Compartiendo la necesidad de terminar con el modelo macrista lo antes posible, queremos intercambiar con miles de compañerxs de izquierda y peronistas/kirchneristas, cuál nos parece debe ser la propuesta a construir.
Más de dos años de gobierno macrista y el aumento de la pobreza, la desigualdad social, el desempleo, los tarifazos y otros males hacen que crezca el malestar social. El «hit» masivo MMLPQTP de canchas de fútbol, recitales, medios de transporte y lugares de trabajo, se multiplica con ingenio popular.
Millones estamos en las antípodas del PRO y miles en la calle enfrentamos su ajuste. Pese al rol traidor de gran parte de la dirigencia sindical y al tibio accionar de otro sector, desde las bases docentes, estatales, barriales, del movimiento de mujeres y de la juventud, van creciendo las luchas.
En el PJ y sus aliados hay movimientos. Golpeado tras la derrota electoral de 2017 y alejado del poder político del país y de grandes provincias, comenzó un proceso de encuentros, buscando unidad hacia 2019. Organizado por dirigentes kirchneristas, masistas, randazistas y gobernadores, se vertebra la idea de una gran interna de todo el peronismo, de donde salga un candidato final.
Desde programas televisivos y medios gráficos afines al peronismo, se lanza esta estrategia instalando que con el PJ saldremos de Macri y solucionaremos los graves problemas sociales. Sectores de la llamada izquierda popular como Patria Grande y algunos referentes sociales, equivocadamente impulsan la unidad con el PJ, perdiendo toda independencia frente a un aparato político que es parte del régimen capitalista, y reduciendo su rol a ser acompañantes de un posible gobierno de centro o a lo sumo centroizquierda, modelo que ya aplicó su receta, sin solucionar ninguno de los grandes dramas sociales y estructurales que tenemos.
Compartiendo la necesidad de terminar con el modelo macrista lo antes posible, queremos intercambiar con miles de compañerxs de izquierda y peronistas/kirchneristas, cual nos parece debe ser la propuesta a construir. Que debiera partir de hacer algo nuevo, y no de creer que con el PJ se pueden lograr soluciones para los trabajadores, las mujeres y la juventud.
PJ y macrismo
La dirigencia del PJ, en sus diferentes variantes, es quien ha permitido que Macri gane. Por un lado porque en el último gobierno de CFK el malestar social creció a la par de la corrupción desde el Estado, sirviéndole en bandeja a la derecha un triunfo electoral. Ayudándola también al ponerle como contrincante a Scioli, un candidato de origen menemista y ajustador de su provincia como gobernador. Luego estos dos años, permitió que Macri avance desde el Parlamento, votándole las principales leyes, también en Buenos Aires votando las leyes de ajuste de Vidal y en Caba de Larreta. Con el correr de los meses Rossi y demás referentes kirchneristas no le votaron las últimas leyes a Macri y se ubicaron en la oposición. Sin embargo, son quienes alientan la necesidad de unirse a todas las otras alas pejotistas, que no solo garantizaron la gobernabilidad con Macri, sino que, en las provincias donde gobiernan, aplican planes de ajuste similares. Tal es caso de Insfran, Alicia Kirchner y otros gobernadores.
El PRO/UCR por un lado y el PJ por otro, representan a la vieja política. Lo demostraron cada vez que han sido gobierno, aunque en el caso del kirchnerismo se lo hizo con algunas medidas sociales que no cambiaron la situación de crisis de fondo. La propia CFK reconoce que en su gobierno los grandes empresarios «la levantaron en pala». Los mismos empresarios que en el país de Macri, ahora directamente gobiernan. De volver el PJ al gobierno no decidirán qué hacer ni sus bases ni sus honestxs votantes, sino dirigentes como Felipe Sola, Arroyo, Alberto Fernández, Gioja, Insfran, Menéndez, Santamaría o Capitanich, por nombrar sólo algunos de aquellos, que no representan un proyecto progresivo, más allá que por conveniencia hoy hablen de un modelo «nacional y popular».
