En La Plata, el intendente Garro (PRO) impulsa un mal llamado «Código de Convivencia» que cercena derechos democráticos, sociales y políticos para avalar el ajuste bonaerense. El 31 de octubre lo rechazamos con una masiva movilización del espacio «No al Código represivo de Garro».
Sus 359 artículos apuntan a perseguir, multar y encarcelar las más variadas expresiones sociales. Lejos de la «convivencia», es un código represivo. Con fin recaudatorio, todo lo que está fuera del canal comercial se puede multar o sufrir cárcel: expresiones artísticas, culturales y juveniles (art. 151 y 174) o un cine-debate (175). También penaliza con altísimas multas y cárcel la oferta sexual de mujeres, trans y travestis (216).
Prohíbe las changas (109 y 202), permite requisar y encarcelar a manteros y migrantes (219 a 222) prohíbe los cartoneros (121) y limpiavidrios (119). Coarta la protesta social al obligar a movilizar por la vereda (150) y pedir autorización 48 hs antes (149). Prohíbe toda difusión política: pancartas, carteles, afiches, pasacalles, adhesivos o repartir volantes (207 a 201), gazebos (202 y 203), pintadas (206) o usar sonido (223).
Los acuerdos de convivencia deben surgir de las asambleas de vecinos, colectivos sociales, culturales, artísticos, gremiales, de mujeres y disidencias, la juventud y sectores políticos que hacemos uso democrático y plural del espacio público. Y nunca criminalizar el reclamo social, derecho que vamos a seguir ejerciendo.

Francisco Torres