Pasaron las elecciones del domingo y hay importantes conclusiones políticas a desarrollar. Queremos aquí dejar unas primeras opiniones sobre los resultados y sus consecuencias, sobre las perspectivas del país y las tareas de la izquierda y nuestro partido.
El triunfo del gobierno
En primer lugar, es muy evidente que el gobierno sale como el claro ganador de la jornada, superando sus propios números de las PASO y llevándose el triunfo en los cinco principales distritos y en más de la mitad del país, cambiando su relación favorablemente dentro de la cámara de diputados y de senadores. Quedándose con el triunfo en Buenos Aires y Santa Fe, dos provincias claves que en las PASO había perdido.
El resultado confirma y profundiza que hay un importante sector de la sociedad que vota en apoyo al gobierno, que elige a derecha y tiene expectativas de cambio. Son amplios sectores medios y una parte de las franjas populares en dónde el discurso del gobierno ha penetrado con un fuerte apoyo y difusión constante de los grandes medios afines. Apoyo que se sintió aún más en medio de la crisis ante la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado, donde profundizaron con diversas hipótesis la defensa de un gobierno responsable de lo sucedido.
Los resultados son un espaldarazo al proyecto político y económico de Cambiemos, que se siente ahora respaldado para avanzar con sus medidas de ajuste, entrega y represión, independientemente que estén discutiendo cómo y con qué ritmos hacerlo. Pero lo concreto, es que tratarán por diversos medios de seguir avanzando en su hoja de ruta antipopular, y eso traerá nuevos conflictos sociales y resistencia. En el tiempo que viene se verá hasta dónde puede avanzar el gobierno o hasta dónde se lo permitirá el movimiento de masas con sus luchas.
La crisis y derrota del PJ y Unidad Ciudadana
Como contrapartida del triunfo del macrismo está la dura derrota, la peor en muchos años, del PJ en todas sus variantes, desde los sectores más afines al gobierno como Urtubey o Schiaretti hasta CFK en el otro lado del abanico peronista. Si ya en las PASO el peronismo había salido algo maltrecho y con dudosas perspectivas, las elecciones generales solo confirmaron su mal momento y empeoraron su enorme fragmentación y disputas internas hacia el futuro. El principal partido del régimen político argentino atraviesa su peor crisis y no sabe cómo responder al avance de una nueva fuerza de derecha. No hay ningún sector de peso que aparezca visiblemente bien ubicado para encabezar una reorganización del peronismo, que no sea cuestionada por los otros sectores.
La derrota clara de CFK por cuatro puntos de diferencia, profundizó esta falta de liderazgo aceptado por todos. Si ella ya tenía mucha oposición dentro del PJ, su derrota empeora aún más sus objetivos presidenciales para 2019. La derrota de Unidad Ciudadana es un golpe muy fuerte al intento de relanzar un proyecto kirchnerista en el país, porque es verdad que sigue teniendo un sector social que la apoya, pero tanto o más verdad es que ese sector no está en ascenso y no alcanza frente al macrismo, por el contrario, le ha sido bastante útil a Cambiemos, que así puede polarizar usando las banderas contra la corrupción y las mafias.
El intento de CFK de aparecer con un armado inicial de menos perfil pejotista y actos de moderno armado, giró después de las PASO, desesperada por la derrota que se avecinaba, a un discurso más clásico peronista, cuestión que tampoco le sirvió para evitar la derrota que anoche se hizo evidente.
Tampoco los otros dos candidatos surgidos del peronismo, como Massa y Randazzo pueden mostrar un avance. En el caso de Massa que va por fuera del PJ, pero con una parte del peronismo dándole apoyo, terminó retrocediendo en esta elección y no representa más que alrededor de un 6% nacional, viendo reducido su bloque parlamentario. En el caso de Randazzo no cumplió las expectativas de quienes le dieron apoyo, terminó cuarto lejos en Buenos Aires y colocando un solo diputado nacional. Así ninguno de estos dos dirigentes, aparece con fuerza para encabezar un rearmado del peronismo.
El espacio a izquierda y la votación del FIT
En el contexto del triunfo del gobierno y de la crisis del PJ en todas sus variantes, la izquierda de conjunto sale de las elecciones habiendo consolidado una franja de votantes, que representa alrededor de un 5% nacional sumando las listas del FIT, de Izquierda al Frente y del MST. En este sentido es una votación superior a las PASO, de un mayor espacio, que se explica en el caso del FIT, por varias razones.
Entre las PASO y las elecciones generales, el FIT pudo aprovechar la crisis del peronismo en general y de Unidad Ciudadana en particular. También la crisis de la centroizquierda no peronista en su conjunto, que no tuvo alternativa electoral el domingo y eso dejó un espacio vacante que solo la izquierda podía aprovechar. Y el FIT aprovechó las proscriptivas PASO, que dejan afuera otras listas en Buenos Aires, Caba y otras provincias, y le permitió concentrar el voto de la izquierda y sectores más progresistas sin representación. De hechos, los más de 110.000 votos que desde Izquierda al Frente sacamos en las PASO en Buenos Aires, contribuyeron ahora a meter los dos diputados nacionales que logra el FIT, sin olvidar que, sabiendo esta posibilidad, el FIT no dice nada de las antidemocráticas PASO y no las enfrenta ni pide su eliminación.
