¿A quién votas? «Todavía no sé» es la respuesta más escuchada. Se debe a que hay miles y miles de argentinos que desconfían de los chantas de la vieja política. Son muchos los jóvenes trabajadores, las mujeres y los estudiantes que están pensando y buscando caminos alternativos. Hay mucha bronca con la inflación, los despidos y el ajuste.
Ninguno de los dos. Cambiemos apela al voto miedo para «no volver al pasado» y «jubilar a Cristina.» Quieren desviar la atención del desastre que estamos viviendo. El FPV-PJ focaliza en rechazar el presente. Pretende que ni se hable de su ruinosa y corrupta gestión. Ambos son los protagonistas de una falsa polarización de conveniencia mutua. No caigas en esa trampa.
Diputados de la transa. Ellos gobiernan para los ricos. ¿Y sus diputados? Son los que tranzan en el Congreso. Ahora hacen que se pelean, pero: ¿sabías que no hay una sola ley importante que el bloque de Cambiemos haya sacado por su cuenta? Se aprobaron gracias al apoyo del FPV-PJ a cambio de cargos y negociados. Son las leyes que luego se transforman en ajuste contra vos. No los votes más.
No todo lo que reluce es oro. El justicialismo presenta a Cristina porque es la única que, aun habiendo caído en la consideración popular, conserva un importante caudal en votos. ¿Y sus listas? Escondidos en segundo plano, están los mismos punteros, caudillos y burócratas de siempre. Mirá como será, que la primera declaración de Vallejos en campaña fue en defensa del corrupto Boudou. Volver al pasado no solucionará nada.
Prueba de la blancura: reprobados. Tomate un rato para repasar las candidaturas, están todos cruzados. Randazzo y Massa, que fueron K hoy enfrentan a Cristina. Ocaña, que también lo fue, se pasó a Cambiemos. Taiana, que era díscolo, comparte fórmula con la jefa. Mirá Itaí Hagman, que se hacía el progre, ahora participa de la interna del PJ junto a Guillermo Moreno. Se cambian de bando como de camiseta. Y si obtienen cargos, harán lo mismo.
El cuchillo bajo el poncho. Ahora Cambiemos actúa para consolidar a su núcleo duro y al mismo tiempo se cuida un poco para no perder votos. Sin embargo, ya trascendió que preparan medidas post electorales. Reconocen que son para «bajar el costo argentino» como exige el empresariado. Van a usar cada voto que saquen para «normalizar» el país desde el punto de vista burgués, es decir con ajuste y represión. Por eso es fundamental castigarlos con las luchas y con los votos.
No te hagas los rulos. Desde el gobierno, dan por descontada la «comprensión» de justicialistas y burócratas para renegociar la gobernabilidad y la implementación del futuro paquetazo. Van a intentar ir a fondo, pero es difícil que les salga de taquito. En última instancia la aplicación o no de un brutal ajuste dependerá de la lucha de clases, de las movilizaciones, los paros y las acciones de resistencia.
En la izquierda, hay dos frentes: Izquierda al Frente y el FIT. ¿Sabés por qué? Porque el FIT es cerrado y sectario. Desde que se autoproclamó como «la única izquierda» no quiere avanzar en la unidad del conjunto de la izquierda. Nicolás Del Caño, Myriam Bregman, Néstor Pitrola y otros dirigentes son responsables de la división. Llegaron al colmo de querer proscribir a Izquierda al Frente, la unidad entre el MST y el Nuevo MAS. Pero la justicia les rechazó la impugnación. Cada vez queda más claro que hace falta buscar un camino de unidad y de renovación en la cultura política de la izquierda.
Crece Izquierda al Frente. En las calles de Capital, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y en todo el país se multiplica la presencia de Izquierda al Frente. Y con el conocimiento de nuestros candidatos y propuestas, crece el apoyo recibido. Danos una mano para difundir masivamente las propuestas y, a la par, pelear voto por voto. Vení con nosotros. Las puertas de Izquierda al Frente y del MST están abiertas para que te sumes cuando quieras.
Chau posibilismo. Cuando proponemos prohibir la precarización, las patronales ponen el grito en el cielo. Muchos jóvenes dicen «estaría bueno». Pero también hay quienes opinan que «es imposible». No te dejes ganar por el escepticismo. Rendirse ante el «no se puede» que viene desde arriba, ayuda a que todo siga igual. Nada es imposible si la peleamos juntos tanto en las calles como en las urnas.
6 horas y $ 25 mil de sueldo. Son nuestras primeras propuestas para empezar a poner las cosas en su lugar. No es justo laburar 10 horas por migajas. No es justo estar en negro, con un contrato precario, siempre bajo amenaza de despido, a ritmos de esclavitud, en malas condiciones y sin obra social. Nosotros queremos transformar las causas justas en ley. No es fácil. Pero si la pelea la damos juntos, podemos hacerlo.
Que las luchas tengan banca. Con Alejandro Bodart como candidato a diputado en Capital. Con Vilma Ripoll postulada a senadora en Provincia de Buenos Aires. Con las compañeras y compañeros que se presentan en nuestras listas en todas las provincias te damos una garantía: estar siempre con los trabajadores. Para que las luchas tengan banca, meté diputados de Izquierda al Frente en el Congreso y en las Legislaturas de todo el país.