Un mundo en crisis, un país detonado. Podríamos iniciar esta editorial recorriendo el sinfin de material político que brinda la dinámica situación de nuestro país, sin embargo, cualquier análisis serio no puede evitar mencionar que se cocina a nivel internacional una nueva crisis económica y financiera que mostró hace pocos días un adelanto con la caída de acciones y bonos en los mercados internacionales y el recrudecimiento de la guerra comercial entre EEUU y China. Si sumamos a esto el desastre que se está produciendo en el Amazonas y los debates abiertos entre los líderes de las potencias imperialistas y Bolsonaro (todos extractivistas, contaminadores y responsables) y a ese cóctel agregamos la incertidumbre que aporta la situación de la deuda argentina, no hay dudas de que el panorama es el de un mundo en crisis en el cual nuestro país aparece como uno de los eslabones más deteriorados.
Dead man walking. Suele verse en las películas yanquis a los condenados a muerte caminar sus últimos pasos hacia su destino final mientras los carceleros anuncian que ése ya es un hombre muerto. Podríamos resumir así la situación de Macri y su gobierno. La derrota electoral de las PASO fue su sentencia de muerte política. Tan es así que hasta el propio FMI, cuya misión nos visitó en estos días, ni habló del tramo pendiente de u$S 5.400 millones sino que habló de «vacío de poder» y hasta sondeó la posibilidad de adelantar la elección definitiva.
Dujovne, luego de dirigir el país al abismo del endeudamiento y el ajuste, armó sus valijas y saltó cual fusible de tablero que no resiste otra descarga. Por eso y aunque no hay nadie conforme, el resto del gabinete no se toca e intentarán llegar como puedan hasta el 10 de diciembre.
Con el único objetivo de no ser barrido por la indignación popular, el gobierno en su agonía, lanzó un paquete de medidas que buscan devolver una pequeña porción de recursos a los bolsillos de los trabajadores y el pueblo, el número es tan insignificante y el manotazo tan evidente, que hasta los propios funcionarios lo minimizan cuando lo comparan con el PBI, apenas un 0,4% mientras la deuda ya lo superó.
Operativo Contención. No hay en el país, ni en ningún lugar del mundo, analista serio que le dé más de 0,01% de chances al macrismo de remontar esta situación. Cabe analizar entonces por qué, siendo tan claro que ya perdieron, desde todos los sectores de la oposición política (con Alberto a la cabeza), los medios y los sindicatos montaron un enorme operativo de contención para evitar que el gobierno se desmorone por completo y adelante el final de su mandato.
Las razones son similares a las que explican que durante años estos sectores bancaran, por acción u omisión, que el ajuste y la entrega avancen. Quieren que el mayor gasto frente al movimiento de masas lo haga Mauricio, porque de esta forma, el gobierno entrante podrá tener algún tiempo más al asumir para enfrentar abierta y decididamente la realidad a las expectativas que generó en la campaña.
Fernández y el régimen actuaron y actúan de conjunto para cuidar a Macri y lograr una «transición ordenada» y siendo esa la principal razón por la cual el «muerto» sigue sentado en el sillón de Rivadavia, hablando en conferencia de prensa e incluso asomándose a los balcones de la Casa Rosada para saludar. El costo de ese favor lo pagamos los trabajadores y el pueblo, con una fuga imparable y creciente de recursos que amenaza con dejarnos sin reservas en los próximos cinco meses.
Patear el tablero. Desde el MST en el FIT Unidad explicamos con claridad que la «tranquilidad» en la transición es para las corporaciones y el FMI y representa todo lo contrario para las familias trabajadoras. Insistimos, y lo seguiremos haciendo, en la necesidad de que el Macri y el Fondo se tienen que ir, ya que su plan fue rechazado rotundamente y que además era necesario poner en pie dos mecanismos fundamentales frente a la crisis abierta: por un lado la puesta en marcha de un plan de lucha nacional, con paros y movilizaciones para luchar por un programa económico de emergencia al servicio del pueblo y no el cachivache electoralero anunciado. Por otra parte, la convocatoria a elecciones anticipadas a una Asamblea Constituyente soberana que permita rediscutir el país sobre nuevas bases.
En este periódico vas a encontrar un conjunto de análisis, propuestas y desafíos que te invitamos a asumir en común, porque si bien el «muerto» sigue caminando, el desenlace está escrito y el panorama es de conflictos y luchas. La tarea de construir una herramienta política fuerte y extendida para encararlo está más vigente que nunca, en sus episodios electorales y también en cada lugar de trabajo, de estudio y en cada barrio. Para aportar en este camino sumate al MST en el FIT – Unidad.