El sábado 17 de setiembre se realizó en Filosofía y Letras de la UBA un taller de intercambio y debate bajo el título: «Frente a Macri y su modelo ¿Qué proyecto alternativo construir?» Dejamos nuestras impresiones y las propuestas que expusimos en el evento.
Siempre es positivo encontrar un lugar común para desarrollar un intercambio de ideas. El evento cumplió ese objetivo y juntó a diversas fuerzas políticas y sociales para que expusieran sus propuestas. Así lo hicimos desde el MST, también los compañeros del Frente Popular Darío Santillán, Democracia Socialista y el Avispero que integran Pueblo en Marcha, el nuevo agrupamiento llamado Corriente Política de Izquierda, Emancipación Sur, un referente del EDI, integrantes de la Coordinadora de Jubilados, del Movimiento Comunero, de la Red Alternativa y otros sectores presentes.
Hubo una valoración común de la necesidad de enfrentar con la mayor unidad y en la calle al macrismo y su ajuste, también algunas consideraciones similares sobre qué alternativa hace falta construir. La principal es no repetir experiencias fallidas como el FPV que estuvo muy lejos de querer provocar cambios positivos para el país, quedó atado a las corporaciones petroleras, mineras y financieras, siendo parte de un entramado de corrupción desde el poder del Estado. Los presentes también se manifestaron en contra de variantes de centroizquierda al estilo del FAP u otras similares que no ofrecen soluciones de fondo y son más de lo mismo. Al taller de intercambio lo recorrió la idea central de construir desde la izquierda y las luchas sociales.
Nuestra propuesta
Partiendo de varias coincidencias, lógicamente hay muchos puntos comunes y distintas miradas sobre el qué hacer. De nuestra parte expusimos a través de Alejandro Bodart nuestra visión y propuesta, que resumimos en estos conceptos centrales.
Desde el MST creemos que hace falta una gran alternativa de izquierda de carácter anticapitalista. La crisis del capitalismo global, de sus regímenes e instituciones, combinada con el fracaso de los gobiernos llamados progresistas, reafirma la necesidad de darle a una alternativa de izquierda un programa de salidas de fondo, con propuestas contra las grandes corporaciones, contra los planes de EEUU en la región y contra instituciones como el FMI u otras similares. Un programa que ataque el poder capitalista y dé soluciones a las grandes necesidades sociales de los trabajadores, los sectores populares y la juventud, y dé respuesta al movimiento ambiental y de género que lucha por sus reivindicaciones.
Esta alternativa anticapitalista debe ser amplia y abierta, diferente al modelo sectario y cerrado del FIT, que tuvo la oportunidad de hacer una gran convocatoria amplia a todas las fuerzas de izquierda, pero se negó a hacerlo y vive envuelto en peleas internas que lo hace actuar dividido. Creemos en un proyecto de izquierda no sectario, proponemos conformar un nuevo polo unitario y desde allí dialogar con el FIT si cambia y se abre a un debate unitario y con otros sectores de la izquierda política y social.
Queremos avanzar en un acuerdo que supere el carácter electoral, que trabaje a largo plazo. Si queremos ser una opción con peso en franjas de masas de la población y derrotar a los partidos del régimen y a toda la casta política, hay que superar la visión electoralista, los debates de última hora, de urgencia electoral y conveniencia coyuntural. Proponemos dar pasos de unidad anticapitalista desde ahora y más allá de las próximas elecciones. Una alternativa que dé pelea en todos los terrenos, incluido el electoral pero con una perspectiva más profunda.
Además impulsamos un trabajo común con democracia plena, sabiendo priorizar los puntos de acuerdos, debatir fraternalmente las diferencias y no imponer ninguna decisión. No habrá nueva alternativa si priman los falsos personalismos, las peleas permanentes o las decisiones burocráticas. Proponemos un frente donde todo se decida por acuerdo de todos. Y en el caso de las candidaturas electorales hacer los mayores esfuerzos por lograr acuerdos y, llegado el caso, allí donde no se logre acordar utilizar las internas, pero que nadie se divida por debates electorales.
Otro punto importante es actuar en común en las luchas y en el desarrollo de una nueva dirección de los trabajadores y el movimiento estudiantil. Este es otro punto negativo de la izquierda sectaria, que se enfrenta en las luchas, se divide en elecciones sindicales y estudiantiles y es incapaz de convocar a un gran plenario sindical de toda la izquierda clasista. Hace falta conformar un nuevo frente que en el terreno de las luchas trabaje también en unidad contra las patronales privadas, el gobierno y la vieja burocracia sindical y enfrente la judicialización de la protesta social.
Algunas consideraciones finales
Como decíamos al principio de este artículo, el taller fue positivo en la medida que abrió estos debates en común que van a continuar y que reflejan la positiva búsqueda de un nuevo reagrupamiento de izquierda, en ese camino también venimos dialogando sobre esta perspectiva con el Nuevo Mas. De nuestra parte esperamos que se pueda avanzar en un acuerdo político con quienes tengamos la compresión común de hacer algo nuevo desde la izquierda, anticapitalista y sin sectarismo. Hacia ese objetivo trabajamos y queremos dar pasos comunes.
Sergio García