Marzo de lucha. El 6 arrancó el paro docente. El 7 los trabajadores ganaron las calles y coparon Plaza de Mayo desbordando a la burocracia sindical. El 8 el Paro Internacional de Mujeres hizo temblar la tierra. Los paros docentes y la Marcha Federal del 22 fueron un nuevo Maestrazo. El 24 un solo grito recorrió el país: fue Genocidio, son 30.000. Y hay un amplio listado de paros, cortes y otras acciones. Además la CGT tuvo que llamar a un paro nacional para el 6 de abril. Para Cambiemos de Macri, Vidal, Bullrich y compañía, fue el mes de “La Tormenta Perfecta.”
Presión y desborde de las bases. Fueron jornadas de lucha con una masividad que no se veía hace años. Docentes, estatales, mujeres y jóvenes volvieron a ganar las calles con paro y movilización. Desde el MST tenemos el enorme orgullo de haber sido parte activa de las luchas que se dieron, estando en la primera fila junto a los trabajadores y el pueblo. El método de la clase obrera ocupó el primer plano de la política y obtuvo logros.
Daba para más. Aunque hay una pelea en curso el techo del 18% a las paritarias ya fue perforado por las luchas. La situación convulsionada le dificulta a Macri avanzar como quisiera con la destrucción de la educación pública, los despidos, la liquidación de los planes sociales, el recorte de las conquistas obreras y populares y la represión generalizada como le piden los fachos. Sin embargo, no se derrotó al gobierno en toda la línea y esto se debe al rol de los dirigentes traidores.
Cacareo con gobernabilidad. La oposición patronal se desmarca del gobierno. Pero cuando las papas queman, sostienen a Macri. El PJ y Massa lo hacen con claridad. El FPV lo disfraza un poco, pero acciona igual. La Celeste de varios de los gremios de CTERA va de agachada en agachada, tirando para atrás. Ni hablar de la CGT, que llamó a un paro por la presión de los trabajadores, pero quiere un paro dominguero sin continuidad ¡Justo cuando hay que pegar más fuerte!
Es una dura pelea. Los de arriba tienen muchos problemas para imponerse. Los de abajo se movilizan con fuerza. Hay una dinámica de enfrentamientos y polarización política. Y no será una pelea fácil por el rol traidor de los dirigentes y porque sabemos que Macri cuenta con el apoyo de los poderosos e insistirá con el ajuste, ya que la burguesía no tiene otro plan y pretende a toda costa que los trabajadores y el pueblo paguemos los costos de la crisis que atraviesa la economía capitalista.
No hay sólo “mal humor social.” A Mauricio le creen cada vez menos. Hasta algunos de sus amigos empresarios lo critican. Sin embargo, lo que más le duele pasa por abajo, donde hay una gran ruptura política con Cambiemos. El presidente ya no goza de la simpatía ni del apoyo que tuvo cuando llegó al poder.
Parches electorales. Los trabajadores y los más pobres seguimos mal. Y hay un gran deterioro en la clase media, importante base electoral macrista. Por eso, se anuncian medidas como: créditos hipotecarios, protección parcial de la industria nacional, promociones para algunas compras y el regreso de las cuotas sin interés. Con decisiones de“bienestar a corto plazo” que no se dirigen hacia ninguna solución de fondo, pretenden evitar un desbarranque electoral.
Sí ganan los docentes, ganamos todos. Vamos a seguir apoyando a los docentes en defensa de su salario y la educación pública. Proponemos que los funcionarios manden sus hijos a la escuela pública y ganen lo mismo que una maestra. Y se plantea el gran desafío de impulsar un parazo activo el jueves 6 de abril y seguirla con un plan de lucha para derrotar el ajuste.
No hay mal menor. Cambiemos (PRO-UCR) está en pleno desgaste y mostrando que le mintieron a sus votantes. No podemos dejar que el PJ-FPV capitalicen esta realidad. Ayer hundieron al país, se robaron todo y pusieron a Milani. Hoy no enfrentan consecuentemente a Macri, dividen los reclamos y bastardean las luchas contra el genocidio proclamando “Vamos a volver.” Tampoco tiene nada novedoso que aportar Massa, que viene del mismo palo. Hay que animarse a cambiar.
Vamos con Izquierda al Frente. Es hora de construir algo nuevo, alejado de la centroizquierda que siempre se queda a mitad de camino y del sectarismo del FIT, subsumido en su disputa interna y negado a ampliarse a distintas variantes de la izquierda. Entre el MST y el Nuevo MAS, con Alejandro Bodart, Vilma Ripoll, Manuela Castañeira y nuestros candidatos de todo el país, te invitamos a conocer nuestras propuestas, a hacerlas conocidas y hacer grande a Izquierda al Frente, como una alternativa a los partidos patronales.