista en el mercado mundial no tiene otro lugar que el de una semicolonia pobre y explotada, al servicio de las necesidades de los imperialistas y las corporaciones. Por eso, tenemos que luchar contra el saqueo de las potencias y el ajuste. En definitiva, se trata de impulsar la movilización construyendo organizaciones nacionales e internacionales antiimperialistas y anticapitalistas. Siempre en el camino de la salida de fondo que necesitan las grandes mayorías: lograr que gobiernen los trabajadores y el pueblo en el socialismo con democracia.