El 2018 comienza con un nuevo escenario político. El masivo rechazo popular a reforma jubilatoria, las multitudinarias movilizaciones de diciembre y los cacerolazos, han abierto una coyuntura de desgaste del macrismo. También salieron golpeados el PJ y los gobernadores. La izquierda jugó un papel clave en la movilización. Está colocado el debate sobre la necesidad de construir una alternativa que organice la indignación.
¿Frente anti – Macri? El kirchnerismo intenta capitalizar la bronca. Junto con algunos sectores progresistas buscan instalar la idea de un gran frente contra el macrismo. Sostienen que allí se deberían reagrupar las diversas variantes del fragmentado peronismo, incluidos los renovadores de Sergio Massa y los gobernadores que le pusieron la cara (y los votos) a la reforma jubilatoria. En sus versiones más “audaces” este frente debería incluir también a la centro izquierda y la izquierda.
Esta orientación implica oxigenar a quienes han sido un engranaje fundamental de la gobernabilidad del ajuste macrista, y que además se postulan para seguir siéndolo. Oculta la responsabilidad política de gobernadores, senadores y diputados del PJ, bajo el manto de las presiones del gobierno nacional. No hay duda de que éste presiona, pero la ausencia total de resistencia de parte de los “presionados” muestra que comparten en lo esencial la dirección en la que empuja el gobierno nacional. Prueba de ello son los ajustes provinciales, y también las caravanas de gobernadores del PJ que acompañan a Macri en sus giras internacionales.
La propuesta de un frente anti Macri con miras al 2019 es, por tanto, funcional a la gobernabilidad del ajuste en tanto busca canalizar la bronca en las calles hacia un armado electoral hegemonizado por los principales socios del ajuste. Es necesario derrotar al macrismo, pero hacia un proyecto progresivo no hacia uno que comparta en lo esencial el rumbo del ajuste y las reformas regresivas.
El Frente de Izquierda
El desgaste simultáneo del macrismo y del PJ abre una oportunidad excepcional para fortalecer una alternativa de izquierda. La dura pelea contra la reforma jubilatoria demostró que la izquierda puede estar a la cabeza de un reclamo multitudinario. Sin embargo, aún estamos lejos de poder capitalizar la bronca. La falta de una unidad superior es un factor clave para esto.
Lamentablemente los partidos que integran el Frente de Izquierda se han negado sistemáticamente a avanzar en este camino. Por su ubicación electoral y su representación parlamentaria son quienes tienen una mayor responsabilidad en hacer una convocatoria amplia a toda la izquierda. Sin embargo, han rechazado propuestas en esta dirección realizadas tanto desde nuestro partido como desde otras organizaciones de izquierda.
Fundamentan su negativa apelando a “importantes diferencias” en abstracto o señalando coyunturas politicas en las cuales hemos tenido, efectivamente, diferentes políticas. Es precisamente este argumento para negarse a la unidad el que revela los límites efectivos de ese proyecto. No se trata de ocultar, ni siquiera de minimizar, las diferencias que hemos tenido, que tenemos o que tendremos. Se trata, por el contrario, de preguntarnos si la existencia de diferencias es un obstáculo insalvable para lograr una unidad sobre la base de las importantes coincidencias programáticas que tenemos el conjunto de las organizaciones de izquierda. ¿Qué diferencias pueden ser más importantes que la necesidad de unidad para enfrentar al macrismo y al conjunto de los partidos del régimen, a las patronales y a la burocracia sindical?
La negativa a encarar esta tarea clave revela el carácter sectario y autoproclamatorio del FIT. Obstaculiza en los hechos la concreción de la unidad. Es en este sentido que el sectarismo se convierte en un oportunismo electoral, y termina por ampliar los márgenes de maniobra de los partidos del régimen. Por ello entendemos que se trata de una experiencia que debe ser superada.
Por una alternativa unitaria y de izquierda, vamos con Izquierda al Frente y el MST
El escenario político plantea con urgencia tareas para la izquierda. Hay luchas en curso en varios sectores, y se acercan también las paritarias en muchos gremios. El gobierno buscará también avanzar con la reforma laboral. Es fundamental la coordinación de la izquierda y el sindicalismo combativo para presionar y superar a la burocracia sindical.
Al mismo tiempo, es necesario avanzar en la construcción de una alternativa política frente al macrismo y el conjunto de las fuerzas del régimen dando pasos en base a un programa anticapitalista y socialista y apostando a un proyecto común que debería superar un carácter meramente electoral para pensar en el mediano y largo plazo. Se trata de lograr que la izquierda sea vista por millones como una alternativa de poder real ante el desgaste de los partidos del régimen.
Desde nuestro partido venimos impulsando junto al Nuevo MAS la construcción y desarrollo de Izquierda al Frente para dar pasos en ese sentido. Desde su propia declaración fundacional este frente ha buscado ampliar la unidad de la izquierda, llamando en la misma de forma explícita al FIT a “una discusión franca entre los dos frentes de la izquierda argentina para una intervención común, tanto en las luchas como en la pelea política y electoral contra todas las variantes del régimen y el sistema”.
Creemos que esta experiencia unitaria puede ser aun superior. Existe el espacio para que surja una fuerza de izquierda con un claro programa de ruptura con el régimen social y político, que tenga la pluralidad para que a su interior convivamos y trabajemos juntas fuerzas políticas que provengan de la diversidad de tradiciones e ideas de izquierda que efectivamente existen.
A lxs miles que se movilizaron en las calles en las jornadas de diciembre que buscan aportar a la construcción de una alternativa frente al macrismo, lxs invitamos a sumarse al MST. Para impulsar la coordinación de los sectores combativos para enfrentar a la burocracia sindical y luchar contra las reformas y el ajuste de Macri y sus cómplices del PJ. Para fortalecer una perspectiva anticapitalista, anticlerical, antipatriarcal y feminista en el movimiento de mujeres y de la disidencia sexual. Para desarollar una corriente ecosocialista y anticapitalista en el movimiento ambiental. Para construir una juventud antiautoritaria, crítica, revolucionaria, que quiera dar vuelta todo y terminar con todos los privilegios. Para pelear por una alternativa política amplia y plural con un claro programa de izquierda y socialista. Para todo esto, lxs invitamos a sumarse al MST.
Luis Meiners