¿Qué paso con la promesa nacional y popular? ¿Fue tal la resistencia al gobierno macrista? ¿Qué hace falta construir para concretar, en el marco de la unidad latinoamericana, una verdadera justicia social? En las próximas líneas algunas opiniones al respecto.
Hace poco más de un año el candidato ungido por Cristina era derrotado en la segunda vuelta y luego de más de una década de kirchnerismo en el poder, se imponía un candidato opositor.
El macrismo construyo su poder a partir de la convivencia con los K en la capital federal y finalmente aprovecho el desgaste de un ciclo que prometió mucho y cumplió poco, para asaltar el poder e intentar poner la marcha atrás.
Un lento degradé
Rebobinando apenas un puñado de meses, lo primero que podemos decir es que los denominados «gobiernos progresistas» entre los que se asunto inscribía el kirchnerismo gozaron de sus mejores momentos cuando tomaron las medidas más radicalizadas contra el poder de las corporaciones y el capital.
La estatización de Aerolíneas, las AFJP, o el correo, la descolgada de cuadros u otras medidas que sustentaron los primeros y vigorosos tiempos del kirchnerismo en el poder se fueron disolviendo entre leyes «anti terroristas», acuerdos con Chevron y vía libre a las corporaciones mineras, petroleras y sojeras. El capitalismo con rostro humano no tardo en mostrar la mueca desagradable de las desigualdades, el saqueo y la expoliación de los bienes comunes.
Lo que se había conquistado se comenzaba a perder y en esas condiciones un candidato impuesto a dedo y rodeado de charlatanes entusiasmaba menos que un partido de la liga iraquí.
La derrota pego en el centro de la línea de flotación, Aníbal se desbarrancó en la provincia de Buenos Aires y a partir de ahí todo se hizo cuesta arriba, pero no tardaron en anunciar el grito de guerra. Resistiremos con aguante anunciaron, y miles en todo el país asintieron entusiasmados, pero una vez más, los dirigentes se preocuparon más por sus propios negocios que por la defensa del «modelo».
Disgregación, reconversión y reabsorción
El primer fenómeno que sacudió a la tropa «fiel» de Gobernadores, Diputados, Senadores y toda la nomenclatura K fue la disgregación, empezaron a montarse las pandillas para la disputa y terminado el mandato indiscutible de la soberana absoluta, decenas de bufones se acomodan para la sucesión. Mientras miles de honestos simpatizantes kirchneristas se movilizaban contra los tarifazos, contra los despidos del macrismo e incluso presionaban a sus dirigentes sindicales para enfrentar el ajuste, el funcionariado se reubicaba para el poroteo. El primero fue Bossio y su bloque, después los gobernadores e intendentes, por ultimo Pichetto y los senadores, cada cual atiende su juego y acompañan los proyectos fundamentales del macrismo o «negocian» proyectos para no afectar la gobernabilidad. Lejos de resistir con aguante el violento plan de ajuste del gobierno, esos señores y señoras, juegan al estanciero en el tablero del congreso.
En el medio del juego están los bolsos en los conventos, los chanchullos en la obra pública y las corruptelas de todo tipo, que por supuesto el macrismo tiene y multiplica, pero no pueden permitirse en un proyecto que se propagandizaba como casi revolucionario. A los miles en todo el país que creen que la situación está mal porque la derecha todo lo puede le decimos, hay que aprender de los procesos, el mejor momento del kirchnerismo fue cuando estuvo más a la izquierda ¿entonces? ¿Era verdad que no se podía ir más allá? ¿Era verdad que criticar las claudicaciones y contradicciones era hacerle el juego a la derecha? ¿O a lo mejor, hacerle el juego a la derecha era abrirle el camino a Macri y Cambiemos?
Para enfrentar a la derecha, fortalecer a la izquierda
Desde el MST creemos que, para enfrentar al macrismo y a otras expresiones del poder en el continente, tenemos que poner en pie una herramienta amplia, profundamente anti imperialista y anti capitalista que logre recuperar muchas de las banderas que el kirchnerismo esbozaba en el discurso y abandonaba en las acciones para combinarlas con otras medidas fundamentales, con ese desafío lanzamos la Izquierda Al Frente por el Socialismo, te invitamos a darle fuerza.
Martín Carcione