Gran acuerdo nacional para cuidar al capitalismo
En los últimos 15 días, consciente del triunfo contundente en las PASO y ya sin tanta presión por polarizar con el gobierno, Alberto Fernández empezó a entregar en distintos medios y apariciones públicas, definiciones más certeras sobre su futuro gobierno. En estas mismas páginas se resume su propuesta económica, pero teniendo en cuenta la contundencia del rechazo al plan del FMI, ¿con qué política pretende aplicar ese programa?
24 gobernadores y un presidente
Una primer definición de cómo pretende armar su esquema de poder tiene que ver con el apoyo central en los gobernadores del PJ, coincidentemente los mismos que firmaron con Macri el pacto fiscal y facilitaron el paso del ajuste en cada una de sus provincias. Manzur, Perotti y apostando hasta el díscolo Schiaretti, Alberto arma un esquema apoyado en los gobernadores y construyendo un gabinete «mixto» con otras expresiones del Frente de Todos.
El objetivo es difícil: lograr sobre esa base de solidez «interna» impulsar un gran acuerdo nacional entre empresarios, sindicatos y gobierno para «llegar a acuerdos».
Este concepto no es nuevo y había sido la propia Cristina Kirchner, en la presentación de su libro en la Rural, la que comenzó a recolocarlo.
Se trata de la vieja trampa del peronismo de intentar conciliar mediante el «diálogo» posturas antagónicas como las que existen entre los trabajadores y las patronales, fortaleciendo además la falsa idea de que el gobierno actuaría como «árbitro» de ese consenso.
Es importante mencionar que esta línea ya mostró su verdadero significado cuando el día posterior a las PASO «los mercados» a los que Fernández quiere sentar a dialogar, devaluaron el 30% la moneda, política en la que persisten, licuando directamente el salario y las jubilaciones y empeorando las condiciones de vida de millones de trabajadores. La primer declaración del candidato fue que le parecía «razonable» lo sucedido.
Liberal-progresismo
«No es verdad que el capitalismo es esta cosa cruel que dice ‘liberemos todo a la mano invisible de los mercados’» dice Fernández(1) y recoge Clarín, que cada día se enamora un poquito más de Alberto.
Sin dar muchas vueltas, el plan del Frente de Todos pasa por cuidar el capitalismo, el mismo que es cada día más cuestionado a nivel internacional, tanto que hasta el propio diario de Magneto recoge una nota del New York Times que dice «Les preocupa que, en cuanto comience la siguiente recesión, también estalle una revolución. Es muy posible que les llegue su hora: quizá en la siguiente recesión las masas por fin se decidan a afilar sus horquetas y exigir un ajuste de cuentas.»(2) Refiriéndose a los principales directores corporativos del imperialismo.
Ese plan incluye reforzar las posiciones de la burocracia sindical para maniatar al movimiento obrero, fortalecer el poder territorial de los gobernadores (el «ala dura» del PJ) y por supuesto incluir en el esquema a los sectores ligados al kirchnerismo, que por ahora, aportan sobre todo una referencia al pasado más que algo de «radicalidad» hacia el futuro.
En base a estos datos, podemos prepararnos para un período en el que, quizás los trabajadores argentinos puedan hacer su experiencia final con el PJ, aunque eso también dependerá del rol que podamos jugar desde la izquierda.
Las cartas están sobre la mesa, si lo que buscás es romper definitivamente con el modelo de ajuste y entrega del macrismo, Alberto no es alternativa, mejor dale fuerza a la izquierda que se une.
Martin Carcione
1 Clarín, 19/06/2019
2 Clarín, 26/08/2019