Bien entrado el segundo semestre, el túnel sigue a oscuras. Lejos de las promesas de campaña, el plan de Macri casi duplicó la inflación del kirchnerismo y profundizó la recesión. El brutal ajuste sobre el pueblo, se traduce en un aumento de la pobreza e indigencia.
Del relato K, al de Macri y sus amigos. Cada vez queda más claro para millones que las promesas de campaña de Macri, eran solo eso. Llegamos a setiembre y es evidente que no hubo la recuperación anunciada del segundo semestre, por el contrario, se ha profundizado la recesión, con caídas del 20% de la construcción, retracción en las ventas minoristas y más del 7% de caída en la actividad industrial (la mayor caída desde el 2002), etc. Frente a esta realidad el gobierno, al igual que el kirchnerismo, recrea su relato: eso sí, con la ayuda de Clarin y el FMI, que ahora nos anuncian que la recesión será “suave” y que para el 2017 esperan un crecimiento del 2,8%.
Otro tanto podemos decir sobre la inflación, que es el principal problema que nos afecta a todos los de abajo, frente al 25% de inflación prometida por el gobierno al asumir, los datos muestran que sólo en el primer semestre ya se superó esa cifra y la inflación proyectada se ubica entre el 40-47%. Y si bien es cierto que a partir de julio empezó a bajar, la causa principal de esta desaceleración es la retracción de la demanda, no porque el gobierno haya tomado ninguna medida activa contra los grandes especuladores y formadores de precio, que ya hicieron fabulosas y extraordinarias ganancias desde la devaluación del peso a comienzo de año y siguen. Los tarifazos de la luz, combustibles y gas, potenciaron la remarcación de precios y le dieron justificación a las grandes corporaciones para trasladar estos mayores costos y de manera descontrolada a todas las mercancías. La anulación de los tarifazos por el fallo de la corte, no hará que los precios vuelvan a retroceder con un Macri que ni los controla, ni los sanciona. También aquí el gobierno, aunque con menos convicción, trata de rearmar su relato y así habla que en los próximos meses la inflación bajará a menos del 1,5% mensual, que la inflación “núcleo” sigue bajando y que debemos esperar para el futuro una estabilización del proceso. El objetivo del gobierno es doble, no sólo calmar los ánimos del pueblo sino tratar de evitar por todos los medios la reapertura de las paritarias, que es un reclamo unánime y más que justo, dado que todas las negociaciones cerraron alrededor del 30%, de manera que si no se reabrieran estaríamos perdiendo entre el 10 y el 17% en un solo año. Pero lo más probable es que esto tampoco se cumpla ya que con la transferencia de ingresos fiscales a la gran burguesía, la caída de la actividad económica y las ventas con su consecuente caída en la recaudación y la imposibilidad (por la resistencia popular) de aplicar los tarifazos, el déficit fiscal aumentará este año, en vez de disminuir como era imprescindible para que el plan cerrara. Por lo que debemos prepararnos para nuevos y más profundos intentos de ajuste.
Derrotar el plan
Que el ajuste que piden el gobierno y el FMI para que pase el plan, era sólo para los trabajadores y el pueblo lo perciben ya no sólo los que lo enfrentamos desde el principio, sino que ya llega hasta los propios votantes de Macri. Es que queda cada vez más claro que a las grandes corporaciones las dejan remarcar sin controles o despedir trabajadores a su antojo, les concede el dólar a $15 o directamente les quita las retenciones como a los oligarcas y megamineros. Por eso, las consecuencias del ajuste las recibimos de lleno todos nosotros, con sueldos atrasados, desocupación creciente y más de un millón y medio de nuevos pobres, mientras que los ricos concentran cada vez más riqueza. Por eso los trabajadores y sectores populares no debemos esperar ningún segundo semestre ni ninguna otra promesa macrista, sino organizarnos y exigir a los burócratas sindicales dejar de hacer declaraciones por TV y pasar a la acción, convocando a un paro general y un plan de lucha hasta terminar con este ajuste que nos agobia. Los frazadazos, las movilizaciones de los meses anteriores y sobre todo la impactante movilización por la Marcha Federal, aunque acotadas a sectores, muestran que sobran las ganas y bronca para llevar adelante el Plan de lucha que necesitamos para derrotar el ajuste.
Gerardo Uceda