En concreto, el FIT sale de las elecciones consolidando algo más de un millón de votos, números más o menos similares al 2013 y 2015, no retrocedió ni tampoco tuvo en términos nacionales un avance. Ponía en juego tres diputados nacionales y pudo renovar dos, en el marco de una buena elección en varias provincias, sobre todo en Buenos Aires, Caba y Jujuy, combinado con un fuerte retroceso en Córdoba y la pérdida de representación nacional en Salta y Mendoza.
Que los números del FIT sean en líneas generales buenos no elimina el hecho de que la izquierda de conjunto podíamos haber tenido mucha mejor ubicación. Ya que estaba planteado pelear por bastante más si el FIT no mantuviera su cerrada política contra la unidad de toda la izquierda. En provincias como Santa Cruz o Salta nuestras listas juntas suman arriba del 12%, en Córdoba podríamos haber peleado en mejores condiciones arriba del 6%, en La Rioja lo mismo y en todo el sur del país. La unidad que propusimos desde el MST e Izquierda al Frente podría haber dado en todas esas provincias mejores resultados y obtener más diputados para un proyecto común. Lamentablemente el FIT siguió rechazando esta posibilidad
Los resultados de Izquierda al Frente y el MST
Izquierda al Frente y las listas el MST participamos el domingo en 13 provincias del país, también en La Plata y en otros ocho municipios de Buenos Aires. Y dentro de humildes votaciones que aún no alcanzan para obtener algún cargo, hemos tenido importantes avances, superando en varias provincias nuestra votación de agosto.
Crecimos casi al 5% en Entre Ríos consolidándonos como la 3º fuerza provincial extendiendo nuestra fuerza militante a nuevas ciudades de esa importante provincia. Avanzamos por encima del 3% en Santa Cruz dando un nuevo salto, llegamos además casi al 3% en San Juan y en Salta, obteniendo votaciones muy superiores a las PASO y fortaleciendo el trabajo partidario en nuevos lugares. En Córdoba, con una dinámica y aguerrida militancia, nos consolidamos como la renovación de la izquierda en la provincia, en el marco del retroceso pronunciado del FIT.
Dimos fuertes e importantes peleas en Chubut también rondando el 3%, en La Pampa superando al FIT, en Neuquén, Río Negro y La Rioja con buenas votaciones, y en Santiago del Estero y Jujuy con votaciones algo menores. Y fortaleciendo nuestro trabajo militante en Santa Fe, donde la izquierda en ninguna de sus variantes hizo buenas votaciones.
De conjunto, nuestro partido se consolidó como la fuerza de izquierda más extendida y de mayor presencia política nacional por fuera el FIT. Lo cual es un importante capital político a futuro, que ponemos en función de fortalecer un proyecto unitario en la izquierda.
Dos conclusiones: Contra Macri hacer algo nuevo, de izquierda y plural
Los resultados han confirmado que no vamos a derrotar al macrismo por la vía de volver hacia atrás, de la mano de dirigentes como CFK u otros ex funcionarios de gobiernos anteriores. Respetamos a todas y todos aquellos que simpatizan con ese proyecto y lo han votado, pero es hora de sacar conclusiones correctas, esa polarización macrismo – kirchnerismo favorece a Macri y lo va a seguir favoreciendo. No es por ahí, ni por ningún camino por dentro del viejo PJ, que vamos a superar positiva y progresivamente al macrismo. Es la hora de una nueva alternativa independiente de estos sectores y ubicada a la izquierda.
Esa alternativa tiene que nacer de la confluencia del amplio campo político y social de la izquierda. Valoramos que la izquierda tenga algunos diputados, pero no es por ese pequeño objetivo que luchamos a diario ni así vamos a derrotar a Macri. Es estando de manera unitaria en la calle, de la manera más amplia y levantando un gran polo de unidad de toda la izquierda, como sí vamos a colocarnos en la primera plana de la batalla política contra el régimen y sus partidos. A esto se viene negando constantemente el FIT, y muy probablemente los resultados alienten su marcado electoralismo y tendencia a dividir.
El mismo electoralismo hizo que, increíblemente, el pasado 18/10 mientras nosotros impulsábamos una convocatoria urgente a Plaza de Mayo, el FIT saboteara la más que necesaria marcha ante la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado, y que sus dirigentes públicos no fueran tampoco a ninguna marcha ni el 19 ni el 20/10, todo por especulación electoral. Una marca muy triste que quedó grabada esos días, como recuerdo de lo que no debe hacer la izquierda. Honestamente, creemos que toda la militancia y los simpatizantes de izquierda y populares debemos reflexionar e intercambiar sobre este tema, para que no vuelva a ocurrir.
Pasadas las elecciones, sin duda la primera tarea será enfrentar el ajuste del gobierno que tendrá nuevos capítulos. Para hacerlo necesitamos la mayor unidad en la calle sin ningún tipo de sectarismo. Y en el terreno político el MST e Izquierda al Frente, que es una unidad y conquista política que defendemos, podemos ser protagonistas de un nuevo impulso, de un amplio debate político y del llamado a diversos sectores sociales y políticos ajenos a los viejos partidos, también a los trabajadores, a las mujeres y a la juventud, a fortalecer y ampliar un gran proyecto en la izquierda anticapitalista y socialista.
En ese camino y hacia estos objetivos, invitamos a todas y todos nuestros amigos, simpatizantes, votantes y compañeros de lucha, a fortalecer la construcción del MST y de Izquierda al Frente en todo el país.
Sergio García – Dirigente del MST en Izquierda al Frente