En diciembre de 2015 Gerardo Morales asumió como gobernador de la provincia de Jujuy. Se anunció con bombos y platillos la llegada del renovador cambio (UCR-Cambiemos), lamentablemente los que decíamos que eran parte de lo mismo una vez más teníamos razón.
La tan pregonada reforma de la Justicia no fue más que la designación de algunos de sus diputados recién electos como jueces del Superior Tribunal de Justicia, y la ampliación del organismo de 5 a 9 integrantes, logrando así un ente totalmente controlado por el ejecutivo provincial. De esta manera su primer acción de gobierno acabó con la independencia de la Justicia. Esto terminó de confirmar lo que todos los jujeños sabemos, que la Justicia es sólo para los gobernantes y poderosos de la provincia.
De esta forma y con las manos sueltas de algunos jueces, empezó el hostigamiento hacia los miles que en la Plaza Belgrano pediamos trabajo y ayuda alimentaria. Esto se reflejó con el apriete de los dirigentes, la constante provocación de la policía, teniendo su punto culminante con la detención arbitraria de Milagro Sala y de otros dirigentes, hecho cuestionado incluso por organismos internacionales.
A los trabajadores estatales se les impuso una paritaria miserable del 10% sin siquiera un ámbito para discutir el salario, más que reuniones informales en las que ningún ministro tenía poder de decisión. Luego muchos fueron despedidos y a otros tantos precarizados aún más, todo en nombre del “cambio y la transparencia”.
Las medidas de Morales, como la reciente entrega en garantía de la coparticipación provincial para un negociado con capitales chinos, tienen un denominador común: se ven beneficiadas las patronales y los grupos poderosos como Blaquier-Ledesma y son perjudicados miles y miles de jujeños que siguen desocupados en los barrios, precarizados en el Estado y mucho más en el sector privado con salarios bajos y muchas horas de trabajo. Pero los radicales no hicieron esto solos, el PJ/FPV es socio de sus políticas como lo fue cuando gobernó la provincia y le dio la espalda a los trabajadores y sectores populares.
En Jujuy hace falta hacer posible lo necesario
Para responder a este terrible ajuste que se está aplicando en el país y en la provincia hace falta resistir en las calles, pero también llevar nuestras propuestas al congreso.
Hace mucho que necesitamos conseguir más derechos para la juventud que hoy no tiene oportunidad para estudiar ni para trabajar, ejecutando un verdadero plan de empleo en base al cobro de fuertes impuestos a los terratenientes y grupos concentrados.
Ante el crecimiento de los femicidios y para cambiar de raíz esta problemática hay que sancionar una ley de emergencia de violencia de género donde tengan protagonismo las organizaciones de mujeres para el diseño, ejecución de políticas públicas y para el presupuesto para la misma.
Para terminar con la precarización en el Estado hay que pasar a todos a planta por ley y en el ámbito privado tocar la ganancia empresarial implementando una ley para eliminar los contratos basura y la tercerización.
Para esto y más necesitamos que nuestros candidatos lleguen al congreso. Acompañá a Betina Rivero para senadora nacional y a Gloria Zambrado para diputada nacional.
Leo Rivero