Las luchas en curso, marchas y eventos de los últimos días traen, por supuesto diversas posiciones y concepciones sobre cómo afrontar desde la izquierda la realidad de la clase obrera. Con este artículo nos proponemos plantear una polémica importante con concepciones del PO expresadas en su política reciente.
La etapa actual del país se caracteriza por una tensión central: de un lado, el gobierno y las patronales a la ofensiva; del otro, la clase obrera dispuesta a pelear y conducciones burocráticas que frenan, dividen, aíslan. En fin, sabotean. Ante esto, la unidad y coordinación del clasismo y la izquierda es un requisito central para encarar el momento. En este punto, tenemos posiciones opuestas con el PO. Vamos a precisar con ejemplos los casos emblemáticos de este antagonismo.
¿Subordinación, o unidad de acción y delimitación con la burocracia?
Ya desde el año pasado, desde diciembre, emergió este debate. El PO vertebró un acuerdo sostenido hasta hoy con la conducción de ATE Nacional, la Verde de Cachorro Godoy. Los acuerdos para la movilización con sectores burocráticos son válidos en base a una serie de parámetros. Dos de los más importantes, serían: 1) acuerdos en base a un programa movilizador correcto; 2) garantía de independencia política para criticar a la conducción con la que episódicamente nos unimos. El último 15 de febrero, el PO hizo todo lo opuesto: se movilizó en una acción sin continuidad y usó el micrófono para decir mucho… pero no para delimitarse de esa conducción responsable del aislamiento y la derrota de varias luchas estatales. Más todavía, en el afán de acordar la marcha y el acto final, silenciando críticas y exigencia a la Verde, no participó de la gran columna independiente del Hospital Posadas en esa acción, y prefirió pegarse a Godoy, incluso pretendiendo desplazar al Posadas del centro de un protagonismo necesario y obligatorio para todo clasista: bancar a fondo las luchas centrales. Un caso lamentable de esta ubicación se da en el INTI, donde la Verde dirige la Junta Interna y el PO con su agrupación Naranja tiene peso entre los delegados de sector. Ahí se repite como un calco esa política que decíamos más arriba. Así nunca desde que empezó el conflicto con más de 250 despidos, el PO del INTI planteó seriamente una orientación alternativa a la conducción burocrática. De hecho, fue una compañera de Alternativa Estatal la que mocionó en asambleas tanto la participación en el Encuentro del Posadas, como después de éste, la participación en la columna independiente el 21 F. El PO, nada. Mutis. El resultado es que al día de hoy, la lucha del INTI no progresa y sufre desgaste y tienen la iniciativa las autoridades del Instituto.
¿Coordinación real y efectiva o propaganda?
El PO pretendió ignorar el Encuentro del Posadas no concurriendo al mismo, sólo participando de forma testimonial con algunos pocos militantes. En contraste, cerca de 2.000 activistas y dirigentes deliberamos y resolvimos medidas de lucha para responder a la ofensiva del macrismo. Ni el SUTNA, ni el Suteba Matanza, ni su corriente sindical. Nada. Boicot consciente al Encuentro. Lo más llamativo es el balance insólito en su web, plagado de falsedades, típico de quien no estuvo presente. Curiosamente, en un artículo firmado por Pitrola, explican su propuesta para las luchas del movimiento obrero hoy: impulsar un «Congreso de delegados de base de la CGT y la CTA». El artículo en cuestión reconoce que la propuesta no está colocada en lo inmediato, pero igual es su iniciativa central. Esta posición circuló en redes sociales ante el Encuentro del Posadas ya lanzado. El mismo escrito no menciona la lucha de ese hospital y mucho menos el evento de coordinación. En resumen: se sabotea un Encuentro de miles de trabajadorxs, el clasismo y la izquierda, para oponerle dos políticas: un impracticable «Congreso de delegados de base …» y un muy concreto frente acrítico con Cachorro Godoy. La operación política es muy nítida: encubrir con una propuesta izquierdista, pero de imposible concreción una política real de claudicación a un sector de la burocracia.
La jornada del 28 F: una oportunidad para el clasismo y la izquierda
En la marcha convocada por Moyano logramos cumplir con una de las resoluciones del Encuentro del Posadas: columna independiente de los sectores en lucha y el clasismo. No fue fácil, ya que en la previa PO planteaba que «la cabeza de una columna independiente debe estar integrada por los sindicatos clasistas que libran el combate contra la burocracia, no en los términos episódicos que pueden emerger en una lucha». Definición que violenta toda la tradición del sindicalismo clasista de izquierda, que siempre parte de ubicar a los sindicatos recuperados como instrumentos al servicio de las luchas en curso, no a la inversa con lógica de aparato. Afortunadamente, coincidiendo con lxs trabajadorxs del Posadas y otras corrientes políticas, logramos garantizar una columna equilibrada y unitaria, que el periodismo burgués no pudo desconocer como un actor. Esperamos que este último paso unitario que dimos, sirva de base para una reflexión crítica de PO y su Coordinadora Sindical Clasista. Para que se sumen realmente a la próxima reunión de coordinación del 6/3 votada por el Encuentro del Hospital Posadas, donde entre otras cosas evaluaremos la posibilidad de un nuevo Encuentro, y para que sean parte con fuerza de la jornada de lucha nacional que votamos para el próximo 28 de febrero. Esta última, una verdadera oportunidad para que el clasismo y la izquierda, sean protagonistas ante la defección de la burocracia en sus distintas vertientes.
Sergio García y Mariano Rosa