La Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado un proyecto de ley que autoriza al Estado a importar y distribuir el aceite de cannabis para tratar determinadas enfermedades, pero sin permitir el autocultivo como solicitaban organizaciones de familiares que padecen epilepsia refractaria.
De esta manera dieron lugar a los reiterados pedidos de madres con hijos que padecen diferentes enfermedades como epilepsia autismo, pero sin permitir el autocultivo como solicitaban organizaciones de familiares que padecen epilepsia refractaria.
La iniciativa votada por Cambiemos y el Frente Renovador solamente incorpora la investigación estatal y la importación del aceite Charlotte’s web, sumamente oneroso y que sirve solo para un 15% de los casos. Así, se dejaría nuevamente desamparados a todos los usuarios medicinales y se seguirá criminalizando a los cultivadores.
Recientemente a dos jóvenes en Córdoba se les abrió una causa por “comercialización de estupefacientes”. Activistas Cannabicos y cultivadores solidarios proporcionaban de forma gratuita aceite para chicos epilépticos que hoy se encuentran sin su medicina. Los tuvieron más de un mes presos y por más que hayan recobrado la libertad tendrán que enfrentar un largo proceso penal por el cual podrían ser sentenciados a varios años de prisión.
La sanción de esta ley es un avance parcial e insuficiente. No resuelve el problema emergente y además no cuestiona los problemas que la prohibición de la tenencia de drogas para el consumo produce. La contracara del narcotráfico como negocio capitalista es la prohibición de las drogas y su consecuente persecución a la población consumidora.
Sin la despenalización de la tenencia para consumo no habrá fin de las muertes y la criminalidad que genera la guerra contra el narco. Junto con esto es necesaria una legislación sobre el consumo de drogas que esté centrada en el cuidado de la salud pública y no en la criminalización.
Raúl Gómez