Esto no se banca más. La devaluación del 20% fue un mazazo al bolsillo popular. Si antes de la corrida del dólar llegar a fin de mes era una hazaña, ahora la remarcación de precios nos manda a pique y la inflación amaga con volverse híper. De seguir así, a diciembre no llega ni el loro. Pero la plata no se evaporó: cambió de bolsillos, en beneficio de los bancos, las corporaciones y el FMI. Por eso proponemos estas ocho medidas de emergencia para que la crisis la paguen sus responsables: los de arriba y los de afuera.
Chau FMI: no pagar ni un peso más por deuda externa
Seguir pagando 15 o 20 mil palos verdes por año mientras la mitad de les pibes del país es pobre y come mal es criminal. Con esa plata se podría dar trabajo, salud, educación y vivienda a millones. Esa deuda es una estafa y las estafas no se pagan. Y es verso que el único destino sea pagar o renegociar, que es seguir pagando. Hay que hacer una auditoría social y suspender todo pago, un default soberano. Y el FMI, que se vaya al carajo.
Defender el salario y la jubilación: aumento ya, indexado
Las paritarias cerradas a principios de año quedaron muy por detrás de la inflación. Para recuperar el poder adquisitivo hace falta un inmediato aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales, con un mínimo que cubra el valor de la canasta familiar y que sea indexado de acuerdo a la inflación.
Freno a la inflación: anular el IVA a la canasta familiar
Si se elimina el IVA, esos productos bajan automáticamente de un 10 a un 21%. Congelar los precios con control de las entidades de consumidores. En las grandes formadoras de precios, control de sus costos reales por los trabajadores. Y al empresario que acapare o remarque, aplicarle duras sanciones con la Ley de Abastecimiento.
Ni un puesto de trabajo menos: prohibir por ley los despidos
Con Macri ya perdimos casi 200.000 empleos. ¡Una locura! Hay que prohibir por ley los despidos y suspensiones. Y si alguna empresa incumple, nacionalizarla y que siga funcionando bajo control de su personal. También proponemos reducir la jornada laboral a 6 horas para repartir el trabajo existente, sin rebaja salarial ni precarización.
Más empleo, con un plan de viviendas y obras públicas
Con la millonada que se irá de acá a fin de año por intereses de la deuda (más de mil millones de pesos por día) se podría impulsar un plan de viviendas y obras públicas: escuelas, hospitales, etc. Eso generaría rápidamente unos 500 mil empleos directos y además reactivaría todas las industrias relacionadas.
Basta de tarifazos: reestatizar los servicios con control social
La luz, gas, agua y transporte son derechos, no un negocio para cuatro vivos de las privatizadas. Los tarifazos son impagables y tampoco va subsidiar con plata pública la ganancia privada. Hay que reestatizar todas esas empresas bajo control social, única manera de tener servicios accesibles y eficientes.
Cortar la fugar capitales: nacionalizar la banca y el comercio exterior
Cada año, los bancos y corporaciones se llevan fuera del país unos 30 mil palos verdes. Hay que parar esa sangría de nuestras riquezas. La única manera de controlar la moneda y evitar la especulación financiera es con la nacionalización de la banca y el control estatal de todas las exportaciones e importaciones.
Reforma fiscal, para que paguen más los que más tienen
Ahora Macri va a subir un poquito el mínimo no imponible de Ganancias. ¡Una curita para un cáncer! Acá hay que eliminar el impuesto a “las ganancias” sobre los salarios. Y gravar la renta financiera, que hoy sigue exenta, así como a los bancos, multinacionales y grandes fortunas.