Lejos del triunfo con el que se esperanzaban, el 22 de octubre fue un nuevo golpe al PJ, que tuvo su epicentro en provincia de Buenos Aires pero alcanzó por igual a todo el espectro peronista. Solo algunas provincias y municipios zafaron de la “ola” amarilla y es en ese marco donde comienza a discutirse las nuevas autoridades. El aparato político más poderoso de los últimos 60 años cruje y abre una oportunidad de superarlo.
Derrota a doble banda
El PJ sufrió un duro golpe el pasado domingo, en primer lugar porque jugó su principal figura (con un sello alternativo), y fue derrotada y en segundo lugar porque las tendencias que más acompañaron los dos años de gobierno macrista sufrieron importantes derrotas en sus distritos, demostrando una vez más que entre dos opciones similares, siempre se opta por la original y no la copia. Cristina, Urtubey, Schiaretti, Massa, Randazzo, todo el arco peronista sufrió una derrota que profundiza la crisis de conducción (necesidad indiscutida para este movimiento vertical y caudillesco). Junto con el fortalecimiento del gobierno, el conjunto del espectro político patronal se ha corrido a la derecha, el PJ de conjunto acompa- ño ese movimiento votando leyes y garantizando la gobernabilidad de Cambiemos, llamando a desmovilizar y poniéndole una mordaza a los sindicatos, funcionando como correa de transmisión del ajuste. El 22 de Octubre tuvieron que pagar la factura de esta linea y, por más recursos de campaña que intentaron, no pasó la idea de que venían a “pararle la mano a Macri”.
Un proyecto fracasado, que debe y puede ser superado
Las elecciones dejaron mucha tela para cortar, en estas páginas intentamos analizar esas aristas, una conclusión fundamental debe ser sin dudas, que más allá de los discursos de campaña, el PJ en sus distintas facciones ha jugado y, se prepara a jugar en el futuro, a favor del avance del plan del macrismo. Sin dudas esto es lo que permite el fortalecimiento de esta fuerza que hace poco más de dos años no tenia, prácticamente, exención nacional. Los estertores seguirán durante un tiempo, las disputas internas se difundirán en las marquesinas de los grandes medios nacionales, sin embargo el desafío que tenemos por delante es superar esa experiencia ajena a la clase trabajadora, ajena a las luchas de las mujeres y la juventud y poder poner en pie una referencia a partir de las luchas, de las nuevas conducciones sindicales clasistas, de los centros de estudiantes combativos, de las movilizaciones contra la represión y las violaciones a los derechos humanos. Muchos compañeros con los que hemos transitado luchas o nos hemos movilizado unitariamente han tenido expectativas desde la izquierda en el proyecto kirchnerista. Ahora han salido defraudados y se plantean qué camino seguir. Desde el MST nueva Izquierda les proponemos transitar juntos la tarea de poner en pie el nuevo proyecto de izquierda que se necesita.
Martín Carccione