Este año ha sido muy pero muy movido para nosotras, las mujeres.
No sólo participamos de las luchas sociales junto a los compañeros varones: como nunca antes salimos a las calles de todo el país miles y miles a reclamar por nuestros derechos e imponer en la agenda nuestros reclamos.
Ya el año pasado habíamos hecho el #NiUnaMenos. Este año lo repetimos, pero estamos revolucionadas y vamos por más. Por eso protagonizamos hechos que nunca habían sucedido antes. La policía fue contra una madre que amamantaba a su bebé en una plaza. ¿Cuál fue la respuesta? ¡Tetazo nacional! Echaron de un bar a una pareja de chicas lesbianas por besarse. ¿Qué hicimos? ¡Besazo y tortazo en la puerta del bar! ¿Y en Tucumán a Belén, que por un aborto espontaneo la acusaron de asesinato y la metieron presa? ¡Campaña nacional y la pusimos en libertad! Y sigue habiendo trata y explotación sexual de mujeres. Pero por primera vez, en Tierra del Fuego, una víctima les hizo juicio a sus tratantes. ¡Y fueron condenados!
En este marco, el Papa nos manda a decir que si abortamos y nos arrepentimos, nos perdona… Como le dijimos en Plaza de Mayo el 25N miles y miles de mujeres: ¡no queremos tu perdón! Y los que no merecen perdón son esos curas pedófilos que abusan de los chicos. Y el hecho más trascendente: ante el brutal femicidio de Lucía Pérez, hicimos por primera vez en el país un gran paro nacional de mujeres y volvimos a llenar la plaza el 19 de octubre. Y ahora vamos por Conte Grand, al que Vidal quiere de procurador bonaerense. Es del Opus Dei y se negó a firmar la adhesión provincial al protocolo nacional de aborto no punible. Lo impugnamos por no respetar los derechos de género ni los derechos humanos.
Nuestra lucha es parte de una nueva oleada feminista internacional. Porque el capitalismo para salvar su crisis va por los pueblos, por los trabajadores y por nosotras. Por eso cada vez más mujeres toman conciencia -y hacen que los compañeros acompañen también- de que los verdaderos enemigos son las instituciones y este sistema, que es el padre de la desigualdad y la violencia contra las mujeres.
Las mujeres estamos en todos lados. Por eso esta tarea de lucha y de construcción es transversal. Las convoco a que salgamos con todo para hacer conocer a nuevas compañeras todas nuestras propuestas, iniciativas y actividades que tenemos planteadas y las que van a ir surgiendo. Porque la violencia no para, la pelea por el derecho al aborto tampoco para y hacia allá tenemos que ir. En cada barrio, en cada facultad, en cada lugar de trabajo, tenemos que organizar comisiones de mujeres para coordinar la continuidad de la pelea, por ejemplo, para hacer un gran paro internacional de mujeres el 8 de Marzo.
Salgamos entonces a hacer grande a nuestra organización Juntas y a la Izquierda, y también a nuestro MST, para dar junto con los compañeros varones la pelea de fondo por derrotar a este sistema capitalista y patriarcal. ¡Vamos, todavía!