Opuesto al panorama de cierto optimismo que quiere comunicar el gobierno de Macri con respecto al rumbo de la economía, presentando que la inflación de agosto está por debajo del 1% y que será menor al 17% para todo el año 2017; o que hay indicadores positivos de la macroeconomía para augurar una salida de la recesión para el año próximo. La realidad que vivimos todos los argentinos es calamitosa y se evidencia en el dato fuerte de la caída del consumo, que tiene preocupados a todos los analistas económicos del país, más allá que intenten ocultarlo.
Es que todos los datos confirman que las ventas minoristas se derrumbaron en agosto, cayendo más del 7% comparados con el mismo mes del año pasado. Y por más que desde la prensa adicta al gobierno intenten explicarnos que esto sucede porque la gente tiene “en mente” la crisis económica, o que al bajar la inflación ya no es necesario “stockearse” (es decir comprar de más antes que aumente) o que la gente tiene ahora un perfil más racional de compras. La verdad es que esta caída del consumo no es nueva: en los últimos 8 meses viene cayendo alrededor del 4,6% y lo mismo pasa si uno compara mes a mes desde febrero.
La explicación por la que cae el consumo es mucho más sencilla: es que la gente tiene menor poder adquisitivo que el año pasado. Y esto es así porque con Macri hubo un rebrote inflacionario por la medidas que tomó al inicio del mandato (devaluación, tarifazos, aumentos de combustibles, etc.) que llevará la inflación anual a un 45%. Frente a esto los aumentos recibidos por los trabajadores en paritarias no supera el 35-36% por lo que la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación, rondará el 6%. Es por eso que en agosto el 72% de la gente declaró tener “bastante o mucho” menor poder adquisitivo que el año pasado, frente al 69% de abril.
Y esta caída del consumo masivo, es la responsable de la desaceleración de la inflación de los últimos 2 meses. Otra vez la razón es sencilla: los grandes súper y formadores de precios (que ya la levantaron en pala en los primeros meses del año, aumentando los precios a un ritmo infernal que superó la devaluación del peso y toda lógica) ahora al ver que la gente ya no tiene un peso para comprar, deciden “congelar” los precios como dice La Serenísima o al menos aumentarlos menos.
Esta es la famosa Regulación del Mercado de la que hablan los economistas de Macri: Primero les dan la devaluación del peso, el dólar alto y la baja de las retenciones a las grandes corporaciones, acto seguido se dispara la inflación que nos come el salario, luego con la complicidad de la burocracia sindical nos aumentan el sueldo por debajo de la inflación. Por último, como ya no tenemos poder adquisitivo, cae el consumo, todos se alarman y deciden congelar los precios. El resultado es obvio, ellos ya acapararon durante 8 meses fabulosas ganancias, nosotros nos ajustamos el cinturón y pagamos el costo de la crisis y ellos anuncian que ya saldremos de la recesión.