El clamor de «ponéle fecha…» expresa que la necesidad del paro está a flor de piel entre los trabajadores. Las CTA convocaron para el 30. La CGT, en crisis luego del desborde sufrido el 8, balbucea algunas fechas, pero no se decide. Hay que seguir reclamando y a la vez preparándolo desde abajo.
La triple jornada de los días 6 con los docentes, 7 con los trabajadores y 8 con las mujeres significó un salto de calidad en el conflicto social y un duro golpe contra el gobierno de Macri. Pero el 7M, además de una gigantesca demostración de bronca obrera llevada a las calles, implicó un histórico cuestionamiento a los dirigentes sindicales que hicieron oídos sordos al principal reclamo de miles de trabajadores: ponerle fecha al paro nacional.
Hay una imperiosa necesidad de concretar ese paro. En primer lugar para fortalecer las luchas en curso. Los docentes libran la batalla principal contra el techo salarial y todos estamos comprometidos en apoyar esa pelea, porque nos fortalece a los estatales, trabajadores de la salud y judiciales que reclamamos por el salario y a los trabajadores del sector privado contra los despidos y la flexibilización, como los compañeros de General Motors, AGR, Volkswagen y otros sectores. Pero el paro es fundamental para unificar las peleas y enfrentar de conjunto al gobierno. Se necesita un paro activo y un plan de lucha para pararle la mano a Macri y derrotar el ajuste.
El triunvirato cegetista apremiado por el masivo quiebre con la base que se manifestó el 7 de marzo y presa de cuestionamientos internos, esboza la primera semana de abril como fecha probable de paro. Claro que sigue condicionando su presunta disposición a la lucha a «que el gobierno rectifique su política». Ambas CTA han convocado para el 30 y la Corriente Federal propone el mismo día.
No puede volver a suceder como cuando la CGT defeccionó ante el veto de la ley antidespidos en mayo del año pasado. Ni cuando prefirió un acuerdo de gobernabilidad a cambio de un bono miserable de fin de año. Hoy no hay margen para maniobras tan burdas.
El paro que se necesita
Fue un paso positivo que se reúnan ambas CTA y lancen el paro para el 30. Y la disposición a confluir con la CGT que sigue sin ponerle fecha. Pero se necesita la mayor unidad de acción de todas las centrales obreras en la convocatoria al paro. Y el mismo también tiene que ser articulado con los sectores sindicales clasistas, la izquierda y los movimientos sociales para poner en pie un gran paro nacional activo, con movilización a Plaza de Mayo y acciones callejeras en todo el país.
El paro tiene que ser activo. En el bochornoso discurso del triunviro Schmid, no pasó desapercibida su mención al «silencio ensordecedor del paro». Porque esta burocracia sólo conoce los paritos domingueros, silenciosos, para bajar los decibeles, descomprimir y poder volver a transar y garantizar la paz social. No es el paro que reclamamos desde el clasismo y la izquierda. Necesitamos un paro con marcha a Plaza de Mayo, con cortes y acciones callejeras en todo el país.
El paro tiene que tener un programa claro incluyendo los reclamos de todos los sectores obreros y populares. Comenzando por apoyar y unir los conflictos en curso, priorizando la lucha docente y los reclamos más urgentes: paritarias sin techo, cese de los despidos y suspensiones y anulación de los tarifazos. Y también por un plan de emergencia obrero y popular: salario, jubilaciones y planes sociales actualizados según inflación; apertura de los libros, reparto de las horas de trabajo y nacionalización de toda empresa que cierre o despida; reestatizar los servicios con control social, anular toda norma de flexibilización, repudiar la deuda e impuestos progresivos para que la crisis la paguen las corporaciones.
El paro no puede ser aislado. Tiene que tener continuidad con un plan de lucha para pararle la mano a Macri y derrotar el ajuste. Los tres días de bronca en las calles mostraron cómo se potencia la pelea cuando se articulan las medidas de conjunto. Hay que organizar un plan de lucha con medidas escalonadas y debatidas en la base para que sean efectivas.
El paro hay que prepararlo en los lugares de trabajo. Para que sea efectivo y contundente hay que tomarlo en nuestras manos. Desde ahora hay que convocar o reclamar reuniones de activistas, asambleas, consultas y plenarios en todos los gremios, para que se debata, resuelva y organice la medida.
La Corriente Sindical del MST se compromete con todas sus agrupaciones a impulsar estas tareas.
Guillermo Pacagnini