Encubrimiento. «No estaba en la Ruta 40. Se escondió en Chile. Lo apuñaló un puestero.» Fueron sólo algunas de las mentiras que se dijeron durante 40 días de desaparición de Santiago Maldonado y cayeron una por una. Cada vez es más evidente el encubrimiento de Macri y Bullrich a la Gendarmería Nacional, su brazo preferido para reprimir.
Focalización forzada. Ahora el gobierno se vio obligado a poner la lupa en sus protegidos. Y empezaron a reconocer que hirieron a manifestantes y hubo otros «detalles» que no se sabían. Macri no cambió de «motu proprio» sino por la fuerza del reclamo popular. Miles y miles estuvimos en Plaza de Mayo y nos expresamos día a día en colegios y puestos de trabajo de todo el país. ¿Dónde está Santiago Maldonado? No es sólo una pregunta, es un reclamo que se extiende.
Acolchonar el impacto. Para proteger a Bullrich, a la institución represiva y al propio Macri, intentar circunscribir la investigación y eventuales responsabilidades a un puñado de gendarmes. Saben que la confirmación de la desaparición forzada o la muerte de Santiago por el accionar represivo sería un golpe para el gobierno de cara a las elecciones de octubre.
Antídoto para la impunidad. Es fundamental que se investigue hasta las últimas consecuencias, algo que no hará la justicia del encubrimiento y la impunidad. Se necesita una Comisión Investigadora Independiente conformada por personalidades intachables de organismos de derechos humanos, sociales y políticos. También que se vayan Bullrich del cargo y Benetton de la Patagonia.
Palos para qué. A los estudiantes los mandan a espiar y denuncian en las tomas. Para imponer las pasantías y los planes de estudio al servicio de las patronales. A los trabajadores de AGR y PepsiCo los desalojaron y reprimieron. Para meter la flexibilización laboral. A los mapuches les pegan y denigran. Para quedarse con sus tierras. Los gases, palos y balas son para imponer ajuste y saqueo al servicio de los patrones y que los de abajo paguemos los costos de la crisis capitalista.
Corrimiento a derecha que fortaleció al gobierno. Las PASO fueron favorables a Cambiemos. Se ganaron el apoyo de un amplio sector de clase media e incluso de algunos sectores populares. Luego de casi dos años de políticas reaccionarias y de ajuste, no se puede argumentar confusión, se trata de un guiño a la derecha. Aunque no es un proceso consolidado, ni un giro global de la sociedad, sería un error minimizarlo.
Polarización. Ante cada hecho político o de la lucha de clases, se expresa la creciente tensión entre dos polos: los que defienden a ultranza al gobierno y los que estamos dispuestos a enfrentarlo. Es el mismo escenario que provoca Trump en Estados Unidos y llega país por país a toda la Latinoamérica. Ajuste y represión por un lado, paros, luchas y movilizaciones enfrente. Es lo que se va a profundizar en la perspectiva. La lucha de clases dará su veredicto final, pero en esta disputa, el imperialismo y sus gobiernos cómplices no la tienen fácil, ya que no hay ni escepticismo generalizado ni grandes derrotas de los trabajadores y el pueblo.
«Nos mean y dicen que llueve.» Sí los reaccionarios están envalentonados, no es exclusivamente por fortaleza propia, sino por el aire que le dan los dirigentes políticos y sindicales con sus traiciones, treguas y acuerdos espurios. Es el rol que cumplen la CGT, el PJ, el FPV y otras expresiones que le votan todo a Cambiemos y sacan el pie del acelerador cuando las luchas están en alza. Cuentan con la tremenda complicidad de los medios masivos de comunicación, cada vez más mentirosos y formadores de falsas conciencias. Ya son un actor político más al servicio de la derecha.
Gradual, pero sostenido. En dos años de gobierno, Cambiemos aplicó un ajuste gradual y en la coyuntura se cuida un poco por las elecciones. Pero se viene una mano pesada. Después de octubre vienen con un nuevo ataque a los estatales, con la reforma laboral y tributaria y con más ajuste a los de abajo. El imperialismo y las multinacionales encontraron un buen lacayo para saquear y llevarse las riquezas en pala.
Resistencia. Los aeronáuticos pararon contra las Low Cost. Los estudiantes secundarios de CABA toman escuelas frente a las pasantías. Los docentes de Ademys se movilizaron. El pueblo marcha por Santiago Maldonado y Julio López. Las mujeres se preparar para defender sus derechos en el Encuentro del Chaco. Y como éstos hay más reclamos en curso. Los tenemos que apoyar con fuerza exigiendo un paro nacional y plan de lucha para unir y fortalecer los reclamos en todo el país.
Vení con Izquierda al Frente. Ante el ajuste de Cambiemos. Ante el doble discurso de Cristina que, por un lado llama a unir la oposición y por otro, manda a los suyos a votar las leyes de Macri. Ante Massa y los falsos opositores. Ante el obstáculo que representa el FIT para la unidad de la izquierda. Lo nuestro es otra cosa. El MST en Izquierda al Frente superó las PASO en doce provincias y también se presenta en Santiago del Estero. Es una gran oportunidad para fortalecer la renovación de la izquierda votando nuestras listas, en la perspectiva de lograr la unidad de distintas expresiones de izquierda anticapitalista y, en ese camino, construir el Movimiento Socialista de los Trabajadores.
