La entrega de nuestros bienes comunes alcanzó un momento escandaloso los últimos días. Esta vez, el gobierno macrista decidió rifar la soberanía de uno de los territorios más simbólicos y valiosos de nuestro patrimonio: las Islas Malvinas.
Días atrás se difundió un comunicado conjunto que firman la Ministra de relaciones exteriores, Susana Malcorra y el vice-canciller de Reino Unido, Alan Duncan. El documento no menciona los derechos de soberanía de Argentina sobre el archipiélago. Peor aún, el mismo anuncia la intención de avanzar en acuerdos para la explotación conjunta de pesca e hidrocarburos en la zona marítima del conflicto.
La letra chica de la entrega
El documento plantea «resolver todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo de las islas». Al parecer nuestro presidente considera como simples obstáculos a la reafirmación de la soberanía argentina en las Islas Malvinas declarada en nuestra Constitución y a la actual Ley de Hidrocarburos que sanciona a las empresas que exploten el mar aledaño a las Malvinas.
La intención cipaya del gobierno es abrirle la puerta a las petroleras y pesqueras inglesas a que saqueen nuestros bienes comunes, y al mismo tiempo aceptar la postura británica de que no se hable de la soberanía.
A su vez, este acuerdo forma parte de una política global de entrega al imperialismo. Como resalta Clarín, Reino Unido «está buscando un acuerdo de libre comercio con Argentina, un poco más moderado y evolucionado que el de Roca y Runciman de 1933».
En pos de profundizar la penetración imperialista, el comunicado también invita a reanudar con Inglaterra las «consultas políticas de alto nivel», para que los piratas ofrezcan su «asesoramiento y experiencia» en diferentes temas de la política argentina. También pide aumentar la influencia inglesa en el ámbito cultural, deportivo, educativo, científico y hasta de seguridad internacional. Agrega un punto especial para fortalecer la relación entre las fuerzas armadas de ambos países y enfatiza un especial interés por fortalecer lazos comerciales en infraestructura, energía y minería.
Una salida antiimperialista y anticapitalista
Las Islas Malvinas ocupan un lugar muy importante en el colectivo imaginario de nuestro pueblo. Este tipo de negociaciones entreguistas significan una claudicación gigante por parte de la dirigencia política del país que se suman a la inacción de gobiernos anteriores en el tema y a las entregas de todo tipo de recursos a empresas inglesas (Chevron, British Petroleum, Shell, Cadbury, Unilever entre otras).
La pelea por la recuperación de Malvinas no comienza en la costa de las islas ni en los tribunales internacionales, sino en nuestras propias calles afectando los intereses de los capitales ingleses, recuperando nuestros recursos y producción que fueron entregados por los gobiernos cómplices. La pelea por recuperar soberanía tiene que darse también reivindicando el papel heroico del pueblo que puso la vida en esas batallas, atendiendo los derechos de los ex combatientes y movilizados.
Pero también debemos concluir que los partidos tradicionales que defienden este sistema capitalista de saqueo y entrega son parte del problema. Necesitamos construir una herramienta política que se juegue a fondo para recuperar realmente la soberanía. Una fuerza que adopte un rumbo opuesto al de Macri. Que reestatice todos nuestros bienes comunes y los ponga bajo control social y al servicio de las necesidades populares. Una fuerza ecosocialista, que encare una reconversión energética y productiva sostenible. Una fuerza que decida investigar la deuda y no pagarla, terminar con las privatizadas, nacionalizar la banca y el comercio exterior. En fin, una herramienta política consecuentemente antiimperialista y anticapitalista. Desde el MST te invitamos a luchar y avanzar juntos en este camino para terminar con la entrega y lograr una definitiva y real independencia.
Candela Herrero