Compartimos desde el MST algunas conclusiones sobre los resultados de la izquierda y las tareas y desafíos políticos que vienen, en particular para nuestro frente de cara a las elecciones generales y a las perspectivas de mayor crisis que se vislumbran, donde desde la izquierda anticapitalista y socialista tenemos que jugarnos a ser alternativa en las luchas y en el terreno político. Condensamos en siete temas nuestras opiniones y propuestas.
1. Un primer dato evidente es que la izquierda que se jugó a intervenir unida para dar esta disputa político electoral conformando el FIT-Unidad, sobre la base de un profundo acuerdo programático, sale bien parada, logrando ser la cuarta fuerza nacional por encima de otras seis listas, con 700.000 votos a la fórmula presidencial y con votaciones un poco mayores a categorías de diputados en distintas provincias. Estas votaciones, en el marco de una gran polarización y un amplio voto castigo al gobierno, es meritoria y evidencia que una importante franja de trabajadores, de mujeres y de la juventud, resistió junto al FIT-Unidad la polarización y apoyó a la única fuerza realmente alternativa a todos los partidos del régimen.
2. Este hecho confirma el acierto de haber ampliado el Frente de Izquierda y haber hecho una campaña con propuestas de fondo junto al llamado a votar a la izquierda que se une. Presentar una mayor unidad fue clave para disputar y mantener una importante franja de votantes trabajadores, mujeres y jóvenes en medio de una elección muy difícil para la izquierda. El llamado a votar a «la izquierda que se une» fue apoyado y bien recibido por una parte significativa de la vanguardia obrera, del activismo clasista, del feminismo, de la intelectualidad comprometida y de la juventud, que nos acompañaron en las PASO valorando con su voto la unidad lograda. Como lo reflejaron todos los medios «la unidad histórica de la izquierda» fue una de las noticias políticas destacadas de la campaña, y al final dio sus frutos ubicándonos en 4º lugar.
3. La votación del FIT-Unidad fue en líneas generales buena y a la vez no descollante, en votos no reflejó un avance en comparación a elecciones anteriores aunque mantuvo un importante apoyo de franjas que siguen apoyando a la izquierda. Esa realidad en los números tiene causas políticas objetivas y subjetivas que lo explican. Lo objetivo precisamente es el contexto político muy acentuado y particular de estas PASO; de fuerte crisis económica, enérgica polarización política y un enorme repudio al macrismo, hechos que alentaron hasta el final el «voto útil» muy masivo a la fórmula Fernández-Fernández.
A esta realidad se le agrega y combina que atravesamos una coyuntura sin un gran ascenso ni un giro a izquierda en términos políticos, situación motivada y antecedida por la traición de la burocracia sindical pejotista que le dio tiempo al gobierno, planchó procesos y evitó realizar el plan de lucha que hacía falta. Lo subjetivo, fueron errores de arrastre del propio FIT que ya hemos marcado con anterioridad; se perdió mucho tiempo durante los años pasados y en particular en la primer parte de este año negando la formación de la unidad que hacía falta para ser alternativa, así en la izquierda fuimos divididos entre el FIT y el MST en muchas elecciones provinciales y solo casi al cierre de la presentación de alianzas, pudimos conformar el FIT Unidad. Esto nos hizo perder tiempo político valioso y fuimos enfrentados en elecciones provinciales muy recientes en vez de haber tenido una preparación previa común de estas elecciones nacionales como habíamos propuesto desde el MST, lo cual hubiera ayudado a llegar en mejores condiciones a las PASO. A esto se suma la falta de acción conjunta en otros ámbitos obreros y estudiantiles, donde en el último tiempo se han venido dando algunos pasos positivos en varios gremios y facultades, pero a la vez todavía falta mucho para de verdad aparecer con más fuerza integralmente y como alternativa común, cuestión que en la perspectiva hay que retomar y corregir, ya que no creemos en acuerdos solo en el plano electoral, sino en la necesidad de una postulación política global de la izquierda. En este sentido hay que cambiar la actitud que venía teniendo el FIT de no postulación común ante grandes hechos políticos y comenzar a dar respuestas políticas permanentes y comunes ante cada situación, algo en lo cual nosotros intentaremos aportar. Por ejemplo, ahora ante la crisis política abierta, es muy necesario una política común, una campaña y acciones concretas de todo el frente, eso propondremos ahora en la reunión de la Mesa Nacional del FIT Unidad, a través de una carta con propuestas que llevaremos.
