No por repetida la imagen es menos dura. La foto de Micaela, con su sonrisa y su remera por Ni Una Menos, nos llega directo al corazón y a la cabeza. Este nuevo femicidio reactiva los debates sobre la justicia, los violadores y las medidas que hacen falta.
Un primer tema, que se debate mucho, es sobre la justicia. El juez entrerriano Carlos Sebastián Rossi, desoyendo dos informes oficiales en contrario, dejó libre al doble violador Wagner antes de cumplir su condena. Es más: dos días antes del femicidio de Micaela la justicia recibió otra denuncia contra Wagner por su intento de abuso a una niña. Pero nada.
Después de que apareció el cuerpo de Micaela y creció la indignación popular, hasta el gobierno macrista salió a plantear la destitución de Rossi. A la vez, con cinismo, aprovecha el femicidio para culpar al supuesto “garantismo” de algunos jueces.
Pero no es un problema de garantismo sino del machismo de todo el sistema judicial. Esta justicia es machista porque es uno de los poderes básicos de este sistema capitalista y patriarcal. Como bien señaló nuestra dirigente Vilma Ripoll en la asamblea de mujeres en Plaza de Mayo el martes 11, en el marco de la segunda y masiva movilización nacional por Micaela, “es la misma justicia patriarcal que deja libre al cura abusador Grassi, la misma que mantiene presa a Higui, la misma que protege a femicidas y violadores, pero no hace nada cuando las mujeres van a denunciar, y desprotege y revictimiza a las víctimas de violencia.”
“Por eso la solución no es solo destituir al juez Rossi, lo que es obvio, sino también cambiar de raíz toda esta justicia patriarcal -explicó Vilma- Hay que implementar los juicios por jurados populares. Y en vez de que los jueces y fiscales sigan siendo designados por pactos políticos hay que elegirlos por voto popular, en elecciones separadas de los cargos políticos, sin ningún privilegio, con mandatos limitados y revocables.” Los fuertes aplausos corroboraron que gana simpatía nuestra propuesta, única forma de avanzar realmente en democratizar la justicia, hacerla independiente del poder político y con perspectiva de género.
¿Y con los violadores, qué?
Otro debate, alentado desde algunos medios, es sobre las condenas. Como siempre, resurgen planteos de mano dura, registros de violadores y hasta castración o pena de muerte. También se debate si los violadores son todos psicópatas y entonces son inimputables o les cabe el famoso atenuante de emoción violenta.
En medio del dolor, en la puerta del velorio en Concepción del Uruguay, donde se hizo un sentido acto del Movimiento Evita del cual ella era militante, el papá de Micaela dio en la tecla: “No quiero venganza, no quiero justicia por mano propia y no quiero que el Estado crea que tiene que salir a reprimir por esto. Hay que cambiar el sistema institucional, no reprimir”.
Vilma también explicó nuestra posición al respecto en Plaza de Mayo, junto a la nutrida columna de Juntas y a la Izquierda y el MST: “Endurecer las penas no sirve, porque el goce de los violadores es el abuso de poder y por eso tienden a repetir. La violencia machista no es una patología individual, sino fruto de este sistema capitalista y patriarcal. Incluso el 80% de los abusos y violaciones son intrafamiliares o del ámbito cercano a la víctima. ¿Acaso pretenden que una nena denuncie al padre, al tío o al padrastro y, como no hay refugios, tenga que volver a la casa? La clave es implementar la prevención y los sistemas de protección y, si algún violador es realmente psicópata, que reciba tratamiento psiquiátrico en prisión.”
El 8 bajo la lluvia y el 11 de nuevo, nuestra agrupación y nuestro partido nos movilizamos con toda fuerza en la capital entrerriana y en todo el país. Seguimos gritando Ni Una Menos, denunciando la inacción de Macri y los gobernadores, y exigiendo un presupuesto de emergencia para refugios, asistencia integral y subsidios. Y desde ya mismo vamos a preparar un 3J unitario y multitudinario porque Vivas y Libres Nos Queremos. La organización y la movilización es el camino para lograr justicia por Micaela y por todas las víctimas de violencia.
Juntas y a la Izquierda – MST