Córdoba, PASO 2017. Una nueva generación para renovar la izquierda

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El 14 de julio largó la campaña hacia las PASO. Los partidos tradicionales llevan candidatos que lo único que logran despertar en la sociedad es indiferencia. Por más esfuerzos que hagan por polemizar, se torna evidente que los acuerdos son más que las diferencias.

El abrazo de Baldassi (Pro) y Llaryora (PJ) en la tapa del diario La Voz, grafica el acuerdo Macri / Schiaretti, basado en una plataforma de ajuste. También la intención de restarle intensidad a las PASO, para que no se transformen en un canal de expresión del rechazo que cosecha el ajuste.
Se confirma que el discurso de la grieta es falso, que más allá de colores y siglas, Schiaretti, Macri y Alicia Kirchner son las puntas de lanza del partido del ajuste.
La bronca contra el plan que defienden a coro, se extiende por los barrios, lugares de trabajo y estudio. Se empieza a expresar el pase de factura de un amplio sector social en la falta de apoyo y a pesar de las volteretas de las encuestadoras, todavía ninguna consigue dibujar un escenario de polarización creíble.

La oportunidad de fortalecer un proyecto distinto

Décadas de bipartidismo lograron que Córdoba bata récords en pobreza, machismo, destrucción de la naturaleza y marginación de la juventud.
Para avanzar, los gobiernos debieron convencer a miles y miles de que lo injusto era algo natural y difícil de cambiar. Pero la experiencia acumulada en todos estos años y la profundidad del ajuste, generan nuevas condiciones que se expresan con fuerza en la campaña. La bronca se vuelve debate y búsqueda de algo distinto, abriendo una oportunidad para construir espacios que impulsan salidas de fondo, como las que planteamos el MST e Izquierda al Frente.

30 Días / 30 Propuestas

A diferencia de las campañas vaciadas de política de los partidos tradicionales,  en los primeros días de campaña las propuestas del MST e Izquierda al Frente se han hecho oir. Hemos decidido plantear una propuesta por día para que quede claro que no sólo denunciamos lo que está mal, sino que tenemos propuestas para resolverlo. Son propuestas necesarias y por lo tanto posibles. También decimos de dónde sacar los fondos necesarios para llevarlas a cabo, proponemos suspender los pagos de la deuda, poner fuertes impuestos a las corporaciones y eliminar los subsidios a la iglesia católica. Propuestas que, junto con la jornada de 6 horas con $25.000, interpelan cotidianamente a miles que muestran su apoyo en las mesas de difusión callejera.

No son utopías, son derechos

Mientras los gobiernos cierran filas para imponer el ajuste, el FIT de Liliana Olivero que rechazó la unidad, hoy ubica el ataque a Izquierda al Frente, en el centro de su campaña. Esto muestra crudamente la necesidad de renovar la izquierda. En sus prácticas, su programa, su cultura y lógicamente también en sus dirigentes. Ese es el desafío que nos hemos propuesto, demostrar que se puede construir con una lógica política distinta, alejada del sectarismo y la autoproclamación en las que se cocinan a fuego lento las expresiones de la vieja izquierda.
No sufrir la precarización, trabajar 6 horas con un salario acorde al costo de vida, frenar el desmonte y la contaminación y lograr libertad e igualdad laboral para todas las mujeres, no son utopías, son derechos. ¡Y vamos por ellos!

Marcelo Maceira


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