En los SUTEBA Multicolor impulsamos la unidad contra el ajuste de Vidal y el freno de la burocracia. Pero con polémica sobre la magnitud del ataque macrista, la disposición de la base a luchar, lo que iba o no a hacer la burocracia y la necesidad de postularse con iniciativas para superar sus agachadas.
Hubo dos políticas. Ya en diciembre debatimos si se debía esperar al Plenario Multicolor del 1º de marzo como quería Tribuna Docente (PO) o convocar en febrero como planteamos, al caracterizar que Macri venía por todo. La realidad nos dio la razón y movilizamos el 2 de febrero a la reunión de Vidal y los gobernadores del PJ-FPV para fijar el 18% y liquidar la paritaria nacional.
Así postulamos una alternativa junto a sectores de SUTEBA y gremios de la Federación Docente, FND. Por su errada visión, PO y otros grupos quedaron diluidos, yendo detrás de la Celeste, que debió llamar.
Otro debate fue sobre el «no inicio por 72 hs» que planteamos junto a la FND y gremios como Adosac. O si debía ser sólo por 48 hs como quería PO, coincidiendo la Celeste. Pero como dijimos el 19 de febrero: «Las asambleas del 14 y 15 fueron un cachetazo al 18% de Vidal. Y a la Celeste, ‘dura’ en sus dichos, pero tibia en la lucha… La votación en los SUTEBA Multicolor fue paro de 72 hs con continuidad. Un traspié para Tribuna Docente (PO), Azul y Blanca (PCR), Marrón (PTS), Tigre o el Encuentro Colectivo que se negaban al No Inicio de 72 hs y plan de lucha que planteamos».
También se negaron a exigir e impulsar la Marcha Federal Educativa que la Celeste terminó llamando y fue multitudinaria. Hubo más debates en abril y mayo, pero lo cierto es que, por decisión de PO y quienes lo acompañaron, la Multicolor no llamó a un solo paro o movilización por fuera de los que convocó Baradel.
Como dijimos entonces, este debate es clave porque los sectores clasistas debemos encabezar la disposición a luchar de la base y superar los tibios planteos de la burocracia. La falta de postulación en el conflicto condicionó la elección Multicolor. Es preciso avanzar en un modelo sindical de mandatos abiertos, en vez de imponer «línea» y caer en el viejo gremialismo que decimos combatir. Cuando Vidal sigue dilatando y la Celeste mantiene la tregua, vamos por más Alternativa Docente para torcer esa realidad.

Andrea Lanzette