Hay 2019. Esta fue la consigna central del Encuentro de la Militancia Nacional protagonizado por Jorge Capitanich, Agustín Rossi y el anfitrión Alberto Rodríguez Saa, en San Luis el 16 de marzo. También figuraron en primera plana los Hugos, Moyano y Yasky, el camporista Andrés «el Cuervo» Larroque, y el presidente del PJ, José Luis Gioja. Los gobernadores de Formosa, Gildo Insfrán y de San Juan, Sergio Uñac, pegaron el faltazo por una visita sorpresa de Macri y la inauguración de obras del ministro del Interior Rogelio Frigerio, respectivamente, pero mandaron representantes. El evento fue una continuidad del que realizaron en la UMET el mes pasado dirigentes del kirchenrismo, el massismo y el randazzismo, y buscó avanzar hacia la unidad del PJ y la conformación de un amplio frente opositor de cara a las elecciones presidenciales del año que viene.
Redención peronista. El día después del encuentro puntano, se realizó el congreso del PJ bonaerense en Hurlingham, donde se avanzó un casillero más en la trabajosa unidad peronista. El logro fundamental del congreso fue la modificación en la Carta Orgánica del partido para no sancionar a los afiliados al PJ que fueron candidatos por otras fuerzas políticas -como el Frente Renovador y Unidad Ciudadana- en las anteriores elecciones. «El peronismo le vuelve a abrir las puertas a todos los que se fueron», destacó el dirigente platense Gabriel Bruera, luego de que se aprobara esta medida de amnistía general.
Frente anti-Macri, con los cómplices de Macri. La unidad que trabajan los seguidores de Cristina, Massa y Randazzo no se limitaría a cerrar filas en el PJ, sino que se propone la conformación de un amplio frente antimacrista, que incluya al centroizquierda y demás sectores opositores. Para Rossi, deben «crear una alternativa que represente el 65% que rechaza» el modelo macrista. «Las puertas están abiertas de par en par. El límite es Macri y sus acólitos», lanzó Gioja al final de la apertura del encuentro de San Luis. Contradictoriamente, el frente que buscan Gioja y cia. incluye a los «acólitos» del presidente que han votado las leyes fundamentales del gobierno. ¿Qué tan antimacrista se puede ser con los Pichetto, Bossio y Urtubey que garantizaron la aprobación de la reforma jubilatoria, por ejemplo?
Hoy no se fía, mañana sí. El PJ, además, no propone la unidad antimacrista para la necesidad más urgente que tienen los trabajadores y el pueblo, que es luchar hoy para derrotar el plan de ajuste y represión de Cambiemos. No hay unidad peronista para romper el techo salarial, ni para unir las luchas en curso contra despidos en el Posadas, el INTI, Río Turbio y tantos lugares más, ni para conquistar el derecho al aborto. Al contrario, algunos dirigentes parecen insinuar que dejar pasar el ajuste macrista puede ser beneficioso para el objetivo que sí tiene la unidad que proponen: recuperar la manija del poder. «Macri nos da miles de oportunidades, nos indigna todos los días, nos une sin querer. Dan ganas de dejarlo sólo para que se pegue un tiro en el pie,» se sinceró Felipe Solá en el encuentro de la UMET.
La izquierda peronizada. Algunos sectores de la izquierda que acompañaron al kirchnerismo, como el Partido Comunista, o que se acercaron a él en su ocaso, como Patria Grande, lamentablemente vienen proponiendo una unidad antimacrista alineada con las gestiones pejotistas. Esa política los lleva a apoyar a quienes traicionan las luchas y a abonar a que eventualmente lleguen a la Rosada quienes sostienen un modelo que no difiere con el de Macri en lo esencial.
La unidad que hace falta. Lo más necesario y urgente hoy es la unidad en la lucha contra los despidos y el ajuste, y por la aprobación de la Ley del aborto legal, seguro y gratuito. De cara al 2019, necesitamos un proyecto unitario contrapuesto al de Macri. Esto no es posible con los cómplices actuales del gobierno, ni reeditando modelos que ya demostraron sus límites. Hoy esa alternativa solo puede venir de la izquierda. Tendríamos que unir los dos frentes de la izquierda -el FIT e Izquierda al Frente- y llamar al resto de la izquierda a presentar una alternativa unitaria que millones trabajadores desilusionados con Macri, el PJ y demás políticos tradicionales, pero que no ven que la izquierda dividida tenga chances, podrían tomar como propia. Sin dudas sería un polo de referencia que permitiría aglutinar a otros sectores de la izquierda política, sindical y social y fortalecería una nueva alternativa para levantar un programa anticapitalista y que pueda responder a las necesidades de lxs trabajadors, lxs jóvenes y las mujeres.