La situación de Venezuela continúa agravándose, en medio del intento de la derecha organizada en la MUD y del desastre provocado por el gobierno de Maduro.
Aunque el pasado 1º de septiembre dos concentraciones opuestas se vieron en la calle, siendo mayor la concentración opositora. Estos sectores negocian la mantención de esta polarización, de la que no es parte una gran franja de venezolanos, cansados del mal vivir. Las próximas semanas se esperan nuevas acciones opositoras, con su dirigencia cuestionada por sus propias bases, mientras el pueblo de a pie continúa sufriendo la situación de la que ambos sectores son responsables.
En relación al 1S nuestros compañeros de la corriente Marea Socialista correctamente definían su posición y criticaban los motivos de la MUD. Decían en su declaración:
«La estafa que prepara la MUD con la «Toma de Caracas» del 1/9 consiste en montar una acción de calle que revitalice las escuálidas y fracasadas demostraciones de fuerza que vienen realizando hasta ahora…Aceitar las maquinarias partidarias para ponerlas a funcionar, ya sea en la recolección de firmas para el RR cuando el CNE los habilite… frenar el desgaste político que esos dirigentes están sufriendo con su propia base social… inyectarle oxígeno a una polarización desgastada como sus actores: las cúpulas del Gobierno PSUV y de la MUD… de fondo la MUD tiene una propuesta neoliberal, no contiene ninguna ruta de acción ni de lucha efectiva por propuestas de soluciones para resolver los dramáticos problemas de la población. Por todo esto es que rechazamos la participación en esa marcha».
Maduro: amenazas antidemocráticas y entrega del «Arco minero»
El gobierno redobla su accionar antidemocrático y amenaza a millones de descontentos que nada tienen que ver con los planes de la MUD. No es casual que parte importante de la base social bolivariana sea muy crítica con el gobierno y que muchos no se hayan movilizado el 1S en su apoyo. Es que sufren a diario el desastre económico y las necesidades sociales insatisfechas, males que no pueden explicarse solo por sabotajes de otros, sino por el rumbo del gobierno que ya nada tiene que ver con un camino antiimperialista ni muchos menos anticapitalista. Hay ajuste, pago de la deuda externa, salarios de miseria, inflación y más pobreza.
Como dice el periodista y referente de Marea Socialista Nicmer Evans: «en los próximos dos meses tendremos que pagar casi 7 mil millones de dólares en deuda externa, nuestra gente sigue padeciendo por la escasez de los medicamentos y la comida, no siendo ya lo más dramático esta situación, sino que la gente ya no tiene dinero con que comprar lo que consigue, porque el salario pasó de 600 dólares el salario mínimo en 2007 a 22 dólares en 2016».
La prueba contundente del abandono de un camino independiente es la entrega por parte del gobierno de Maduro de la riqueza en oro, diamantes y otros minerales a empresas transnacionales sobre el 12% del territorio venezolano que será abordado por lo peor del modelo extractivista. Un informe de investigadores independientes dice: «111.843,70 kilómetros de territorio serán ocupadas por más de 150 empresas de la minería de diversas partes del mundo, según informaciones difundidas por voceros del oficialismo… este acuerdo no resulta beneficioso para la nación, ya que el Estado deberá acudir a financiamiento externo para llevar a cabo el proyecto».
Cesar Romero también resalta que el decreto del arco minero del Orinoco contempla una flexibilización abierta de las aduanas y tributos a cobrar a las empresas. Así como lo expresa el artículo 21 del decreto que establece: «el Ejecutivo Nacional podrá otorgar exoneraciones totales o parciales del impuesto sobre la renta y del impuesto al valor agregado, aplicables, exclusivamente, a las actividades conexas a la actividad minera, a los fines de fomentar el impulso y crecimiento de la zona».
Por todas estas cosas compartimos el eje político que Marea Socialista y el amplio espacio llamado «chavismo crítico» realiza desde hace tiempo. Como bien proponen nuestros compañeros: «Lo que el PSUV y la MUD quieren ocultar es que tienen como centro de su política y su acción descargar la crisis sobre el pueblo y entregar la nación al gran capital, pero cada uno cumple su papel en el show de la disputa del control del Estado y del poder. Por eso nuestro llamado es a reagrupar fuerzas para luchar por la defensa de los derechos y de las necesidades populares, sentar las bases de un nuevo proyecto nacional y trabajar por la construcción de una nueva referencia política para conducir la lucha contra la crisis, es la tarea para este momento».
Luis Aguilar
