En la campaña Macri anunció varias “reformas”, pero no aclaró en qué consistían. Después que ganó las elecciones lanzó su paquetazo. Y ahora sí vemos de qué se trata: son todas medidas antiobreras y antipopulares.
Macri expuso ante un auditorio colmado de socios (funcionarios, “opositores”, sindicalistas y empresarios) los trazos gruesos de su plan político y económico para “consolidar el cambio”.
Es “ahora o nunca” disparo y el mensaje fue claro, quieren aprovechar el resultado electoral para darnos un golpe brutal y sentar las bases de un nuevo salto en la super explotación al servicio de las corporaciones y los empresarios amigos, en estas páginas analizamos las principales medidas del plan y proponemos un camino alternativo.
La mirada del amo
El FMI, organismo rector del imperialismo e impulsor de las contra reformas en todo el mundo, vuelve a tener un papel destacado en la gestión de Macri. Las principales lineas de su plan son las directivas que serán “monitoreadas” directamente por los técnicos del organismo, que con la zanahoria de las “inversiones” condicionan el conjunto de la economía y el ordenamiento político e institucional soñado por Cambiemos.
Este marco implica una re colonización y un salto en la fase extractivista del capitalismo, que busca no solo profundizar el modelo acumulación por desposeción, sino estandarizar a las direcciones políticas y sindicales a la medida de estos planes. Ante esto, no es casual que el auditorio estuviera plagado de burócratas sindicales y representantes de los principales partidos de la burguesía, es con ellos y bajo la atenta mirada del amo imperial, que Cambiemos logrará sus objetivos, lejos de los discursos electorales y las “grietas” de ocasión, lo que se percibe en el horizonte es una importante unidad del campo burgués, sus partidos, instituciones y medios de comunicación actuando mancomunadamente contra los intereses de los que vivimos de nuestro trabajo.
Profundizando la grieta… entre pobres y ricos
Más allá de la retorica utilizada en su discurso, los enunciados contra los “privilegios” y los llamados al “esfuerzo colectivo” , la exposición del CEO-Presidente estuvo atravesada de un clasismo sin atenuantes.
Las reformas están centradas en atacar derechos laborales, jubilatorios, incluso civiles, de los trabajadores, las mujeres y los jóvenes y a fortalecer las posiciones de los sectores del empresariado y la casta política y sindical.
Comenzando por la reforma laboral, una verdadera hoja de ruta anti obrera, que persigue el objetivo de “bajar los costos de producción” sobre la base de la eliminación de conquistas históricas del movimiento obrero argentino. La reducción de los montos para indemnizaciones, el aumento de las horas de trabajo, la reducción de los años en los que se puede reclamar, la puesta en duda de aguinaldos y vacaciones, el salto en la precarización por la vía de flexibilizar las condiciones de contratación y el guiño a la burocracia sindical que apunta a intervenir en una reglamentación más coercitiva para la organización del movimiento obrero, favoreciendo la concentración por arriba y la división y desorganización por abajo.
En el otro polo, el empresariado se encontraría no solo con condiciones más favorables para la explotación en el terreno económico, sino con un movimiento obrero desarmado, dividido y desguarnecido para resistir los embates.
Este golpe a doble banda no es casual, burocracia y gobierno actúan juntos, ante el proceso subterráneo pero creciente de rechazo a la estructura podrida de los sindicatos, quieren fortalecer sus privilegios al tiempo que desactivan a la clase que puede barrerlos de sus sillones, pero más allá de los discursos las peleas se dan en la calle y tenemos que prepararnos para batallas durísimas.
Jubilaciones, salud y educación: los otros objetivos
El mazazo al movimiento obrero se completa con una reducción en las jubilaciones, el intento de armonización de las cajas provinciales y el aumento de la edad jubilatoria. Lejos de los vídeos de Mauricio bailando con abuelitos alegres, lo que se viene es miseria y ajuste sobre uno de los sectores mas vulnerables.
En las provincias ya se pelea a brazo partido contra la entrega de las cajas y por las condiciones de jubilación obtenidas con la lucha.
En la Salud, la imposición de la CUS, es sin dudas el avance más concreto contra el sistema público , pasando de una fase de des financiamiento silencioso pero sostenido a un ataque directo. Para lo mismo debemos prepararnos en la educación, sin distinción de niveles, los operativos “Enseñar” y “aprender” o la “escuela del futuro” no son más que el preludio del plan “Maestro” que apunta a consolidar una escuela para pobres mientras el sistema privado crece y con el, el negocio de un puñado de empresarios y la iglesia.
Tal como lo demostró en sus años de gobierno en CABA y ahora pretende extender a todo el país, Macri es declarado enemigo de lo público, de los derechos sociales, de todo lo que huela a pueblo trabajador, su plan es el reflejo de esa condición de clase.
Otro reflejo es la avanzada privatizadora sobre los activos del Estado en varios frentes, siendo el más emblemático Vialidad Nacional o la privatización en la política, donde aún no hay mayores medidas puntuales pero se avanza en una reforma que seguramente consolidará los rasgos restrictivos del régimen.
El gobierno mostró su juego, sus aliados están en la mesa y también dispuestos a jugar fuerte, lo que sigue es ver si los trabajadores y el pueblo somos capaces de enfrentar esta ofensiva y derrotarla. El camino debe ser sin dudas la organización, la lucha y la construcción de una nueva referencia política, al servicio de estas tareas vas a encontrar numerosas propuestas en estas paginas, no te quedes al margen, organicemos juntos el enfrentamiento al plan de Macri.
Martín Carcione