Luchar en unidad y ahora
La necesidad de derrotar al macrismo y frenar su ajuste nos une a miles que tenemos diversa pertenencia política y a millones de independientes. Es en la calle y ahora, en las luchas obreras, populares, feministas y en el 24 de marzo, donde tenemos que unirnos y confluir cientos de miles, de la manera más amplia y unitaria. De ahí que la primera tarea que tenemos no es el 2019 que propone el PJ, sino empujar la lucha hoy; algo vital para lxs despedidxs para quienes luchan por mejores salarios, reclaman contra los tarifazos y sostienen la salud y educación pública.
Por eso somos muy críticos del sindicalismo peronista, que hace medidas aisladas sin desarrollar ningún plan de lucha consecuente. Hace falta rodear de solidaridad a los sectores en lucha como el Posadas, el INTI, la docencia y todos los conflictos. Desde ese apoyo hay que avanzar en la coordinación de cada lucha, en unificar medidas y debatir en común como seguir. Impulsando espacios de organización como hicimos en el Encuentro de Trabajadores del Posadas, haciendo nuevos eventos de los sectores en lucha, el sindicalismo clasista y la izquierda. Y, desde esa coordinación, exigirle a las centrales un paro nacional activo y un plan de lucha, decidido en las bases obreras y no entre cuatro o cinco dirigentes.
La hora de la unidad de la izquierda
Porque compartimos la lucha en lugares de trabajo y estudio, en barrios y en el movimiento feminista con miles de compañerxs que han apoyado antes a CFK, o alguna de las listas de izquierda, es que tenemos que construir una propuesta superadora. Que sea una invitación a miles para soltar amarras con el PJ y ser protagonistas de un proyecto anticapitalista que quiera un salto en la unidad de la izquierda, comenzando por proponer la unidad de los dos frentes que hoy existen: el FIT e Izquierda al Frente.
Lamentablemente, esta propuesta la rechaza sistemáticamente el FIT con excusas y apelando a diferencias del pasado. Su política es un gran error que divide y favorece al gobierno y a quienes, desde el PJ, alimentan la idea de ser la alternativa a Macri. En estos momentos, donde se debate la unidad de todo el peronismo, negarse, como hace el FIT, a la unidad de la izquierda es todavía más nocivo.
Desde el MST en Izquierda al Frente queremos un proyecto de izquierda distinto, profundo en su programa anticapitalista y socialista, de lucha y con propuestas de unidad para sentar las bases de un gran acuerdo de los dos frentes que hay en la izquierda. Acuerdo que podría hacerse sobre bases claras: un apoyo común a las luchas en curso, impulso de nuevos eventos del sindicalismo clasista, intervención conjunta en elecciones de sindicatos y centrales contra la burocracia. Pasado el 8M, el lanzamiento de una campaña común por el aborto legal, seguro y gratuito. Y sobre este accionar, debatir un acuerdo programático en base a los programas de los dos frentes.
Así responderíamos -con acuerdos y diferencias- al reclamo de miles de simpatizantes de izquierda, de activistas obreros, feministas y de la juventud que nos piden la unidad. Y ganaríamos un gran hecho político nacional y de impacto internacional, que alentaría a otros miles que han apoyado a variantes peronistas, a que vean que en la izquierda anticapita-lista y socialista nos jugamos a disputarle a fondo al macrismo y a todas las variantes del régimen capitalista, en base al lanzamiento de un frente común, más grande, más fuerte y con el norte puesto en cambiar este régimen político, económico y social, apoyados en la movilización y protagonismo obrero y popular. Hasta ahora el sectarismo y electoralismo del FIT impide que se avance en este camino unitario. Es su decisión, cambiar alguna vez ese curso tan equivocado.
Mientras desarrollamos este debate, te invitamos a conocer y a construir el MST e Izquierda al Frente. Para impulsar cada lucha, estas propuestas políticas y esta estrategia que fortificaría a la izquierda y enfrentaría en mejores condiciones al macrismo y sus cómplices. Sumate a compartir este proyecto, teniendo nuestro compromiso de seguir haciendo los mayores esfuerzos para la unidad de la izquierda que hace falta.