Las ultimas elecciones dejaron duramente herido al partido–Estado que gobierna la provincia desde hace más de 60 años. Cambiemos, impulsado por Pechi Quiroga, intendente de la capital, y con un delfín suyo de primer candidato, creció entre agosto y octubre consolidando la victoria de las PASO y metiendo crisis en el partido de los Sapag.
A tono con las tendencias nacionales, las medias tintas retrocedieron, y el espacio aglutinado alrededor de Ramón Rioseco, intendente de Cutral Co, no logró cumplir su objetivo de posicionarse como figura de recambio de cara al 2019.
Las elecciones dejaron mucho más que resultados: abrieron oficialmente el debate de cara a la disputa por la provincia, con muchas divisiones en las alturas y un Quiroga decidido a que esta vuelta no se le escape la gobernación que hace años disputa con poco éxito.
Martínez, el candidato de Cristina logro el objetivo de entrar al congreso, renovando su banca, por la cual tiene el triste récord de ser de los diputados que menos “trabajó” en el período anterior.
En nuestro caso, hicimos una elección completamente a pulmón, apostando a colocar una serie de causas en debate que eran ignoradas sistemáticamente por los partidos del régimen e incluso por el FIT. Denunciamos el modelo del fracking y sus consecuencias de saqueo, contaminación y muerte, levantamos bien alto las banderas de lucha de las mujeres y procuramos debatir con la juventud en Universidades, terciarios y colegios. En la ciudad de Neuquén esto se vio recompensado con un crecimiento militante y electoral, alcanzando el 3,19% de los votos y creciendo casi un punto desde las PASO. Por ese camino seguiremos construyendo.
Martín Carcione