El segundo semestre viene caliente en los hospitales y centros de salud bonaerenses. Y los trabajadores profesionales, fortalecidos por el triunfo en el primer conflicto del año. Haber perforado el techo salarial, la concreción de centenares de jubilaciones que estaban trabadas y una inyección de dinero para paliar la crisis del sistema, junto a la reapertura paritaria, resultó un capital acumulado para encarar esta segunda etapa de la pelea. Vidal está tensando la cuerda. Por eso, ya se realizaron 4 paros de 24 hs, se inicia el tercero de 48 hs y la semana próxima se profundiza con 72 hs. Con congresos periódicos y asambleas semanales, se conduce una pelea decidida pero dura. Se reclama un nuevo aumento para aproximar el salario de ingreso al valor de la canasta total de consumo mínimo (20 mil pesos), la concreción de la jubilación con edad reducida por desgaste laboral (a contramano de la política macrista de atacar los derechos previsionales), la desprecarización de 1.100 compañeros que esperan su designación desde hace más de un año y nuevos cargos en planta, rechazando los intentos de introducir contratos basura. Más allá del actual conflicto, el panorama para el año próximo preanuncia nuevos combates. El congelamiento de vacantes, la promoción del trabajo precario y ahora la reducción lisa y llana del presupuesto sanitario al 5.6%, desnuda la verdadera política de Vidal en donde la salud también es variable de ajuste. La gobernadora macrista, con la anuencia de un afinado coro de la gobernabilidad de pejotistas, massistas y otros falsos opositores, también pretende colocar un techo salarial para el año próximo del 17% y lanzar un impuestazo inmobiliario y al consumo. Mientras aumentan la deuda de la Provincia con los usureros externos fomentan un cóctel explosivo: generar nuevos pobres y por ende mayor demanda del sistema público, a la vez que lo siguen desfinanciando para apelar nuevamente a la receta noventista del arancelamiento. El compromiso de la CICOP una vez más será la defensa del sistema público y el reclamo de suspender los pagos de la deuda externa fraudulenta y un sistema tributario progresivo donde paguen más los que más tienen, para invertir los fondos necesarios para sacar a la salud pública de terapia intensiva.
Guillermo Pacagnini