Vidal estafó con sus promesas de campaña. Habló de educación como prioridad, pero no hay calidad educativa con maestras con $ 9.800 de inicial cuando el INDEC midió en $ 12.500 la canasta familiar para no ser pobre. Además, recorta a niveles históricos los presupuestos educativos y de salud.
El presupuesto en salud era bajo en 2016 y Vidal lo lleva al menor en la historia provincial al pasar del 6,4% a sólo el 5,6% en 2017. Mientras recorta lo que va a la salud pública, crece fuertemente el pago de intereses de la mal llamada «deuda pública», alcanzando a $ 22.600 millones.
Así, a pagar intereses a acreedores externos, financistas y bonistas, Vidal destina casi lo mismo que a prevenir y cuidar la salud de 16 millones de bonaerenses. Mientras achica en salud, los intereses a pagar por la deuda crecen un escandaloso 57%, entre este año y el próximo.
Por el lado del presupuesto educativo, en 2017 sería de sólo el 24,9% del total. Eso implica un recorte de más de $ 16.500 millones, lo que equivale a construir mil escuelas secundarias nuevas. En 2008, Educación alcanzaba al 33,2% del total, en 2012 el 31% y Scioli lo siguió bajando. Pero Vidal lo bajó aún más: al 27% en 2016 y ahora quiere una histórica rebaja con el 24,9% para el año próximo.
Mientras achica el presupuesto para la escuela estatal, vuelve a aumentar un 46,2% lo que destina a subsidiar la enseñanza privada, con $ 14.500 millones para el año entrante. Por si estos recortes no fueran suficientes, el PRO subejecutó además los fondos de este año. O sea, gastó menos en infraestructura, mobiliario y programas socioeducativos. En 2017 el ajuste afectará a Coordinaciones vinculadas a jóvenes y adultos, a educación superior, técnica, agraria y formación profesional, además de secundaria y los consejos escolares.
Macri y Vidal despliegan una contrarreforma sobre la educación estatal y meten en las escuelas bonaerenses a corporaciones privadas, ONG’s y fundaciones. Como la Resolución 63 de la Subsecretaría de Educación que avala el proyecto «Ciudadanos a la Escuela» de la Asociación Conciencia, que trabaja con corporaciones como Pepsico, Nabisco, Massalín Particulares o Telefónica. Ese proyecto consiste en «apadrinar» escuelas y, con una «red de voluntarios», definir qué hacer con el gasto del Fondo Escuelas para infraestructura, dar apoyo escolar y hasta «motivación a los docentes».
Para frenar esta contrarreforma y lograr aumento de salario y presupuesto hace falta un plan de lucha resuelto democráticamente que plantee: un fuerte aumento del presupuesto educativo y de salud nacional y provincial, eliminar los subsidios a la enseñanza privada y rechazar toda privatización educativa.

Francisco Torres Sec. Gremial, Federación Docente