Vidal tuvo el descaro de plantear a los estatales un acuerdo paritario por 15 meses, con una supuesta suba del 18% en el 2017. Pero, al ser en 4 cuotas de 4,5% (enero, abril, julio y octubre), termina siendo un 10% de aumento real anualizado hasta el 2018.
Pudo hacerlo por la traición de UPCN y FEGEPPBA que aceptaron un mísero 15% al comenzar el año. La Celeste de SUTEBA pactó un 27% real anualizado y planchó la lucha hasta agosto. Luego, la Celeste y ATE dividieron al negarse a convocar al paro, movilización y plan de lucha provincial de todos los gremios docentes y estatales. Inclusive judiciales terminó, equivocada e inconsultamente, levantando el paro de 48 horas. Sólo CICOP mantuvo su lucha en asambleas y congresos con mandato de base.
Esa pelea unificada es necesaria para arrancar una recomposición salarial antes de fin de año y un aumento que supere la escalada de precios en 2018, en una sola cuota e indexado por la inflación real.