Raquel Hermida, una reconocida abogada feminista, es la defensora de Eva Analía “Higui” De Jesús, atacada por lesbiana y presa por defenderse. Por orden judicial Higui fue trasladada al penal de La Plata, donde tiene asistencia psicológica especializada en género ya que sufre estrés postraumático por el abuso sexual que padeció. Como integrantes del frente por la libertad de Higui, conversamos con Raquel.

¿Cómo está la causa de Higui?
Actualmente tenemos tres expedientes en curso. El principal tramita ante la Unidad Fiscal Nº 25, en Polvorines. Investiga el fiscal Germán Weigel Muñoz. Hay un pedido de prisión domiciliaria que tramita en el Juzgado de Garantías Nº 6 de San Martín. En el tercer incidente, ante el rechazo a la petición de excarcelación, que apelamos, ahora está en trámite en la Sala Nº 1 de la Cámara de Apelaciones de San Martín y este jueves 8 fundamos la apelación. Higui merece la excarcelación extraordinaria, como en los casos del carnicero y del cirujano. Y el 7 es la pericial psiquiátrica en la Asesoría Pericial.
Sorprendentemente, ahora se están agilizando los plazos. Y se está tratando de regularizar todo, porque ya estamos llegando al término procesal que tiene el fiscal para finalizar la investigación penal. No existe razón jurídica alguna que fundamente que Higui pueda entorpecer la justicia o fugarse. No tiene los medios para hacerlo. Además he prestado caución personal para su liberación, ya que tengo confianza plena en que no va a escapar.

¿Por qué los atacantes no están imputados?
En primer lugar, porque quien organizó la violación correctiva está muerto. No así quienes lo acompañaron y la golpearon. Ella se defiende del acceso carnal, es decir de la penetración, y se lo quiere sacar de encima. La no prosecución de los atacantes por parte de la defensa es materia estrictamente de estrategia procesal. Sin perjuicio de ello, tampoco se inició una investigación de oficio pues al comienzo de la causa ni la jueza ni el fiscal se plantearon creerle a Higui. Para que quede claro, es la justicia la que determinó su prisión preventiva. Recién ahora están dudando…

¿Qué es la figura jurídica de “violación correctiva”?
Es un abuso sexual agravado, que tiene por fin modificar la identidad sexual de una persona; en este caso específico, de una lesbiana. El macho le atribuye a su falo una función curativa de lo que él cree que es una enfermedad: el lesbianismo. Esto no es una situación de violencia de género genérica, sino específica, padecida por el movimiento de lesbianas. Su origen se remonta a Sudáfrica y de Europa del Este a Inglaterra. Está todo planteado en la apelación.

¿Qué valor tiene la unidad para lograr la libertad de Higui?
Yo creo que la visibilidad de la injusticia y del incumplimiento en los deberes de funcionarios públicos en que incurren jueces y fiscales les otorga a los ciudadanos la opinión y la decisión de pedir justicia. Veamos ahora, que se están llevando a cabo los juicios por jurados: en esos juicios es el pueblo quien está decidiendo. Por eso es tan importante que todas las organizaciones sociales se pronuncien por una causa como la libertad de Higui y la comuniquen a los medios.

¿Un mensaje final para las compañeras de Juntas y el MST?
Antes que nada, quiero decirles gracias por todo lo que hacen. Y que su trabajo social y político en esta lucha contra la violencia de género se evidencia día a día y modifica nuestra terrible emergencia nacional.

Entrevistó: Catalina Coles, Juntas y a la Izquierda-MST