A principio de mes de diciembre de 2018, MONSA (línea 60) presentó ante la Secretaría de Trabajo, un procedimiento preventivo de crisis. Nadie puede creer que la empresa esté en crisis ni que esté perdiendo plata. La causa que alega la patronal es parte de una pelea por el reparto de subsidios (que todavía subsisten a pesar de los tremendos tarifazos), que le concedan el recorrido de la 38 por el Metrobús de la 9 de Julio, una extensión hasta Plaza Italia de los servicios que terminan en Cabildo y Congreso y la habilitación de servicio a partir de la terminal de Barracas (hoy arrancan desde Suárez y Montes de Oca).
Quieren poner de rehenes a los trabajadores
En su presentación, este grupo empresario integrante del monopolio DOTA con más de 60 líneas, carrocerías y la agencia de ventas AGRALE, chantajea con despedir 285 choferes en caso de que no le sean concedidas sus demandas.
Que la crisis la pague el empresario
Desde el año 2001, DOTA fue uno de los principales beneficiarios del festival de subsidios a las patronales del transporte junto con La Nueva Metropol, Rosario Bus, ERSA, etc; y ahora que la torta se achica por la crisis quieren que la paguemos los trabajadores con despidos y flexibilización laboral, como lo viene planteando nuestro cuerpo de delegados.
A los trabajadores de la 60 nadie nos regaló nada, y lo que conseguimos fue con la lucha. El cierre de la libreta, la incorporación de los tercerizados, y la defensa de los puestos de trabajo no son negociables.
Por eso vamos a movilizarnos a cada audiencia que haya, vamos a rechazar el preventivo de crisis, nos solidarizamos con los compañeros de FATE que viven una situación similar, y estamos en alerta para que no toquen a nadie ni a nuestras condiciones de laburo.
Martín Schermer