4. Además de estas causas, agregamos que con sus actitudes y políticas electoralistas y divisionistas, tanto Castañeira del Nuevo MAS como Zamora de AyL fueron actores políticos que trabajaron consciente y equivocadamente para tratar de impedir que la izquierda aparezca unida y aún con más fuerza, lo cual fue completamente funcional al régimen capitalista. Ordenados por intereses mezquinos y ajenos al reclamo de la vanguardia y el activismo obrero, feminista y de la juventud de unir a toda la izquierda, estas fuerzas eligieron presentarse solos debilitando un polo común de la izquierda. Con esta política sectaria el NMAS no supera las PASO sacando un muy escaso 0,7% muy lejos de sus propios y ridículamente exagerados pronósticos previos, un flojo resultado pese a la fortuna gastada en su campaña incluyendo encuestas pagas para intentar mostrar un avance que era irreal. Signados por la autoproclama-ción y un electoralismo acérrimo no superaron las PASO ni con Castañeira, ni en ningún lugar del país, ni en ninguna categoría. Mientras Zamora retrocedió mucho en relación a elecciones previas, se desplomó pasando apenas las PASO a diputados nacionales de CABA y no pasando en el cargo de legisladores, lo cual es un golpe muy fuerte para su proyecto personalista. Lo mínimo que deberían hacer, tras tan grosero error político, es llamar a votar al FIT Unidad en las elecciones generales.
5. Lo positivo que tiene el balance electoral de la votación del FIT Unidad puede mejorarse si vamos superando los límites y errores, y todo esto hay que verlo y analizarlo con la mayor objetividad al servicio de mejorar lo que sea necesario de cara a las elecciones generales y sobre todo para fortalecer las luchas y estar en mejores condiciones para intervenir ante el país que se viene; para fortalecer aún más a la izquierda que se une y enfrentar a todos los partidos e instituciones del sistema y el régimen capitalista. En este sentido, no sirven balances como el realizado por Marcelo Ramal y la tendencia de PO que encabeza junto a Altamira, escrito al servicio de su disputa interna partidaria. Un balance derrotista, desequilibrado e irreal que intenta negar que el FIT Unidad fue 4ta fuerza, todo al servicio de una pelea de aparato por parte de quienes se dedicaron toda la campaña a desprestigiar a nuestro frente, y objetivamente se opusieron a la unidad alcanzada y tuvieron una actitud hostil y de hecho divisionista en relación al frente. Una política equivocada que ahora continúa expresando un balance engañoso para intentar demostrar que todo está mal, lo cual de conjunto muestra un modelo de vieja izquierda que así, no aporta nada positivo.
6. Desde el MST hemos hecho un importante esfuerzo nacional, tanto los meses previos para proponer, impulsar y finalmente lograr la conformación del FIT Unidad, como luego durante toda la campaña, aportando nuestras ideas, nuestras referencias políticas y a toda nuestra militancia para esta batalla. Con aciertos, y seguramente con cosas a mejorar, hemos sido de los más fuertes impulsores en todo el país de la campaña electoral del FIT Unidad. Lo hicimos, como ya hemos dicho y escrito reiteradas veces, incluso aceptando una conformación de listas que no refleja la real relación de fuerzas entre los partidos de nuestro frente. Aceptamos en CABA, Buenos Aires y Córdoba ubicaciones que debieron ser claramente mejores. Lo hicimos con el convencimiento que la necesaria unidad de la izquierda no podía postergarse más y menos por problemas de cargos. A la vez decimos con toda claridad que en adelante los acuerdos inevitablemente tendrán que ser diferentes; respetando la relación de fuerzas real entre los partidos o mediante mecanismos democráticos que definan todas las candidaturas. Será la única forma justa y democrática de que este frente tan importante y necesario que hemos conformado, continúe positivamente, se fortalezca y se postule realmente a mediano y largo plazo para ser alternativa política frente a millones; para que en la izquierda anticapitalista y socialista en unidad, nos juguemos a disputar a fondo en todos los terrenos de la lucha de clases y la lucha política para dar vuelta todo.
