Todo lo que vivimos en este último ENM ratifica la fuerza de la ola feminista que venimos protagonizando. Pese a todas las dificultades volvimos a ser miles y miles, con un componente juvenil y aguerrido superior a años anteriores. También dejó de nuevo al descubierto el rol de distintas agrupaciones: las limitaciones estructurales de algunas y la inconsecuencia de otras. Nuestros cuatro planteos intentan profundizar tales debates a fin de potenciar la lucha feminista consecuente y organizada.
1. Desbordar a la burocracia pro-Papa
La verdad es que poco o nada sorprende el rol burocrático y reformista de quien hegemoniza la «comisión organizadora» de los Encuentros (desde ahora plurinacionales). Impiden las decisiones democráticas por su política de no confrontación y hasta de simpatía hacia instituciones enemigas de nuestros derechos, como lo son la Iglesia Católica y sus socios evangelistas, el Papa y los gobiernos de turno. En Trelew el PCR volvió a actuar como barrera de contención del avance del movimiento feminista, al negarse a que la marcha pase frente a la Catedral y luego aparateando la elección de la nueva sede del Encuentro. Como siempre.
Ya en el ENM en Rosario había ganado la sede Capital, pero el PCR impuso Chaco. Al otro año, en Chaco, nos volvieron a mandar a la otra punta del mapa, a la Patagonia, en vez de movilizar al centro indiscutido del poder político del país, sede de la Rosada, el Congreso y la Curia, la CABA, cuando veníamos con el envión de la pelea por el aborto legal y se venía la lucha contra el Presupuesto 2019.
Este año, otra vez, mientras del Encuentro en Trelew participamos más de 35 ó 40.000 compañeras, en el acto de cierre para «resolver» la nueva sede hubo apenas 2.500, o sea ¡16 veces menos! Es decir, se nos impide el derecho democrático a decidir. Esta vez utilizaron como excusa la justa lucha del Astillero Río Santiago para imponer La Plata 2019. Además, de hecho bastardean el supuesto federalismo del Encuentro1.
Habrá que pensar entre todas si la nueva sede se resuelve en los talleres del Encuentro -mediante votación o planillas-, en el momento de la inscripción o con algún otro mecanismo democrático. Pero más temprano que tarde la ola feminista va a dejar atrás a las agrupaciones que se niegan a enfrentar al poder político y clerical.
2. Superar el abstencionismo derrotista
Es lamentable la actitud de las agrupaciones que se reivindican de izquierda, pero a la hora de dar las peleas necesarias se borran. Su participación en Trelew fue menor en relación a Encuentros anteriores, sobre todo en el caso de Pan y Rosas-PTS, que, como lo vimos durante toda la lucha por el aborto legal, hace rato que prioriza su electoralismo y no la presencia activa en las calles. Y lo más notable fue su ausencia total en el acto de cierre, funcional a la burocracia del PCR. Nos referimos a las tres agrupaciones del FIT, es decir Pan y Rosas-PTS, el Plenario de Trabajadoras-PO e Isadora-Izquierda Socialista, e igual crítica le cabe también a Las Rojas-Nuevo MAS.
Mientras en sus publicaciones para el Encuentro estas cuatro agrupaciones proponían como sede 2019 la CABA, todas tuvieron la misma actitud abstencionista: a diferencia nuestra, no garantizaron ni siquiera una pequeña delegación para dar la pelea en el acto de cierre. Es más: alguna de sus referentes, que llegó sola cuando ya había concluido el acto, argumentó que tenían «otras prioridades» (1).
Gente que antepone las elecciones a las movilizaciones, que hace propuestas en papel que luego no defiende con el cuerpo y que no trabaja con criterios de unidad para desbordar a los aparatos conciliadores con el gobierno y la Iglesia no merece la confianza política del activismo feminista.
3. Enfrentar la ofensiva anti-derechos
Desde que el Senado rechazó la ley de aborto, los dinosaurios empezaron a revivir y levantar vuelo. No sólo quieren poner obstáculos al logro de nuevos derechos de género, sino que pretenden ir contra derechos ya conquistados.
El Papa comparó el aborto con contratar a un sicario. En Diputados frenan las reformas progresivas a la Ley de Educación Sexual Integral. La justicia porteña restableció el protocolo restrictivo de 2012 para los abortos no punibles que limita a 12 semanas la práctica en caso de embarazo por violación (2). La CGT prestó su sede central para presentar un libro contra el aborto legal. El ministro nacional de Educación desprecia el lenguaje inclusivo y han despedido y sancionado a docentes por utilizarlo en clase. Hubo agresiones en lugares públicos a compañerxs por llevar el pañuelo verde. Nos mandan amenazas por las redes. Anti-derechos irrumpen con violencia en escuelas contra la ESI. Y los celestes hacen una marcha a Congreso el 28 bajo su lema retrógrado «con mis hijos no te metas».
Tenemos que enfrentar esta contraofensiva reaccionaria de quienes quieren atrasar la historia. Es preciso desenmascarar cada hipocresía, resistir cada embate anti-derechos y responder ante cada ataque con más unidad, más organización y más movilización.
4. Fortalecer al feminismo revolucionario
Ante este panorama, queremos debatir con cada compañera cómo la seguimos, qué feminismo hace falta y con qué organización damos esa batalla. Desde Juntas y a la Izquierda y el MST te invitamos a que te sumes. Como lo demostramos durante todo este año en los pañuelazos y martes verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, el 13J y el 8A, en las apostasías colectivas y también en el Encuentro de Trelew, vamos a fondo: somos consecuentes con nuestra política y decimos presente a la hora de dar las batallas.
Entendemos que el feminismo necesario es este feminismo disidente, anticlerical, anticapitalista e internacionalista. Un feminismo militante, que debate y elabora sobre las nuevas realidades, que tiene propuestas concretas para cada tema, que construye en todo el país y que también va al frente y se moviliza cada vez que hace falta.
Porque nuestros derechos de género y el cambio social no nos los regala nadie ni vienen solos: hay que conquistarlos y la experiencia nos muestra que sólo se gana con organización y en las calles, enfrentando sin tregua al poder político y clerical, a las instituciones y gobiernos reaccionarios que niegan nuestros derechos.
El próximo Encuentro de Mujeres tenía que ser en Capital. Aunque no salió, en 2019 vamos a volver y por supuesto estaremos presentes con toda fuerza en La Plata, como lo hacemos en cada acción durante el año entero. Para estas batallas necesitamos estar más fuertes y queremos hacerlo junto a vos. Sumate y construyamos juntas, de la mano de esta ola feminista global, la organización feminista y revolucionaria para tirar al patriarcado junto con el capital.
Cele Fierro
1 Desde 1996, hace 23 años que el Encuentro no se realiza en Capital. Sin embargo, en ese mismo período ya se hizo dos veces en San Juan (1997 y 2013), Chaco (1998 y 2017), Bariloche (1999 y 2011), Paraná (2000 y 2010), Salta (2002 y 2014), Rosario (2003 y 2016), Mar del Plata (2005 y 2015) y La Plata (2001 y 2019).
2 Esto incumple el fallo FAL de la Corte Suprema y además el Código Penal no dispone plazos para los abortos no punibles.