Bajo la mentira de que no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades y que no hay otro camino que aceptar la «ayuda» del Fondo, ha entrado al Parlamento, con un guiño de la oposición del PJ, el proyecto de presupuesto más hambreador y entreguista de los últimos años.
El lunes 17, Dujovne envió al Congreso el proyecto de Presupuesto nacional para el 2019. Un presupuesto, que tras el eufemismo de lograr el «déficit cero primario», lo que reduce es el gasto social. Pero si se toma el total del gasto una vez que se paga la deuda externa el déficit financiero es del 3%.
Lo que aumenta sustancialmente son los pagos de la deuda externa mientras baja el gasto en obra pública, salud, educación, beneficios sociales, reduce y baja los salarios estatales, aumenta los impuestos que recaen sobre la población, mete a la economía en una profunda recesión, que se suma una desbocada inflación. Un horror para los trabajadores y el pueblo, un gran negocio para los especuladores y banqueros.
Aumentan geométricamente las partidas para pagar la deuda
Según un informe de la Universidad Nacional de Avellaneda para cubrir los servicios de la deuda se ocupará el 14,9% del gasto agregado. Este es el mayor aumento de los últimos años. En el proyecto de presupuesto 2019 está proyectado pagar $ 593.016 millones de deuda (sin contar la deuda al interior del Estado). Un dato que muestra para qué es el ajuste si se toma en cuenta que el «ahorro» para lograr el tan mentado «déficit cero», es de $ 358.039.
Otra cifra brutal del proyecto de presupuesto: se tienen que pagar U$S 38.900 millones de necesidades financieras brutas (excluyendo Letes), con U$S 11.700 millones del FMI, U$S 4.600 millones que aportan organismos internacionales, U$S 20.100 que se refinanciarán y U$S 2.500 de nuevas colocaciones, según detalló la Síntesis del Presupuesto Oficial. El incremento de la Deuda Pública ya ocupa el 87% del PBI, mientras que en el 2017 representaba el 57,1 % (datos de La Política Online 25/09/2018)
O sea que después de que inventaron una bicicleta fantástica para los especuladores, que recibían intereses del 30% en Lebacs y luego compraban un dólar «barato»haciendo diferencias multimillonarias y que finalmente se retiraron en masa, provocando una fuga de capitales que ronda los 16.000 millones de dólares, ahora tienen que superexprimir al pueblo para pagar lo acordado con el FMI.
Y cuando la mega devaluación arruina los ingresos de la mayoría mientras beneficia a los exportadores y grandes empresarios al bajar los costos de los salarios, aumentan un poquito las retenciones para mentir que distribuyen la carga del ajuste.
El ajustazo del presupuesto 2019
- Miles de despidos y achique en la planta estatal. Hospital Posadas, Telam, Agroindustria, Fabricaciones Militares, intento de privatizarAstillero Rio Santiago, etc, se suman al congelamiento de vacantes, con lo cual se va a perder un 2% del empleo estatal ¡Miles de puestos de trabajo menos!
- Baja de los presupuestos de Salud y Educación, que se «aumentan» muy por debajo de la inflación. Si tomamos 2018 y 2019 el recorte en salud ronda el 18% y en educación y cultura cerca del 30%. El incentivo docente se pasa a las provincias y se congela lo cual es una reducción del mismo. Los recortes llegan hasta la falta de medicamentos retrovirales u oncológicos condenando a la muerte a miles de pacientes.
- Jubilación y seguridad social. Mintieron que acá no iban a achicar. Sin embargo a las asignaciones por hijo solo las aumentan el 20 % y a las pensiones no contributivas el 28% contra un inflación proyectada de este año del 42%.
