Parafraseando a Osvaldo Soriano. Sin dudas que el título de su novela, es una adecuada descripción de la debacle del presidente y su modelo. Hace apenas 15 días señalábamos en estas mismas páginas que el gobierno de Cambiemos atravesaba una profunda crisis, que no solo estaba generando una fuga en su base de votantes de las últimas elecciones sino también en los sectores de poder que alentaron y sostuvieron su llegada al poder. El “círculo rojo” cruje ante cada nuevo paso en falso y el gobierno no para de darlos.
La derrota aplastante de Córdoba, otrora bastión del voto macrista, es un claro síntoma del fin de ciclo que se huele en el aire. Cualquier variante fue mejor que los candidatos de Cambiemos, que además sumaron sus crisis y divisiones para garantizar un combo explosivo, incluso Schiaretti, socio privilegiado del gobierno en la aplicación del ajuste, fue visto como la opción que permitía darle una “paliza” a Mauricio, que es Macri.
Si a esto le sumamos la continuidad de las medidas anti populares como la no renovación de las jubilaciones a amas de casa, los datos de la inflación que arrojan un 66% inter anual o la guerra abierta que existe entre las distintas facciones de Cambiemos, el escenario más probable es que la derrota en las próximas elecciones nacionales sea contundente y lo único que restaría resolver es si es en primera o segunda vuelta, cuestión que parece depender más de los armados de la oposición que de las posibilidades del propio oficialismo.
Panorama de terror. El resultado de casi cuatro años de Cambiemos en el gobierno es el de la profundización del desastre económico, el saqueo desaforado y la vuelta a la sumisión total a los mandatos del FMI. Al igual que en todo el continente, el fondo retoma su rol de director y principal impulsor de las contra reformas laborales, jubilatorias, fiscales, educativas, etc.
Solo en el 2019 se pagarán miles de millones pero lo que viene en el 2020 es simplemente impagable. El futuro construido por los muchachos y muchachas de los globos incluye endeudamiento por los próximos 90 años.
Pero lo terrorífico no solo son los datos, sino que el conjunto de los sectores que se postulan para reemplazar al macrismo con más posibilidades, acuerdan en no tocar este punto. Se encargan de decirlo en conferencias, foros, libros, charlas y cuanta oportunidad se les cruce. Confirmado de esta forma que la matriz fundamental de los partidos tradicionales en argentina, como en muchos otros países del mundo, pasa por la defensa incondicional de los intereses del imperialismo y los sectores de poder, a lo sumo negociando algunas “mejoras” coyunturales.
Los muchachos peronistas… ¿todos unidos? Es un hecho que el desbarranque del gobierno actúa como el principal sustento del resurgimiento de sectores de la oposición que, en cualquier concurso de traiciones al pueblo actuarían como jurados destacados.
Hay idas y vueltas y el resultado no es claro, un sector que hace pocos meses se alejaba del kirchnerismo cual si fuera un perro rabioso hoy se mata por la foto con Cristina, la que sin dudas hoy es la principal recolectora del anti macrismo. Pero no parece haber lugar para todos o más bien, la derrota de Cambiemos también plantea la necesidad de la construcción de una nueva “oposición responsable”, tercer espacio que logre captar a los sectores que rompen con los extremos de “la grieta”. Las elecciones de Córdoba demostraron que el principal elemento es la ruptura con Cambiemos y al mismo tiempo que las realidades territoriales permiten al PJ distintos armados, no se presenta la misma posibilidad para el “juego” nacional pero sin dudas esta flexibilidad permite identificar que más allá de las diatribas y las chicanas, hay una coincidencia de fondo, la continuidad del capitalismo y no en su forma “progresista” sino en su modelo más descarnado. Entendemos a quienes quieren leer en Cristina o algún otro de estos personajes como una posibilidad de futuro, pero solo escuchando a los actores sobra para darse cuenta que nada bueno viene por ese lado.
Control de daños. El papel de la CGT en toda la coyuntura fue el de sostener al gobierno y no piensan cambiar de rumbo. La presión hace que no puedan evitar una medida pero la convocatoria al paro del 29 está al servicio de descomprimir la presión de medida de lucha. Por eso repiten el esquema dominguero de llamar a movilización alguna y por eso en la propia reunión del confederal, se dieron muchas vueltas antes de confirmar la convocatoria. Los trabajadores tienen que discutir y decidir en sus asambleas. Y estará en manos nuevamente, del sindicalismo combativo y la izquierda lograr imponerle un contenido político a ese paro y poder usarlo para seguir insistiendo en la necesidad de construir un plan de lucha real, con medidas escalonadas, no solo para terminar con el ajuste sino para sacar a patadas a Macri y el FMI.
La izquierda y la coyuntura. Sin dudas la coyuntura ha marcado a fuego los distintos proyectos que existen en la izquierda y sobre el telón de fondo del achicamiento del espacio electoral, se evidencia el papel lamentable del FIT en los últimos meses. Como lo mencionamos en diferentes artículos, las elecciones en 7 de los 8 distritos que hasta ahora eligieron, mostraron una paridad electoral entre las distintas fuerzas, signado por la baja del FIT debido a su negativa permanente a ampliar la unidad y priorizar la repartija interna de cargos, la construcción de un sello electoral sin actuación común en la lucha de clases ni en los principales hechos de la vida política.
Incluso en esta coyuntura, donde el panorama electoral se presenta complejo para la izquierda, los llamados “unitarios” del FIT pierden por goleada con sus actitudes sectarias, divisionistas y negacionistas del resto de la izquierda.
Desde el MST vemos este escenario como un hecho lamentable y no vamos a resignarnos a seguir peleando por la unidad, insistiendo en que se trata de una necesidad política, pero lo haremos al mismo tiempo que desarrollamos al máximo nuestra propuesta de renovar la izquierda para pelear por la construcción de una verdadera alternativa. Esta política, encabezada por Cele Fierro a nivel nacional, Alejandro Bodart en CABA y Vilma Ripoll en Provincia de Bs. As. ya dio sus primeros y positivos pasos en Córdoba con la elección de Luciana Echevarría a la legislatura provincial. Acompañar todas las luchas de los trabajadores y el pueblo y pelear por esta perspectiva constituyen nuestras prioridades, te invitamos a impulsarlas con nosotres.