Llegamos al último año del mandato de Macri en medio de un brutal ajuste planificado por el FMI y llevado a la práctica por el gobierno. Vivimos el ajuste permanente, los tarifazos, despidos, retraso salarial, ahogo presupuestario a la salud y educación pública, saqueo a través del pago de la deuda externa y ahora de nuevo intentos de avances contra las jubilaciones y de reforma laborales por sector. Todo enmarcado en los planes generales del FMI para Argentina.
Por supuesto nada de esto le es fácil al gobierno, por la resistencia de miles de trabajadoras y trabajadores, de nuevas generaciones que pelean, que luchan en sus lugares de trabajo y estudio, a veces haciendo retroceder a Cambiemos como la docencia de Caba, o de miles de vecinxs que hacen escuchar su descontento contra el tarifazo en diversos lugares, o el movimiento feminista y disidente que sigue ganando las calles contra la violencia y por aborto legal.
Este proceso de luchas no va a detenerse, seguirá manifestándose y posiblemente pueda crecer aúnmás poniendo en problemas al gobierno. Proceso social que existe pese al rol lamentable de las direcciones políticas y sindicales del PJ, que posan de opositoras al macrismo pero le han permitido todo tipo de avances en el Parlamento, realizan un ajuste similar en las provincias que gobiernan y se han negado a realizar desde sus sindicatos el plan de lucha necesario para derrotar el ajuste.
En este contexto, está claro que la primera tarea de la izquierda tiene que ser estar en las calles, impulsar las luchas contra todo el ajuste ahora, apoyar a los conflictos en curso, exigirle a las centrales sindicales un paro nacional y un plan de lucha y tratar de colocarnos a la vez como alternativa a la vieja burocracia sindical. En este sentido haber arrancado el año con una nueva reunión del Plenario del Sindicalismo Combativo y haber convocado a una jornada de lucha para el 14 de febrero a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país, es un paso positivo que tenemos que profundizar en todos los planos.
Lucha social y lucha política
Sabemos muy bien que no alcanza con la lucha sectorial, salarial o social, porque está en juego una fuerte disputa política de proyectos por ver hacia dónde va el país. Macri pretenderá a toda costa reelegirse montado en su acuerdo con el FMI, y el PJ en sus diferentes variantes pretenden aparecer como su oposición, aunque todas sus alas manifiestan que seguirán, con algún que otro cambio, sin romper con el fondo. Con lo cual en el marco de estas variantes el ajuste y la entrega seguirán, de una u otra forma.
De ahí que es imprescindible que desde la izquierda anticapitalista y socialista nos dispongamos a dar está disputa en todos los terrenos. Y para eso necesitamos que seamos un polo visible y lo más grande posible que se une encada lucha, en cada pelea gremial y, lógicamente, también en el plano político electoral. Y eso no lo hemos logrado hasta ahora. Por la negativa del FIT seguimos en el plano de la división que solo ayuda a los partidos del ajuste. La pregunta es si vamos a salir o no de esa situación, y eso depende de tener la voluntad política de modificar prácticas que hasta ahora dominan el debate.
Las elecciones anticipadas y el dilema del FIT
Las fuerzas que componen este frente tienen la responsabilidad de decidirse o no a realizar una convocatoria unitaria. De nuestra parte lo hemos hecho reiteradas veces y lo seguiremos haciendo, pero otras fuerzas tienen también que dar un paso positivo y hasta ahora no aparece. Además, en el marco de las elecciones adelantadas en muchas provincias, no se aceptaron propuestas de unidad en Neuquén y Río Neegro, y se llega a casoscomo los de San Juan y La Pampa donde ya hay listas presentadas y Entre Ríos que se presentará en breve, tres provincias en las cuales el MST presentó sus listas y el FIT no pudo lograrlo quedando afuera de la elección. Prefirió el abstencionismo en vez de, en el marco de un acuerdo nacional, poder haber participado junto a nosotros utilizando nuestras legalidades. En estos casos el sectarismo es sinónimo de no querer disputarle a los partidos del ajuste. Un importante error.
Ahora se vienen los cierres de listas de otras tres importantes provincias; Córdoba, Santa Fe y Chubut. En los tres casos nuevamente el MST presentará sus propias y representativas listas, y le estamos proponiendo en esos lugares al FIT avanzar en acuerdos provinciales. No hay ningún motivo serio para no hacerlo. El argumento de que tenemos viejas diferencias es tan inconsistente como divisionista. Porque siempre habrá diferencias; el punto es que también hay muchos acuerdos políticos y pudiéramos en base a eso realizar un gran acuerdo programático. ¿Hasta cuando seguir evadiendo la unidad que hace falta y miles y miles nos reclaman? Ya es hora de encarar un debate serio para evitar más división.
Por un acuerdo nacional de toda la izquierda anticapitalista
Junto a las luchas que se vienen desarrollando y las elecciones provinciales, también se irán delineando fuerzas hacia las presidenciales y los estratégicos distritos de Provincia de Buenos Aires y Caba. Serán la última estación de una fuerte pelea política que se da en todas las calles y también en el plano electoral. Ante esto la propuesta del MST es muy concreta; frente a Macri y todas las variantes del PJ conformemos un polo independiente, unitario y fuerte de toda la izquierda anticapitalista y socialista en las luchas y en las elecciones. Ningún cálculo electoralista, ni desacuerdo parcial, puede estar por encima de la necesidad política de postular a la izquierda como alternativa. Y sin unidad no lo seremos, desaprovecharemos todos la posibilidad de dar un gran salto junto a grandes franjas de trabajadores, mujeres y de la juventud. Reiteramos una vez más esta propuesta. El FIT tiene la palabra y la responsabilidad de terminar con la división. El tiempo dirá si la asume.
Por lo pronto, desde el MST seguiremos dando batalla política en cada lucha y en cada elección provincial adelantada. Y pusimos como reflejo de la emergencia de la juventud trabajadora y el movimiento feminista, la precandidatura a presidenta de Cele Fierro al servicio de la unidad que hace falta, abiertos a distintos mecanismos que puedan garantizar la unidad. Con ella y toda nuestra militancia estamos recorriendo el país y llevando el apoyo a cada lucha. Y así lo seguiremos haciendo.
Sergio García