Sobre el cierre de esta edición se está debatiendo el presupuesto nacional 2019. Adentro, transan a espaldas del pueblo. Afuera, rodeamos el congreso para impedirlo.
El gobierno hizo cambios cosméticos al proyecto de presupuesto 2019, con el objetivo de lograr los votos necesarios por parte del PJ para aprobarlo. Una tarea ardua, ya por el brutal ajuste que significa, ya porque se largó el año electoral y nadie quiere quedar pegado, o porque los grandes oligarcas del campo exigieron que le quiten el impuesto a la riqueza. Pero por más cambios de forma que tenga, para lxs trabajadores no hay otra opción que tirar abajo el Presupuesto de ajuste que sólo está al servicio de pagar la Deuda. Quieren aprobarlo sí o sí antes de la reunión con el FMI para dar una señal más de sumisión al imperialismo.
El Gobierno de Macri sacó números, negoció con el PJ de los gobernadores para que lo apoyen, a sabiendas que el kirchnerismo y massismo votarían en contra, salvo que lo rehicieran como pedía Kicillof o conociendo la “letra chica” del acuerdo con el FMI como reclamaba Camaño. Aunque los números terminaron cerrando, el problema es el costo político que tendrán que pagar de cara al próximo año electoral, ya que más allá de unos retoques cosméticos el ajuste sobre las masas es tan grande que saben que lo pagarán en octubre.
¿Qué cambios negoció el gobierno?
Hace pocos días el Gobierno anunció que les cobraría a los propietarios rurales un impuesto que va del 0,25 al 0,75% del valor de las propiedades, queriendo demostrar que también hacía participar del “esfuerzo” a los grandes oligarcas. Sin embargo, éstos pusieron el grito en el cielo, ni siquiera querían pagar menos del 1% por propiedades que valen más de 20 millones de pesos, cuando con el dólar les “regalaron” una rentabilidad neta cercana al 100%. Macri dispuesto como siempre a servir a ricos y poderosos, dio marcha atrás, les impuso solo el 0,25% que lo podrán descontar a cuenta de ganancias, lo que en la práctica los libera de esta obligación. Además, les bajó del 33 al 30% el tope para las retenciones a la soja.
También negoció algunas reformas tributarias con respecto a ganancias, aumentando la base tributaria de 1 a 2 millones de personas. Dio marcha atrás en las rebajas a jubilaciones y asignaciones de las provincias patagónicas y en el fondeo de las cajas previsionales de las provincias. Además, eliminó la aplicación del impuesto a las Ganancias a cooperativas y mutuales.
Mantiene una importante quita de subsidios al transporte público, pero dado que los municipios no pueden afrontar el costo y no quieren trasladarlo al precio del boleto en un año electoral, crea un fondo compensador de 6.500 millones de pesos destinado a las provincias, que, sin liquidar el grueso del recorte, le pone un parche parcial.
Se eliminó además el art. 53 del proyecto que permitía al poder ejecutivo reestructurar la Deuda Pública modificando la ley de Administración Financiera y se destinan algunas partidas menores al Conicet, la Secr. de Cultura, el Sedronar, el INTA y el Plan de Lucha contra la Violencia de Género, como respuesta a las durísimas críticas recibidas por los fuertes recortes en estas áreas.
Como se ve son cambios mínimos, que no contribuyen a un aumento sustancial de la recaudación, sobre todo porque estos retoques no afectan el grueso de los ingresos de las grandes corporaciones del campo y la industria, sino algunos puntos sobre las medianas empresas.
Lo que no quieren tocar
Todas las negociaciones y algunas concesiones mínimas al PJ, no cambian la esencia del ajuste. Desde el gobierno utilizan la frase de “blindar el presupuesto” en el sentido del ajuste central.
Así siguen manteniendo el objetivo de bajar el déficit fiscal a 0%, con lo que ya sabemos significa en cuanto a párate de la obra pública, congelamientos salariales en Estatales y despidos en el sector público. La quita de subsidios a las privatizadas que preanuncia nuevos tarifazos y la baja real (ajustada por inflación) de los presupuestos de Salud, Educación y Ciencia son otros de los ítems que Cambiemos no quiso negociar y que el PJ cómplice termino aceptando.
Mantienen a la vez las metas mentirosas desde que mandaron el primer borrador, esto es asegurar que el dólar rondará los $ 40 cuando a pesar de la baja de los últimos días su valor actual está muy cercano y ellos mismos confiesan que quieren que acompañe a la inflación. La inflación está prevista en el 23%, que si consideramos que el 2018 terminará con el 50% tendrían que bajarla a menos de la mitad, lo que nadie cree. Otro tanto pasa con la recesión y caída del PBI que es estimada en tan sólo un 0,5 % lo que probablemente sea mayor y esto impactará directamente en la recaudación.
Por supuesto que el gran gasto que tiene el presupuesto no es en ayuda social o gasto social como quieren presentarnos sino el pago de intereses y capital de la Deuda Externa que sólo para intereses destina $ 596.065 millones. Por sólo dar unos ejemplos aclaremos que en el presupuesto de Macri 2019 se destina 14 veces más al pago de la Deuda que a Salud, donde no sólo existen áreas donde no se aumenta lo básico correspondiente a inflación, sino que directamente se baja como en Atención de la Madre y el niño (-26%), Prevención de Patologías específicas (-28,22%) y lo mismo para las enfermedades Crónicas Trasmisibles (-26,18%). Así entonces para Salud se destina el 0,8% del presupuesto y para pagar servicios de la Deuda el 14,86% del presupuesto. Y esto es así porque el supuesto “ingreso al mundo” de Macri, incluido el último acuerdo con el Fondo ha llevado a que la Deuda represente el 87% del PBI (el más alto desde 2005). Aclaremos que la Deuda en relación al PBI ha crecido vía el endeudamiento directo y también por la devaluación del peso frente al dólar, ya que el producido de Argentina es en pesos, pero las obligaciones las pagamos en dólares.
Enfrentar el presupuesto del FMI
Por todo esto es que desde el MST-Nueva Izquierda venimos denunciando la actitud cínica del PJ que mientras dice ser oposición y llamarnos a que esperemos a octubre para que cambie todo le da el apoyo al gobierno para que tenga esta fenomenal herramienta de ajuste en la que todos están comprometidos.
Desde nuestro partido opinamos que no se podían hacer parches o retoques al mismo, que lo que necesitamos lxs trabajadores es un presupuesto al servicio de solucionar los problemas de la gente, que la plata la recaude de no pagar la Deuda fraudulenta pero también de ajustar a las grandes corporaciones, con impuesto progresivos a las grandes ganancias y riquezas y no del impuesto al salario y el IVA como el actual. Nosotrxs proponemos lo contrario, que se elimine el IVA a los productos de primera necesidad, que se nacionalicen las empresas privatizadas para que tengamos tarifas de servicios y transportes acorde a lo que pueden pagar los trabajadores y que el peso del ajuste por la crisis recaiga sobre los ricos y poderosos. Para eso llamamos a todxs a movilizarnos para enfrentar este presupuesto de ajuste dictado por el FMI.
Gerardo Uceda