Es sabido que el gobierno de Cambiemos, que hace todo para favorecer a los ricos y la burguesía, intenta superar la crisis económica descargándola sobre la espaldas de los laburantes. No es una exclusividad de ellos, todos los gobiernos lo han hecho. Pero a los trabajadores no es algo que nos guste ni nos caiga simpático… y cada vez menos, por eso resistimos, nos organizamos y luchamos, entonces para hacer pasar el ajuste necesitan la represión. Y echan mano a todas las herramientas con las que cuentan o inventan nuevas, como la ley antiterrorista o el protocolo antipiquetes. Y por supuesto las fuerzas represivas. Las fuerzas policiales más que como “guardianes del orden y la ley” son vistas por lo que tratan de ocultar: que son una cueva de corrupción, narcotráfico, redes de trata, juego clandestino y zonas liberadas para el afano.
Los gobernantes entonces se desesperan por lavarles la cara, mostrar otra imagen y por eso necesitan tenerlos de su lado, como aliados necesarios para imponer el ajuste que, como decíamos, sólo entra con represión. Para que sean los perros guardianes de su poder, de las riquezas de los empresarios y los millonarios y para evitar que el pueblo vaya contra ellos, contra los corruptos y los ricos. Y para ello los mantienen con los mejores salarios, les dan todas las prebendas posibles, hacen la vista gorda ante los delitos y la corrupción y tienen una política de garantizarles la impunidad, de borrar los crímenes que cometieron, de sacarlos de la vergüenza y la condena que prácticamente toda la sociedad les ha impuesto.
Cambiemos, ayudado por la iglesia y los medios y las fuerzas de la burguesía quiere perdonarles todos los crímenes, reconciliar a la sociedad con estos asesinos, los invita a la Casa Rosada y aplaude los fallos a favor de los que torturaron, violaron, desaparecieron, robaron, suprimieron la identidad y asesinaron a miles y miles de compañerxs.
Es un ida y vuelta de “favores”: yo te perdono los crímenes y me hago el distraído ante los delitos actuales, y de yapa te lavo la cara, y vos estás a mi disposición para reprimir a los que luchan.
Pero el pueblo no olvida, no perdona y no se reconcilia, lo demuestra cada aniversario del golpe, cada marcha contra un hecho de impunidad y la respuesta que hoy le damos a este nuevo intento de imponer un beneficio a los genocidas con el 2×1 y las domiciliarias.Ni impunidad de ayer ni represión de hoy.

Juan Bonatto