Conclusiones a partir de nuestra participación en el 8° Encuentro de pueblos fumigados. Los debates que faltan dar.
El 19 y 20 de Agosto se llevó a cabo el 8° Encuentro de pueblos fumigados en San Andrés de Giles. La Red Ecosocialista MST participó llevando la campaña del colectivo Andrés Carrasco, “Si a la vida, no al glifosato”. Sumamos la consigna “Aparición con vida de Santiago Maldonado”-que terminó dándole nombre al encuentro- y “Libertad a Agustín Santillán, Hugo Delgado, Roberto Frías y desprocesamiento de otras 18 personas del pueblo Wichi” entendiendo que la represión y el despojo de los pueblos originarios son condición necesaria para que el extractivismo pueda desarrollarse.
Según los organizadores, el encuentro fue el más concurrido de estos ocho años. Se intercambiaron valiosas experiencias sobre resistencias territoriales, efectos sobre la salud, prácticas agroecológicas, distintos avances legales como ordenanzas municipales y se elaboraron declaraciones rechazando el propósito del gobierno nacional de ampliar las áreas a fumigadas. También se expresó el rechazo al rol que desempeñan, en este sentido, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, y de su par en Agroindustria, Ricardo Buryaile. Fueron dos días de confluencia de saberes y trabajos, de intercambio de opiniones tendiendo puentes hacia la organización que culminó con una sonora caravana que interrumpió la siesta dominguera al ritmo de los tambores y al grito de: “No queremos ser pueblos fumigados”, “alternativa agroecología”, “fuera el modelo de saqueo y represión”. Se llegó a la conclusión de que los agrotóxicos están tan presentes entre nosotros, en nuestros cuerpos, en la vida cotidiana, que ya no puede pensarse en una zona afectada. Todos estamos fumigados.
Todos somos pueblos fumigados
El gobierno de Cambiemos redobla la ofensiva extractivista, busca consolidar a la megaminería y el agronegocio como los pilares del modelo económico. Los acuerdos firmados con China que proyectan un aumento del volumen de commodities destinados a la exportación -más la continuidad del los proyectos de las represas y las plantas nucleares- son una prueba de que no existe una diferencia en la orientación productiva con respecto al gobierno anterior. Desde la Red ecosocialista expresamos, en las distintas comisiones en la que nos tocó intervenir, la necesidad de cuestionar el modelo en forma integral, no solo la técnica agropecuaria aplicada. Pensamos que hay un hilo que une a quienes sufren las fumigaciones con quienes son despojados de las tierras, con los afectados por la megaminería, con quienes quedan en la calle por la especulación inmobiliaria, con quienes son víctimas de las redes de trata etc. El problema se llama extractivismo, capitalismo.
Los debates que pensamos que hay que dar
1) Es necesario construir un frente o coordinación muy amplia que represente un “muro de defensa” del 99% ante el avance del extractivismo en general. Implica una total pluralidad sobre la base de un programa claro que ponga de manifiesto por un lado, a quienes rechazamos este modelo y por otro, a quienes apoyan este modelo productivo y por consiguiente, esta forma de vivir.
2) Esto supone alentar, promover y festejar la integración plural de organizaciones, movimientos y partidos políticos. Sin exclusiones a priori, sin limitaciones cerradas y estigmatizantes. En este sentido somos muy críticos de las resistencia de las organizaciones del encuentro a la presencia de “banderas de partidos políticos” como generalización equivocada y sin discutir el contenido del programa que cada organización defiende.
3) Nuestro planteo clave, nuestra estrategia de fondo, es que el extractivismo no es una condena inexorable, sino una imposición política de los que mandan.
Todxs somos pueblos fumigados, hace falta sumar masa crítica y resistente en la movilización y un proyecto político en clave anticapitalista y ecosocialista para que sea vehículo de empoderamiento del 99%.
Carla Simioni, Red Ecosocialista CABA