El Partido Justicialista atraviesa una puja interna por renovar su perfil para salir de la crisis generada por la derrota electoral del año pasado y posicionarse de cara a las del año próximo.
Un acto de homenaje al histórico dirigente peronista Antonio Cafiero el 6 de setiembre sirvió de pretexto para la presentación en sociedad de un grupo de gobernadores e intendentes que pretenden tomar la delantera y comandar esta “renovación” peronista. Se trata de los “nuevos” gobernadores, que atraviesan su primer mandato, como el entrerriano Gustavo Bordet, el chaqueño Domingo Peppo y la fueguina Rosana Bertone; y del denominado Grupo Esmeralda, compuesto por los intendentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), y Juan Zabaleta (Hurlingham), entre otros caciques del conurbano.
Se sumaron en las ultimas reuniones antes del acto el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y el jefe del Bloque Justicialista Diego Bossio. Ambos buscan reposicionarse desde sus ubicaciones, actualmente muy cercanas al gobierno de Cambiemos.
La pretensión de los renovadores es deskirchnerizar al PJ. Estiman que si el debate político sigue girando mayormente en torno a la polarización entre Cristina y Macri, se alejan del tan ansiado retorno al poder. Por ende, buscan reorganizar el PJ lejos del FPV y sus figuras para ser ellos los opositores interpelados por el gobierno.
En los días previos al acto, surgió otro grupo de intendentes autodenominado Fénix. En contraposición a los esmeralda, estos defienden la integración del kirchnerismo en el reordenamiento del PJ. Encabezados por los intendentes de Moreno, Merlo, Escobar y Malvinas Argentinas, entre otros, se ubican más cerca de la conducción del PJ Nacional y del peronismo de La Matanza que encabezan el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y la intendenta Verónica Magario.
El acto en sí, organizado por los intendentes esmeralda, terminó logrando el aval de la conducción partidaria y una amplia convocatoria. Participaron desde José Luis Gioja y Daniel Scioli -presidente y vice del PJ nacional- hasta los massistas Felipe Solá, Héctor Dáer y Alberto Fernández, e incluso el intendente de Merlo Gustavo Menéndez, kirchnerista del Grupo Fénix.
Detrás de los discursos de renovación, yace la verdadera obsesión de los caciques del PJ: cómo y con quienes a la cabeza vuelven al poder. Un problema central es que carecen de un candidato que mida en las encuestas. Los renovadores esmeralda quieren que el ex funcionario K Florencio Randazzo juegue un rol, porque mide. Pero este no se definiría hasta el año que viene. Urtubey quiere, pero es visto demasiado cercano al gobierno de Macri.
Los desacuerdos sobre la integración o no del kirchnerismo tienen que ver con lo mismo. Se quieren sacar de encima el mote de la derrota y la corrupción, pero Cristina aún moviliza un sector importante y mide bien en la intención de voto en el conurbano bonaerense.
El peso electoral también explica el debate con Sergio Massa. Él tiene la intención de voto que le falta a los referentes del PJ. Por eso cada vez más dirigentes expresan el deseo de que “vuelva al PJ”. Pero Massa no se muestra dispuesto a entregar su estructura y sus votos al aparato del PJ a ningún precio todavía. Por ahora, avanza en un acuerdo de cara a las elecciones de 2017 con el GEN de Margarita Stolbizer y busca seducir intendentes y dirigentes peronistas al mismo.
A pesar de las diferencias tácticas y la disputa por el control del aparato, a todos los une una orientación para volver al poder. No es una orientación que apunte a enfrentar las políticas de ajuste de Macri ni resolver ninguno de los problemas que padece la gente. La orientación que todos expresan, con matices menores, se centra en garantizarle la gobernabilidad a Macri y preparar una oferta electoral que salga bien parada en las legislativas del año que viene para posicionarse hacia las presidenciales de 2019.
Todos, la conducción nacional de Gioja y Scioli, los renovadores esmeralda y sus amigos, los fénix que quieren mantener a los kirchneristas, e incluso los dirigentes kirchneristas con Cristina a la cabeza, defienden los trazos gruesos de esa orientación. Esto es porque sostienen el mismo sistema capitalista y el mismo modelo semicolonial entreguista que el gobierno actual. Por eso no podemos esperar nada (bueno) de ninguna “renovación” del mismo PJ de siempre.
Federico Moreno