En las jubilaciones aparentan respetar su actualización inflacionaria, pero no actualizan la pérdida ocasionada por la reforma en el cálculo previsional de fines del 2017. Castigan a los que acceden a un haber jubilatorio del 80% de la mínima por no tener aportes, impidiéndoles trabajar o realizar alguna actividad para completar sus miserables ingresos. Y el gran manotazo viene con la decisión de apelar al Fondo de Sustentabilidad, luego de hacer grandes desmanejos con los fondos del ANSES, para pagar jubilaciones cuando se acaben dentro de poco los fondos provenientes del blanqueo. - Brutal recesión: Los analistas estiman un retroceso del 2,4% del PBI para el 2018, en el presupuesto se calcula otro retroceso del 0,5% para el 2019 y la realidad suele ser más fuerte que estas predicciones del gobierno.
No podría ser de otra manera, cuando la brutal rebaja salarial que significa la devaluación impactada en los precios, ha reducido brutalmente el consumo. El impacto de la devaluación del 100% no se ha trasladado por el momento a los precios en toda su magnitud, pero inevitablemente se trasladará a mediano plazo. Reducción del 30% de la obra pública y con esto achique de la mayor fuente de mano de obra. Baja sustancial por el ajuste de la inversión estatal. Traslado a los presupuestos provinciales de beneficios impositivas como las exenciones en las tarifas de servicios públicos. - Tarifazos e impuestazos: 30 % de aumento en la electricidad a principios de año y luego actualización por inflación. En el gas otro 30% en octubre y actualización por inflación.
Se eliminan exenciones del impuesto a las Ganancias que permitían a los trabajadores deducir muchos gastos del pago de este impuesto. Se calcula una recaudación adicional por este nuevo sacudón de 25.000 millones de pesos. Entre otras medidas. - Otros números mentirosos: El Presupuesto 2019 calcula una inflación para el año que viene del 23% y un dólar a 40,1 pesos. O sea que la inflación bajaría casi a la mitad y el dólar se mantendría a valores actuales reduciendo su valor. Pocos creen en estas cifras.
- Las apuestas del gobierno y la burguesía: exageran la mejora en las exportaciones agropecuarias una vez superada la sequía y un mejor rendimiento de Vaca Muerta. Con salarios y jubilaciones mucho más baratos.
O sea, apuestan a un país «bananero» como lamentablemente llamaban a las colonias del patio trasero yanqui. Y a que la crisis de la economía mundial no pegue nuevos sacudones. Aún si todo les saliera bien, difícilmente los trabajadores y el pueblo le permitan implementar este saqueo. El enorme paro del 24 y 25 es solo un botón de muestra de lo que se viene.
La complicidad de los gobernadores y el PJ
Primero la reunión de 19 mandatarios provinciales con Macri y sus ministros, hace un poco más de dos semanas, fue el espaldarazo para que el gobierno pudiera tener el suficiente aval político para renegociar con el FMI y presentar este proyecto de Presupuesto 2019.
Luego vinieron y están en curso las negociaciones más finas. En un año electoral las rebajas en la Obra Pública o la eliminación de recursos como el fondo sojero crean tironeos lógicos, incluso con la tropa propia como Vidal, que se queja porque no le actualizarían los fondos de su provincia como había acordado.
Los medios informan de reuniones de Frigerio con el jefe de la bancada del PJ Miguel Pichetto, que ya estarían los votos de los gobernadores que responden al salteño Urtubey con el que Macri se reunió en estos días, y de múltiples reuniones con todos los representantes de los bloques en que está dividido el PJ, pasando por Massa; Bossio y representantes de Alicia Kirchner, entre otros.
Nadie quiere sacar los pies del plato. Le facturan, del pico para afuera,todo lo que pueden al gobierno por el ajuste planteado, en un año pre electoral. Pero los gobernadores del PJ, junto a otros «opositores», amigos u oficialistas discuten cómo acordar este proyecto de presupuesto con un Macri que nunca pudo sacar una ley sin su respaldo.
Algunos votarán a favor, otros se ausentarán, otros jugarán de opositores. Lo cierto es que cuando algún dirigente se va de boca y dice que este gobierno no va a poder hacer pasar este ajuste, todos lo salen a corregir y señalan que van a esperar a las elecciones del 2019. Son cómplices y le tienen terror a la gente que se moviliza para parar este saqueo. Por eso hay que movilizar el día en que pretendan tratarlo para que no pase.
Gustavo Giménez