La Pampa es un ejemplo cabal de la complicidad de Cambiemos y el PJ que yace detrás de la polarización electoral. La provincia la gobierna el peronista Carlos Verna, que posa de opositor a Macri, pero sus diputados le votan al gobierno las leyes más importantes en el Congreso.
Ante las inundaciones que vienen devastando el norte pampeano, los candidatos de ambas fuerzas no hacen más que tirarse la pelota y culparse mutuamente de que la Obra de los Daneses, destinada a evitar la inundación de esa zona, esté paralizada hace 15 años. Ambos defienden el negocio del monocultivo de transgénicos que causa las inundaciones, y además nos envenena con agrotóxicos. Y ambos aplican en sus respectivas jurisdicciones la misma receta de ajuste y precarización laboral. Sólo desde la izquierda proponemos un camino opuesto.
Los que vienen gobernando dicen que nuestras propuestas son utópicas, pero son derechos básicos los que defendemos, cuestiones que tendrían que ser obvias, pero que hoy nos vemos obligados a defender. Queremos trabajo digno con un salario digno, terminar con la precarización. La plata para garantizarlo está, lo que falta es la voluntad política. Queremos ponerle presupuesto a la ley contra la violencia de género, para que el «Ni Una Menos» no sea una consigna vacía. Queremos el control social de la obra pública, para que esta deje de ser objeto de juegos políticos y corruptelas y se hagan las obras necesarias para dejar de inundarnos. Estas no son utopías, son derechos.
Habiendo superado las PASO, queremos ahora demostrar que Izquierda al Frente es una alternativa real para los pampeanos, y estamos convencidos que esto es posible si renovamos y avanzamos en la unidad. El resultado de agosto, que nos tuvo como fuerza debutante y la opción de izquierda más votada, relegando a la propuesta sectaria del PTS, evidenció la exigencia de unidad que existe en sectores importantes de trabajadores. El 22 tenemos el objetivo de avanzar en este camino.
Jonatan Gomez