7. Sobre la base de estas conclusiones políticas ahora vamos hacia las elecciones generales a disputar todavía con más fuerza el voto para el FIT Unidad en todo el país. Vamos a continuar peleando políticamente para quemiles y miles de trabajadoras y trabajadores, de la juventud y de franjas medias y populares reafirmen el apoyo a nuestro frente y que otros tantos se sumen a hacerlo. Para consolidar así el voto a nuestra fórmula presidencial y para tratar de aumentar nuestra votación y así conquistar nuevas y nuevos diputados de la izquierda que se une, que serán muy necesarios para el tiempo y las luchas que vienen.Vamos hacia una nueva ronda de batalla electoral con estos objetivos enmarcados en el objetivo más de fondo y general de postular de conjunto a la izquierda anticapitalista y socialista frente a la grave crisis del país y las fuertes tensiones sociales y luchas que se avecinan y en las cuales tenemos que ser grandes protagonistas, en la perspectiva del gobierno de trabajadores por el cual luchamos. Para todo esto te invitamos a sumarte y organizarte con el MST en el FIT Unidad.
Sergio García
Propuesta del MST a las demás fuerzas integrantes del FIT-Unidad
Macri y el FMI se tienen que ir ya: paro y plan de acción para lograrlo. Asamblea Constituyente para que el pueblo decida todo.
Tras el papelón oficial por la falta de datos, el resultado electoral del 11 de agosto fue una tremenda derrota política para el gobierno de Macri, incluida la gobernadora bonaerense Vidal. La acumulación de bronca popular por el ajuste, la inflación y las imposiciones del FMI llevó a un masivo voto castigo muy superior al esperado. Esta derrota ha abierto una crisis política, que amaga con profundizarse. A menos de 24 horas de la elección, la corrida cambiaria que llevó el valor del dólar de 45 a 58 pesos significó una devaluación de casi el 30%, con el consiguiente golpe al bolsillo popular y el impulso a la remarcación de precios. Así, la «gobernabilidad» capitalista está en crisis por la debilidad política en la que quedó el gobierno macrista.
En este contexto, afirmamos que Macri y el FMI se tienen que ir ya, no sólo porque su plan de ajuste y entrega ya fracasó sino porque cada día que pase se seguirá agudizando la crisis económica y política capitalista que nos quieren hacer pagar a los trabajadores, las mujeres y la juventud a costa de inflación, precarización y miseria. No podemos esperar hasta diciembre. Como salida, entonces, desde el MST creemos necesario adelantar las elecciones y que éstas sean a una Asamblea Constituyente libre y soberana a fin de debatir democráticamente si debemos seguir o no gobernados por el FMI y qué medidas de emergencia y de fondo hacen falta para sacar a nuestro país del desastre.
Quien canalizó el voto-bronca fue la fórmula Fernández-Fernández, que más allá de su tono opositor plantea renegociar y mantener el pacto con el FMI, pagar la deuda externa, devaluar y mantener las privatizaciones; es decir, nada muy distinto al macrismo. Ya el PJ y el massismo le vinieron votando a Macri sus leyes de ajuste, mientras la burocracia sindical peronista frenaba y dejaba aisladas las luchas de la clase trabajadora. Ahora, ante la crisis, Alberto Fernández le deja hacer a Macri el trabajo sucio de la devaluación y permite la «gobernabilidad» capitalista al servicio del ajuste, mientras que la CGT y las CTA siguen mirando para otro lado en vez de llamar al paro general y plan de lucha que hacen falta para que se vayan el gobierno y el FMI.
Pese a la gran polarización electoral, el FIT-Unidad surge como cuarta fuerza política nacional. Por eso insistimos en las propuestas que hicimos durante la campaña: romper con el FMI, no pagar la deuda e invertir esos fondos en reactivar la economía, prohibir por ley los despidos, reestatizar las privatizadas con control social, nacionalizar la banca y el comercio exterior. También proponemos un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales, con indexación, así como el congelamiento de precios y la anulación del IVA a la canasta familiar, entre otros puntos.
Sobre esta base, les proponemos a los compañeros del PTS, PO, IS y demás fuerzas con quienes integramos el FIT-Unidad debatir e impulsar juntos un plan de acción nacional, exigiendo a la CGT y las CTA un paro general y moviliza-ciones para lograr que se vayan Macri y el FMI. Y llamamos a los trabajadores, las mujeres y la juventud de todo el país a luchar juntos por esta salida, para que crisis la paguen sus responsables: los capitalistas.