Por resolución, el gobierno porteño desconoció a lxs delegadxs de la APSS y les dio licencia forzosa sin goce de sueldo a varios miembros de su directiva. Charlamos con Virginia Cunzolo, secretaria de Asuntos Gremiales.
Contanos qué es la APSS.
Es un gremio de base que agrupa mayoritariamente a trabajadores sociales de hospitales y centros de salud públicos de la CABA. El 28 de agosto hubo elecciones para renovar la comisión directiva, tribunal de honor y revisores de cuentas. A su vez se realizó la elección de delegados por hospitales y áreas programáticas. La Asociación existe hace más de 30 años y tiene personería gremial. Junto con otros 17 gremios integra la Federación de Profesionales del Gobierno de la Ciudad.
¿Cómo es el actual conflicto?
En realidad es un ataque sindical más que un conflicto por el reconocimiento. El 22 de septiembre nos llega una disposición de Hacienda de la Ciudad a la Asociación, donde establecen dos artículos. El primero, se le otorga automáticamente licencia sin goce de haberes por el tiempo que dure el mandato, o sea tres años, a toda la comisión directiva: 19 cargos, que son toda la comisión titular y miembros suplentes. El otro artículo impugna a todo el cuerpo de delegados de la Asociación, aduciendo que una organización de primer grado no puede tener la potestad de llamar a elecciones y elegir delegados. O sea, con las dos disposiciones atacan a los dos organismos de representación del sindicato. Contra la totalidad de la Comisión Directiva buscan que, al no poder cobrar sus salarios, renuncien. Y por otro lado atacan a todo el cuerpo de delegados, que son los representantes de todos los equipos de trabajo de los hospitales.
¿Hay antecedentes de un ataque así?
No, jamás hubo un ataque de este tipo, ni con nuestra Asociación, ni con ninguna de las asociaciones de Federación ni con ningún otro sindicato. Es la primera vez. De hecho cuando tuvimos la única reunión con el Ministerio de Hacienda, con este señor Jorge Rey que es el director de Relaciones Laborales del Ministerio y su equipo, ellos asumen que «nunca se hizo esta medida». Que es un nuevo paradigma con el que van a enfrentar el abuso sindical y con el cual interpretar la Ley de Asociaciones Sindicales. Que no necesitan que les solicitemos licencias, cosa que no hacemos, para arrogarse la prerrogativa de asignárnoslas. Y que si queremos defender los derechos de los trabajadores nos otorgan todo el tiempo para eso, que no nos preocupemos que nos guardan los cargos de planta permanente para cuando el mandato termine y los podemos volver a tomar. Dijeron que no entienden por qué el Estado debería pagar salarios para personas que se van a dedicar a la actividad gremial, desconociendo, que es todo trabajo militante, que nadie cobra ni un peso por toda la actividad que desarrollamos. Además se hace fuera de los horarios de trabajo. Y además nuestro sindicato, al ser pequeño, jamás podría pagar ya no 19 sueldos, sino ni siquiera uno por mes. Eso lo saben y lo admiten, pero aun así siguen en esa posición.
¿Cómo siguen las medidas de lucha?
Tuvimos una movilización la primera semana del conflicto, además de solicitar reuniones. La única que nos dieron fue con este equipo de Rey. Solicitamos reunión con el ministro de Hacienda, que no nos dieron, y tenemos pendiente una reunión con Ministerio de Salud. Generamos una mesa de articulación con todas las organizaciones y sindicatos que nos prestaron adhesión al conflicto y el miércoles 11 vamos a una segunda movilización a solicitar que nos atienda el ministro de Hacienda. Además presentamos un recurso de amparo, que está a la espera de respuesta.
¿Cómo ves la perspectiva?
Esto es un ataque a la libertad y la democracia sindical, no sólo a nuestra Asociación sino a toda la vida gremial. Empiezan por nosotros, pero siguen. Y esto hay que frenarlo con fuerza política y de lucha contra toda la campaña que quieren instaurar respecto de que toda la actividad sindical está relacionada con el abuso, con no trabajar, con el robo de dinero. Intentan instalar esa campaña para después hacer pasar medidas de flexibilización laboral y reforma del sistema de salud. En nuestra lectura política, es lo que intentan hacer cuando tratan de debilitar a los sindicatos que se enfrenten a esas medidas.